Capítulo 1

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Después de un largo día en el trabajo decidí tomar el metro para llegar a casa. Usualmente tomaba un taxi pero hoy por alguna razón sentí que quería cambiar de aire.

Como siempre a estas horas el ambiente en el metro estaba bastante cargado, gente iba y volvía pero nadie destacaba realmente a excepción de algunos adolescentes que iban por allí. Vestían con pantalones anchos y de varias tallas más, arrastrando el doblete por el suelo limpiándolo a su paso, llevaban cadenas haciendo sus pantalones cayesen más enseñando su ropa interior que, afortunadamente, cubrían sus camisas largas de al menos dos tallas más.

Mientras esperaba mi metro me quedé mirándolos fijamente, aparte de su ropa también llevaban distintos tipos de monopatines. Probablemente irían a algún skatepark. De repente un recuerdo de mi adolescencia apareció ante mí, nublando la imagen de las vías del tren. En mis años de juventud yo también era en parte como ellos, pasaba los fines de semana en el skatepark de Torrent Avinguda junto a algunos amigos y conocidos de allí.

Me lo pasaba bastante bien, hablaba con todo el mundo y la gente era bastante amigable pero nunca me sentí incluido completamente. La mayoría de ellos eran parecidos en gustos y personalidades pero yo nunca terminé de encajar en ese sentido. No escuchaba su mismo tipo de música ni era físicamente parecido a ellos, todos eran fáciles de reconocer a simple vista ya que todos tenían algo que les hiciese destacar, pero yo nunca lo tuve.

Siempre que conocía a alguien nuevo me decían las mismas palabras "me recuerdas a..." Siempre les recordaba a alguien, algún compañero de clase, algún actor de alguna serie, algún personaje animado... Pero nunca por quien era. Me parecía a tanta gente que al final dejé de ser Pablo para convertirme en 5 personas distintas pero nunca tuve tanto parecido a esas personas, al menos a mi parecer.

Uno de esos días dos  personas que nunca había visto llegaron a pistas, en ese entonces tenía un amigo llamado Adrián y al igual que yo se llevaba con mucha gente de distintos lugares. Nada mas llegar, Adrián fue a saludar a las dos personas, un chico y una chica. Adrián estuvo un rato hablando con ellos hasta que se volvió a acercar a mi para presentarlos, Youssef y Oceanía, ninguno de los dos era de Torrent Avinguda así que no era extraño que no los conociera. Estuvimos un rato hablando y tuvimos una buena conversación sobre cosas aleatorias, lo normal cuando estás conociendo a alguien. Pero de repente Oceanía dijo las mismas palabras que tanto me hacían pensar "me recuerdas a...". Yo me quedé en silencio, esperaba que fuese otra persona que nadie conocía y solo se pareciese a mi en el blanco de los ojos. Estuvo un rato hablándome de esa persona, haciendo énfasis en nuestro gran parecido, debió notar mi desinterés en el tema ya que de repente sacó su teléfono y se puso a buscar algo en el.

Me dio curiosidad saber que buscaba y me acerqué para echar un vistazo cuando de repente inclinó la pantalla hacia mí, mostrando una foto de otro chico sorprendente parecido a mi, era igual que yo, como un clon, con la única diferencia de que el era pelirrojo y con los ojos marrones mientras que yo tenía el pelo rubio oscuro y los ojos azules, por lo demás, era exactamente igual que yo, su nariz, sus cejas, la forma de su cara, su boca, su complexión... Incluso dijo que su forma de vestir era igual a la mía.

Yo me quedé perplejo, no podía creer que alguien fuese tan parecido a mí y por una vez, en menos de sentirme decepcionado o molesto, me sentí interesado hacia esta persona. No entendía por qué pero sentía que necesitaba saber más de ella, todo sobre ella, empecé a hacerle preguntas a Oceanía sobre este chico. Me dijo que su nombre era Juan y que fue su compañero de clase en 3ro de la ESO.

De mientras mí corazón latía con fuerza, por alguna razón estaba emocionado al descubrir más cosas de esa persona. Asumí que sería su amigo ya que, por qué si no tendría una foto suya? Le pedí que un día volviese al skatepark junto a Juan pero ella me dijo que no eran amigos. En ese momento me sentí más decepcionado que nunca pero decidí preguntarle el porqué.

"El otro Juan. De la nostalgia al dolor" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora