Lee Yongbok, también conocido por sus pocos amigos como Felix, es un omega rubio que va a la universidad, aficionado a la danza y con sus sueños recién iniciados, solo que un pequeño detalle lo hace ver como el bicho raro de su carrera.
El omega ten...
El omega llegó a su casa un tanto desanimado, su olor más amargo de lo normal, haciéndose notar fácilmente de sus padres, los mayores estaban sentados en el sofá mientras veían televisión, hasta que el olor del otro chico perturbó el ambiente.
- Hijo, te pasa algo?- pregunto su padre parándose del sofá.
- No pasa nada, papá- iba a seguir derecho hasta que su madre lo detuvo con un brazo.
- Lix, que sucede mi niño?- interrogó un tanto preocupada la omega mayor.
Normalmente el chico no llegaba decaído, a menos que haya perdido algún examen, pero los mayores sabían que no se trataba de eso ya que su hijo los últimos días les notifico las notas de sus exámenes y todas las había ganado. La mayor acerco al rubio a su pecho mientras sobaba su cabello.
- Sabes que puedes contar conmigo- expreso su madre conmoviendo al rubio.
- Y-yo... Conocí a un alfa- empezó a hablar el rubio mientras que los mayores se sentaban en el sofá con el muchacho al lado.
- Eso es bueno, no?- preguntó su madre un poco emocionada.
- Si, pero... hoy estaba en mis clases de danza y el a-alfa me preguntó si podía pasar por el teatro a esperarme- continuó con cierto desgano- al final alguien me encerró en los baños, llamé a Jisung para que me ayudara, pero cuando me sacó y salimos- soltó unas lagrimitas por sus delicadas mejillas- ya no estaba ahí- finalizó tapando sus ojos mientras sus padres lo abrazaban.
Se quedaron así por un rato mientras el rubio calmaba su llanto y cuando lo hizo, apagaron la TV para hablar más cómodamente.
- Hijo, se lo notificaste al director?- preguntó su padre mientras acariciaba su espalda.
- Tenía planeado hablar con el mañana- dijo sorbiendo su nariz.
- El alfa...No sabes de que curso es?- preguntó su madre dudosa.
- No se, esta conmigo en la carrera de artes- reflexionó el muchacho - Solo que el en pintura y yo en danza.
Los tres pasaron a la mesa para comer mientras seguían hablando del tema, tramando un tipo de plan para que el pequeño rubio pudiera hablar con el azabache para disculparse por la plantada no intencional. Terminaron de comer y el chico subió a su habitación para hacer y terminar trabajos de medicina, aunque no eran muy difíciles, eran bastante largos por lo que llamó a su mejor amigo para hacer los deberes juntos mientras le explicaba lo que había pasado hoy a lo ultimo del día.
- Lix, y tienes idea de quien podría ser el que te encerró en el baño?- preguntó su amigo.
- Lo único que se, es que es mujer pero no tengo ninguna otra pista- recordó mientras formaba un pequeño puchero es sus labios sintiéndose culpable por el desplante al azabache.
Al final olvidaron lo que pasó decidiendo que lo hablaría mañana con el director en compañía del otro omega, charlaron un poco más de temas triviales y entre risas y risas terminaron sus trabajos.
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