-Historias al azar- -A.Us. alternos- -Novato en escritura/narración- -Posibles errores ortográficos- -Derechos recervados- -Temas sencibles- -Spoilers-
~ [○•°●] ~ Disfrute el One Shot ~ [●°•○] ~
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En algún lugar en el nuevo mundo, las fuertes mareas azotaban las duras maderas del Sunny, navió de Muguiwara no Luffy, el pirata actual más cercano al One piece, él junto a toda su tripulación se mantenían en trayectoria para alcansar el susodicho tesoro, parte fundamenta del anhelado deséo de su capitán, estaban tan cerca, con los cuatro Road Ponerglift analizados, ya tenían la ruta fíja para su objetivo, pero este maravilloso y cruel mundo no se lo dejaría tan fácil, para nada, pues los astutos marines idéaron una táctica militar importante para ellos, aprobechando la espesa niebla del área en la cual se navegaba, se sumergieron en dicha niebla para su persecución con el debído siguilo y perseverancia que se necesitaba, una captura a la fuerza seria en vano, un gran gasto militar y económico, esto era claro maldición, estamos refiriendonos a un jodido Yonkou, un gobernante de los mares, para derrotar a uno se necesitaría la móvilización completa del cuartel general de la marina y de todo el arcenal a la dispocición, y aunque así se diera, aún mostrarían una potenete resistencia sin estar seguro de alguna victoria clara, ya habían experimentado algo similar en la famosa guerra de MarineFord, donde pintaron una dudosa victoria de ellos.
"¡Parece que tenemos companía!" Los Muguiwara no eran tontos, bueno... algunos sí... pero también la integraban gente con un poco de cerebro, con la privilegiada vición que ofrecía el catalejo, herramienta ultilizada precisamente con ese objetivo, la preciosa arqueologa, la Niña demonio Nico Robín, advirtió a todo su equipo del trabajo de espionaje al que fueron sometidos, tras la declaración, no pasaron más de cinco segundos para que el general Franky y el francotirador Usopp alistaron todo el armamento posible para su defensa, sin embargo, ellos ya se encontraban en la mira de todos los cañones marines disponibles, ordenes explícitas del mandato precente. "Sombrero de paja... caeras de una vez por todas..." una mujer alta de cortos cabellos oscuros, bellos tatuajes de flores moradas que adornan sus finos hombros, labios color carmesí, pestañas largas y rígidas, y cuerpo esbelto para el deleite de cualquier hombre, esta era la mujer que comandaba todos aquellos buques, deseada por todos esos seres lujuriosos y perversos en su propio barco, no solo por su aspecto de diosa, sino también por su caracter fuerte y dominante que exitaba a todo el equipo masculino "¡V-vicealmirante Doll! ¡N-no tenemos el permiso de a-atacar!"Otra de las bellezas marineras, una joven comandante, de cabellera rubia atada a una tierna coleta infantíl que combinaba con su actítud, su cuerpo estaba bien desarrollado para la edad que manejaba, no lo suficiente para igualar los grandes y jugosos senos, ni los firmes y deliciosos gluteos que resaltan sobre el pantalón de cuero que la Rockstar carga, pero era suficiente para satisfacer a cualquier hombre si así lo deceaba, este angel oji-azul rogaba por la atención de la superior, la cual ignoraba por completo pues ella estaba arta de este muchacho, puesto que siempre en todos sus intentos de captura, escapaba con éxito, ningún marine pudo dar con su arresto, ni siquiera Smoker hace dos años cuando estaba escalones arriba sobre él, eso le probocava una tensa vena en su cien, así que se dispuso determinadamente a su eliminación absoluta, de él y su tripulación, sin importarle las órdenes que recibía, Doll previamente había ordenado a todo su ejercito la preparación para el intenso bombardeo que futuramente se generaría.
