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Utahime lentamente empezó a abrir sus ojos confundida notando que estaba en una especie de celda en una cárcel al estilo medial viendo como el pasillo era iluminado por varias antorchas, con algo de pesadez intentó levantarse notando que estaba encadenada con grilletes a una de las pared

-¿que es este lugar?, ¿donde estoy?- pensó Utahime intentando liberar sus manos de los grilletes y escuchó una puerta abrirse y el sonido de pasos acercándose más la sombra que lentamente se hacía más grande ante la luz de las antorchas hasta dejar ver a una persona con una túnica de cuerpo completo de color negro y una máscara dorada con toques negros de la época del renacimiento

-así que finalmente despertó Madame, permítame presentarme soy James Maximus, actual líder de la orden la llama primigenia, un placer conocerla pareja del usurpador- dijo James viendo seriamente a Utahime mientras ella lo veía confundida hasta que resoplo

-por favor dime que no eres otro de esos seguidores locos de Endo- dijo Utahime y James apretó su puño molesto

-no hable tan altruista mente de mi señor como si lo conociera Madame- dijo James intentando mantener su amabilidad y Utahime sonrió internamente

-¿porque no?, prácticamente vivo y duerme con el que lo asimilo- dijo Utahime burlona provocando que James tome una larga respiración para calmar sus emociones -¿acaso toque un nervio sensible o será que no quieres aceptar la verdad?- pregunto Utahime levantando una ceja

-¿que verdad?- refuto James viendo fijamente a Utahime serio y con ira contenida

-la verdad de que Ryu asimilo a Endo y que este no volverá, la verdad de que tarde o temprano mi novio se volverá el próximo soberano de fuego y los matará a todos ustedes- respondió Utahime sonriendo y James golpeó las rejas de la celda molesto

-¡¡eso no es verdad!!- exclamo James enojado -¡el soberano de fuego es un dios por encima de nosotros los mortales y sus seguidores, un simple mocoso como el usurpador jamás podrá asimilarlo a el y a su poder!, ¡es más estoy seguro al cien por ciento que el soberano simplemente está dejando que el mocoso disfrute de sus últimos días de vida antes de destrozar su alma y reclamar su cuerpo!- dijo James volteando a ver a una antorcha con admiración acercando su mano al fuego sintiendo el calor contra su piel

-esta loco- pensó Utahime con una gota de sudor y algo nerviosa ante el arrebato de James

-los antiguos escritos mencionan lo glorioso que el soberano de fuego era con los mortales, siempre dispuesto a ayudarlos sin pedir nada a cambio y nunca levantando su mano en contra de ellos, solo necesitaba de sus palabras para calmarlos y detener conflictos, yo aspiro a eso, alguien capaz de calmar y guiar a la gente simplemente usando mis palabras, sin fuerza bruta de por medio- dijo James abriendo sus brazos al aire viendo al techo de la cárcel con admiración y devoción hasta que su expresión se volvió una de enojo -pero en cambio....el usurpador arruinó esa imagen, el es alguien violento que no le importa herir a los inocentes...con tal de protegerte a ti- dijo James volteando a ver a Utahime con odio y enojo -si tú no hubieras aparecido, quizás nosotros habríamos encontrado al usurpador y lo podríamos haber convencido de unirlo a nuestra causa, utilizarlo a nuestro beneficio y después de eso traicionarlo y hacer que el soberano de fuego renazca, pero tú arruinaste todo- explicó James mientras Utahime lo veía confundida y consternada

-sus sentimientos hacia mi no tienen nada que ver en su forma de actuar- refuto Utahime y James suspiro negando con la cabeza

-no....no....todo sucede por una razón Madame, el que usted haya empezado una relación con el usurpador siendo menor de edad sucedió porque el destino así lo quizo, que....el usurpador haya "asimilado" al soberano fue porque el destino así lo quizo y...que cuando el llegue...aquí y lo derrotemos y revivamos al soberano de fuego sucederá porque el destino así lo quizo- dijo James serio y con una pequeña sonrisa siniestra poniendo ligeramente nerviosa a Utahime hasta que ella recordó la corona de fuego y James se dio la vuelta dando por terminada la charla empezando a caminar

-en ese caso te deseo suerte enfrentándote a el y a la corona- dijo Utahime provocando que James deje de caminar quedando en shock

-¿que dijiste?, maldita perra, ¿¡que mierda fue lo que dijiste!?- pregunto James exaltado golpeando otra vez las rejas -¡el jamás sería capaz de entrar en ese estado!, ¡deja de decir estupideces!- exclamo James dándose media vuelta y abandonando la cárcel con un fuerte azote a la puerta

James gruñó molesto caminando entre los pasillos de su guarida intentando calmar su ira ignorando a sus subordinados quienes se apartaban de su camino asustados

-¿mi señor ocurre algo?- pregunto un subordinado deteniendo El Paso de James quien volteó a verlo serio

-no ocurre nada hermano mío- respondió James poniendo su mano derecha en el hombro del subordinado quien suspiro contento y antes de que pudiera decir algo su cabeza se deformó como si hubieran doblado una camiseta mojada -alguien sáquelo de aquí- ordenó James serio alejándose del cadaver y de su subordinados

James siguió caminando con la mirada puesta en el suelo hasta que a su lado y en dirección contraria pasó un pequeño niño corriendo y riendo mientras abrió ligeramente sus ojos volteando hacia atrás viendo que el pequeño niño había desaparecido y James suspiro

-no quiero volver a esos días, a esa....pesadilla- pensó James frunciendo el ceño y siguió caminado -mi madre me dio a luz una cálida noche de primavera, aparentemente y según los doctores ella está bien de salud, sin embargo media hora después sucumbió a la pérdida de sangre y perdió la vida, desde entonces mi padre me culpaba por esa tragedia y me maltrataba siempre que tenía la mas mínima oportunidad, no fue hasta que mi abuelo materno me contó sobre la historia de los soberanos y mas concretamente el soberano de fuego que encontró un propósito en mi vida, crear una mejor sociedad en la que nadie seguirá sufriendo a través de mis palabras....madre....¿seria todo tan diferente si hubieras estado viva?- pensó James limpiándose una lágrima traicionera entrando a su oficina

A las afueras de la base dos guardias estaban haciendo vigilancia con aburrimiento y sueño al punto de que uno bostezo sin mucho cuidado y se recargó sobre su lanza mientras el otro también bostezaba contagiado por su compañero y ambos empezaron a ver como una silueta a lo lejos se acercaba a ellos

-¿quien es ese?- pregunto el guardia uno confundido y su compañero levantó su lanza acercándose lentamente a la persona

-alto- antes de que el guardia pudiera seguir hablando una enorme llamarada de fuego azul lo carbonizó por completo asustando al segundo guardia quien se dio la vuelta corriendo rápidamente hacia un botón rojo y antes de que pudiera alcanzarlo un anillo de fuego se creó enfrente suyo disparando una rayo de fuego azul carbonizándolo por completo

FIN

amor prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora