𝟏𝟎| 𝙲𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘𝚗𝚎𝚜 𝙳𝚒𝚜𝚝𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜

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Ellie abrió los ojos al suave resplandor de la mañana. La luz se filtraba a través de las finas orillas de la madera creando patrones danzantes en la tienda. Se incorporó con cuidado, sintiendo la rigidez en su cuerpo. La fiebre había cedido, pero aún se sentía débil.

Ellie abrió los ojos y se encontró con la mirada intensa de Nick. Estaba sentado frente a ella, sus ojos oscuros llenos de preocupación

—¿Cómo te sientes?— preguntó Nick en voz baja, como si temiera romper el hechizo del momento.

—Mejor...—

Enseguida Lorie, con su cabello enmarañado y una sonrisa amable. En sus manos sostenía dos latas oxidadas de embutido.

—Aquí tienen—dijo, ofreciéndoselas. —Es lo mejor que podemos conseguir por ahora—

Ellie aceptó la lata con gratitud, sintiendo el hambre en su estómago. Nick también tomó la suya, mirando a Lorie con agradecimiento

Nick esperó pacientemente a que Ellie terminara su embutido. Cuando ella dejó la lata vacía, él le ofreció la suya.

—Toma, necesitas reponer fuerzas— insistió

—No, Nick. Ambos necesitamos estar fuertes—

—Ellie, necesitas más que yo. No te preocupes por mí—

—Estoy bien. ¿Qué haré si te pones mal?. Tu eres el mayor y debes cuidarme—Vaciló Ellie

Nick asintió con una sonrisa pequeña. Ellie se levantó con determinación. A pesar de su debilidad, necesitaba moverse, explorar. La tienda del pueblo la llamaba, sus paredes desgastadas y sus estantes vacíos como testigos silenciosos del pasado.

—Vamos a seguir adelante—anunció Rick —No podemos quedarnos aquí—

—Ellie apenas tiene energía. No podemos forzarla—Añadió Nick

—No podemos permitirnos detenernos por debilidades. Esto es supervivencia— Shane se puso a la defensiva, su voz cargada de frustración

—Yo estoy bien. Nick—
—¡No!—

—¿Que dice el grupo?—

—¡Al carajo el grupo!—exclamó. Tomó la mochila de Ellie y su hacha, desafiante—Váyanse. Nosotros nos dividimos a partir de aquí. Suerte—

Rick se mantuvo firme, negándose a la idea de separarse

—No podemos separarnos—declaró con voz decidida—Juntos somos más fuertes—

—Mi padre tiene razón. No podemos abandonarnos mutuamente—Añadió Carl

La ira de Nick bullía en su interior como un volcán en erupción. Cada mirada, cada palabra, le recordaba la decisión del grupo. Habían dejado a Ellie en un rincón, como si fuera un caminante más. Y él no podía aceptarlo.

Sus puños se cerraron con fuerza. ¿Cómo podían ser tan insensibles? Ellie era su hermana, su sangre.

—Rick, vámonos. Todos aquí tienen suficiente carga como para lidiar con alguien enferma—

La tensión en la habitación era palpable. Nick, con los puños apretados, avanzó hacia Shane, cuyos ojos brillaban desafiantes

—¡Maldito bastardo!— gruñó Nick

Antes de que la situación escalara, Glenn intervino

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⏰ Última actualización: Jul 31 ⏰

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𝗗𝗲𝗮𝗱 𝗪𝗼𝗿𝗹𝗱; Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora