Duskwood Colecciones de Oneshots Volumen 1.

Su última canción- Duskwood x Moonvale

Carla
Hola Jake, cómo estás?
Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos, pero quería decírtelo
Me he animado a tocar en público por primera vez y quería que estuvieras
Será este sábado a las 19h
Si no puedes venir por tu situación, lo entenderé
...
Espero que mi mensaje te haya llegado bien...
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    Jake había leído el mensaje de la joven varias veces. No le había respondido dado que no sabía si podría estar aquel día dada su situación. Pero por salir de su escondite una vez y escucharla cantar, sabía que valía la pena.

    Se sintió agobiado viendo tanta gente, así que se quedó en una mesa del fondo apartado de los demás.
    Se tocó la mascarilla, esperando que no se hubiera bajado un poco y se hubiera expuesto.
    Escaneó con la mirada a todos los presentes, queriendo saber si alguno hacía un movimiento extraño queriendo ir a por él. Y de ese escaneo de caras, logró verla. Carla estaba diferente a como había visto en su foto, con el cabello rubio y apoyándose en el hombro de Phil, de una manera coqueta ¿Desde cuándo estaban juntos? Si sabía perfectamente que le odiaba ¿Quizás había cambiado algo mientras él no estaba?
    Hablaban de forma animada con un chico de cabello rubio oscuro al que jamás había visto. Parecía que su círculo de amigos había ido creciendo.

    Alguien salió al escenario y anunció el nombre de Carla. La chica que se parecía a ella vitoreó su nombre animada, al igual que el chico desconocido.
   <<Así que debe de ser su hermana gemela.>>
    Pensó más aliviado. Era demasiado extraño verla con Phil. 

    Carla salió al escenario, con la guitarra en la mano. Sus ojos azules resplandecían con las luces. Jake sonrió al verla, estaba justo como en su foto.
    Se sentó en el taburete y ajustó las cuerdas de la guitarra. Se le notaba un poco nerviosa.
   —Disculparme si se me va la voz, es la primera vez que actuó para más personas —dijo a través del micrófono.
   —Tranquila, tú puedes —le animó alguien del público.
   —Gracias —dijo con voz suave—, está canción la escribí pensando en un chico especial para mí... así que espero que le guste.
    El moreno soltó una pequeña risa, tapándose mejor con la capucha.

    La joven de cabellos castaños se aclaró la garganta y comenzó a tocar la guitarra. Era una melodía lenta.
    Comenzó a cantar, al principio, se notaba cómo su voz temblaba un poco, pero conforme iba avanzando en la canción, más iba perdiendo el miedo, sintiéndose más a gusto con la música.
   —Meeting you was destiny —su voz había aumentado en el estribillo, dándole pasión a la canción. Incluso podía apreciarse una ligera sonrisa—, So baby, let it be forever.
    Jake notó que parecía feliz cantando esa canción. Incluso puso notar su confianza en sí misma.

    Se había encontrado dando toques en la mesa al ritmo de la música y para cuando terminó, fue el primero en aplaudir.
    La gente le acompañó y ella no paraba de sonreír. Todo el mundo la vitoreó.
    Pero hubo otra cosa que él hizo que se sorprendiera.
    El chico que había visto sentado con su hermana, se levantó de la silla, subiendo al escenario. Colocó sus manos al lado de la cara de Carla y la besó.
   —¡Bravo Eric! —gritó la hermana de Carla.
   —¡Bien hecho, tío! —gritó también Phil.
    Carla tras el beso, ocultó su cara con sus manos, avergonzada. El llamado Eric, soltó una risa y la abrazó. 

    Entre aplausos y más palabras de ánimo, Jake se levantó de la mesa, queriendo marcharse. Él ya lo sabía que lo de ellos jamás iba a funcionar. No insistió cuando regresó. Pero tampoco decidió quedarse para seguir poniéndola en peligro, aunque ella quisiera que al menos se quedase como un amigo. Pero él necesitaba tiempo. Tiempo para olvidarla. Por eso escogió el espacio. 

    Se paró un momento a mirarla, ya había bajado del escenario y su hermana y Phil la felicitaban. Y Eric de nuevo le dio un beso, pero está vez en la frente. Ella le sonrió con timidez.
    Jake sonrió al verla. Al menos, se alegraba que fuera feliz.
   —Supongo que nunca fui parte de su sueño —susurró Jake.
    Ya lo tenía asumido que por la vida que tenía, no iba a ser capaz de hacerla feliz.
    También que él tampoco lo sería, porque ¿Cómo un fugitivo como él iba a poder hacer feliz a alguien? Volvió a la mentalidad de que era mejor volver a estar solo.

    Al fin de cuentas, él no creía al final tenía que mantener los pies en la tierra y recordarse que cosas como el destino de estar con una persona no existía, solo el trabajo de mantener una pareja unida.
   —Se feliz por los dos, Carla, seguiré velando por ti, amiga mía.