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5 de julio del 2018

Era una noche fría en Buenos Aires. La ciudad, con sus luces parpadeantes y el ruido constante de los autos, parecía nunca dormir. el guido de ese entonces de tan solo 29 años, caminaba por las calles del barrio de Palermo después de un largo ensayo con su banda. El cansancio se reflejaba en sus ojos, pero la música siempre había sido su refugio, su escape de la realidad.

Mientras caminaba por una calle poco transitada, Guido notó una figura solitaria abajo un poste de luz. una chica, con apenas 19 años, llevaba una pollera corta y un abrigo finito que no lograba protegerla del frío. Era evidente que estaba ofreciendo sus servicios, una realidad dura y triste que Guido no pudo ignorar.

La mirada de Milagros se cruzó con la de Guido, y en un impulso, ella se acercó. Su voz era suave pero decidida, una mezcla de inocencia y experiencia prematura.

-Hola, lindo. ¿Te gustaría pasar un buen rato? -dijo, tratando de sonar seductora, aunque había un leve temblor en su voz.

Guido se detuvo, sorprendido. La joven tenía una belleza natural que el maquillaje barato y la ropa provocativa no podían ocultar. Pero lo que más lo impactó fue la tristeza en sus ojos. Sintió una punzada de compasión y un instinto protector se activó en él.

-No, gracias -respondió con suavidad, sin desviar la mirada-. ¿Cómo te llamas?

Milagros pareció desconcertada por la pregunta. No era la respuesta que esperaba. La mayoría de los hombres simplemente aceptaban o la ignoraban.

-Me llamo Milagros -respondio- ¿vos?

-Guido. ¿No deberías estar en tu casa?

Milagros lo miro y respondio

-Quizas

-¿Tenes hambre? -preguntó de repente.

Milagros levantó una ceja, sorprendida por el cambio de tema.

-Sí, un poco.

-Vamos a un café. te lo invito yo.

Milagros dudó por un momento, pero algo en la mirada de Guido la hizo confiar en él. No había lujuria en sus ojos, solo una genuina preocupación.

Entraron a un café en la esquina. El lugar estaba casi vacío, y se sentaron en una mesa junto a la ventana. Guido pidió dos cafés y unas medialunas.

-¿Por qué haces esto Milagros? -preguntó Guido con tacto, tratando de no sonar juzgador.

Milagros suspiró.

-No es como si tuviera muchas opciones. La vida a veces es una verga

Guido asintió, entendiendo que cada persona tiene una historia que contar, a menudo llena de dolor y dificultades. No quería presionarla para que le contara más de lo que estaba lista para compartir.

-¿Qué te gustaría hacer si pudieras elegir? -preguntó.

Milagros se quedó en silencio por un momento, mirando su taza de café como si en ella pudiera encontrar una respuesta.

-Me gustaría bailar ballet,Ser alguien diferente. Pero no sé,para mí es casi imposible

Guido sonrio, una idea empezaba a formarse en su mente.

- te doy la dirección de mi casa,así hablamos bien y quizás te pueda conseguir lo que pedís - dijo Guido sonriendo

-¿encerio me decís?

-obvio

-mil gracias Guido,la verdad lo aprecio un montón.

La conversación continuó, y poco a poco, Milagros se sintió más cómoda. La calidez de Guido y su sinceridad la hicieron bajar la guardia. Hablaron sobre sueños, música y la vida en general. Por un momento, Milagros pudo olvidar su dura realidad.

Al final de la noche, Guido la acompañó hasta la puerta de su departamento . Antes de despedirse, le dio su número de teléfono.
milagros lo miro con un brillo en sus ojos hasta que Guido hablo

- Te espero en mi casa ¿te parece el martes de la semana que viene?

-Ahi voy a estar,gracias Guido

Guido sonrió y se despidió. Mientras caminaba de regreso a su casa, no podía dejar de pensar en Milagros y en cómo le volo la cabeza. era una piba muy hermosa.

Por otro lado estaba milagros,que al entrar a su pieza,empezó a saltar de la alegría.
se tiró a la cama con el celular donde Guido había anotado su teléfono cuando le llegó un mensaje.

Guido :)

descansa hermosa 🤍
00:45am

igualmente gui 💘
00:47am




"mirenla,ella está tan sola"

"en sus ojos hay placer"

"va contando historias increíbles, de locura y de pasion"

"ella va buscando ser la reina de una noche,larga noche sin final,ella quizo ser rebelde y bella y en la tina descansar"

triste canción de amor - Guido Sardelli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora