Ahora o nunca

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Los juegos infantiles de siempre en el estúpido restaurante de siempre, eso pasaba por la mente del pequeño Joshua con sus ocho años de edad ya odiaba los juegos del restaurante nunca cambiaban en nada siempre eran los mismos del mismo color y con la misma trama no había nada que hacer sólo subir las escaleras para luego deslizarse hacia abajo en la resbaladera, sin embargo todo era mejor que estar con su familia todos eran muy extraños, sin ganas de hacer nada se sentó en el filo de la resbaladilla a esperar que sus padres acabarán de comer.
Por las mente de Amelie pasaban ideas muy distintas era la primera vez que se iba a subir a un juego así, su familia había tenido la suerte de ganar un millón de dólares y lo estaban celebrando, así que por primera vez en sus ocho años ella tenía la oportunidad de pisar un juego de ese tipo, sus ojos brillaban con el sólo hecho de dirigir su mirada al rojo de la resbaladera o al amarillo de las escalinatas, tomó una gran bocanada de aire ,subió por la escalera hacia la resbaladera y se deslizó.
-Auch-Joshua había sido golpeado por algo en su espalda y por efecto había caído al suelo.
-Lo, lo siento no te vi- la voz de la niña era dulce.
Joshua regreso a ver a su atacante, ella era hermosa tenía ojos de verde muy bello y su cabello era castaño, el niño sintió que su estómago se revolvía.
Amelie se sentía muy mal por haber hecho eso, sin embargo todos sus sentimientos se borraron cuando vio esos ojos azules bordeados por aquel cabello rubio.
-Te ayudo-la pequeña reacciono primero.
-No, yo puedo sólo gracias-
-Bien, discúlpame no te vi-
-Tranquila, fue mi culpa-
-Bueno, adios-
-No espera, quieres jugar-
-Claro a que jugamos-
-A las congeladas-
-Bueno, tu congelas-Dijo Amelie mientras corría en dirección a las escaleras.
Joshua se apresuró a seguirla, después de un tiempo jugando el pequeño tropezó y callo sobre la niña, estando tan cerca el uno del otro El Niño tubo el pensamiento más loco que jamás había tenido "Debo besarla ahora, si, es ahora o nunca" así que se acerco a la pequeña y le dio un rápido pero tierno beso en los labios.
-Amelie! Dónde te metiste niña- la voz de su padre hizo volver a la niña a la realidad.
-Ya voy papi-Joshua se quito de encima y ella pudo salir corriendo.
-Chao-
-Joshua ya debemos irnos-la voz de su madre era suave y algo dulzona.
-Si ya voy-
-Adios-
Los dos niños salieron del lugar que había presenciado su primer beso sin dirigirse ninguna otra palabra o mirada pero con su mente pensando sólo en aquel momento que acababan de vivir.
La boca de Amelie todavía sentía el golpe en los labios, sus ojos todavía venía los ojos cerrados de aquel niño, su cuerpo todavía percibía el peso del roba besos y ella por más que intentaba no podía dejar de sentirse feliz.
Joshua no dejaba de sonreír, sus labios todavía tenían el sabor a fresa de los labios de qu ella niña, en sus manos todavía podía percibir la suavidad de la piel de los brazos de la desconocida, el sentía que su corazón iba a estallar.
Cada uno llegó a su casa pensando en el otro y fue ahí cuando se dieron cuenta de que ni siquiera sabían el nombre del otro, no sabían el nombre de aquella persona que les dio ese momento llenó de magia, fue ahí cuando Joshua se dio cuenta de que su ahora o nunca no sirvió de nada, fue cuando Amelie noto que la primera vez que pisó esos juegos no fue tan maravillosa como ella esperaba, fue cuando los niños supieron que ese momento no cambiaría toda su vida. Pero como todo humano se equivocaron.

Take me to wonderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora