El novio de Octavia, Dante.
Es un demonio de alto rango que lidera un grupo de demonios músicos, artistas y demás individuos en el inframundo. Su estilo puede único y sofisticado, con un aire de encanto que atrae la atención de Octavia.
Tiene una a...
“¿Y bien?” preguntó Stella, en sus aposentos privados, sosteniendo un teléfono en una mano mientras observaba un sobre sellado en la otra.
Del otro lado de la línea, la voz de Striker, cargada de su habitual sarcasmo, respondió con calma. “Todo lo que necesitas saber está ahí.”
Stella abrió el sobre, sacando unos papeles y fotografías de un joven búho. Sin embargo, algo la irritó. “¿Esto es todo?” cuestionó, molesta por la escasa información.
“Es todo lo que pude conseguir. Conseguir más tomaría tiempo,” replicó Striker sin rodeos.
"Tch... Este resultado es decepcionante, pero mejor que nada," murmuró Stella mientras revisaba los documentos.
“He oído que está saliendo con su hija. ¿Es por eso que me pediste investigar a la pequeña estrella?”
Stella frunció el ceño. “Eso no te incumbe. Tu trabajo es obedecer, no hacer preguntas.”
Striker hizo una pausa. “Lo que usted diga... ¿Algún otro encargo del que deba ocuparme?”
Tras leer la información, Stella reflexionó por un momento. (Dante, eres encantador, pero no perteneces a esta familia. En unos meses, Octavia cumplirá los 18 años y será comprometida con otro heredero de la familia Goetia. Al final, es inevitable que se separen). Finalmente, levantó la vista y dijo fríamente: “En cuanto puedas, deshazte de él... y de Stolas también.”
Al otro lado, Striker esbozó una sonrisa cruel. “A la orden.” _______________________________________________ Mansión Goetia: Habitación de huéspedes. _______________________________________________
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_______________________________________________ Un nuevo día comenzaba, y la pareja disfrutaba de un plácido sueño. La tranquilidad y el silencio eran tales que se podía escuchar el suave respirar de ambos búhos. Pero, como suele ocurrir, todo lo bueno llega a su fin.
"Dante, ¿estás despierto? Quería saber si habías visto a..." Stolas, que había entrado en la habitación de su ahora yerno para preguntar por el paradero de su primogénita, se quedó paralizado en el marco de la puerta al encontrar a Octavia durmiendo íntimamente con él.
En un instante, Stolas se acercó a la cama y los separó abruptamente, despertando a ambos de golpe. Dante cayó al suelo con un ruido sordo.
Octavia, sobresaltada, exclamó: "¡¿Papá?!" No estaba nada contenta por haber sido despertada de esa manera.
Dante, aturdido, se levantó y miró a su alrededor, desorientado. "¿Qué pasó? Auch... mi cabeza." Se frotó la sien, intentando aclararse. "¿Eh? ¿Stolas...?" Finalmente notó la presencia del mayor.
Stolas, con tono serio, dijo: "Buenos días."
Octavia, de mal humor y con el ceño fruncido, replicó: "No creo que esto cuente como 'buenos días'."
