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Al salir de la habitación de su gemelo, Lawrie se sintió feliz por todo lo que le había dicho a su hermano, suspirando aliviado al saber que ese maldito héroe ya no será un problema en su vida.

O mejor dicho, un pequeño error del montón, porque él no era nadie, aparte, Surge ni siquiera sabía de su existencia o la de su hermano, básicamente sólo era un simple desconocido muy superficial.

Pero claro, tampoco era tan fácil que su querido hermano se olvidará de él, porque una 'desilusión' como esa no podía desaparecer de la noche a la mañana, por lo que se prometió a sí mismo que haría todo lo posible para que Larry se olvidará por completo de Surge.

Aun si eso implicaba hacerlo sentir mal, aun si no fuese de un modo "correcto".

Lawrie salió de sus pensamientos y se dirigió a la sala al recordar el tiradero que hizo por culpa del berrinche de Larry. Recogió el libro que tiró y acomodó las almohada que botó por accidente, además, se comió lo que quedó de su pan cuando se dió cuenta de que se había quedado en el sofá (al menos no estaba sucio).

Luego se dispuso a preparar la cena, recordando aquella época en la que su hermano y él comenzaron a vivir en un pequeño cuarto que rentaron a un muy bajo precio, sin saber muy bien qué hacer o en donde conseguirían un trabajo estable, comiendo carne enlatada hasta el hartazgo.

Hasta que un tiempo después, los dos lograron conseguir un trabajo en Starr Park, en dónde fueron tratados muy bien y gracias al contrato que firmaron al aceptar dicho trabajo, les dieron una humilde casa cercana para que no tuvieran que hacer un largo viaje hasta el parque.

Después de un rato de estar hundido en sus pensamientos, Lawrie había terminado la cena de ambos, y a pesar de que a él no le gustaba esa comida, él quería que su gemelo se sintiera mejor, así que le preparó su platillo favorito; spätzle. Esperaba que su amado hermano lo difrutara más que él, y más porque no quería desperdiciar todo si Larry se negaba a comer. Sirvió dos platos, colocando el plato de Larry junto al suyo como solía hacer cuando uno de los dos se sentía deprimido, y solo porque se sentía inspirado también encendió una pequeña vela aromática y la dejo en medio de la mesa.

—¡¡LARRY VEN A CENAAAAARR!!—Gritó el pelicastaño como si su gemelo estuviese a kilómetros de distancia, sentándose y agarrando un tenedor mientras esperaba a su gemelo.

—¡YA VOYYYYY¡—Pronto su querido gemelo apareció, con una expresión de tristeza que desapareció al fijarse en lo que cenarian de esa noche.

—¡¿Preparaste spätzle?!, ¡AAAAAAAA GRACIAS HERMANITOOO!—Larry abrazo fugazmente a su gemelo y luego se sentó, comenzando a devorar su comida, como si antes no hubiese estado deprimido.

—De nada...—Sonrió feliz al ver a su querido hermano 'comer', sintiéndose satisfecho, olvidándose de todo lo demás. Lawrie lentamente comenzó a comer la pasta, observando atontado al mayor.

¿Ya había dicho cuanto amaba a su querido hermano?

Y mientras Lawrie veía con amor a su gemelo, Larry comía alegre esa pasta que tanto adoraba, sintiéndose especial esa noche porque su amado gemelo preparó su comida favorita, sintiendo una pequeña calidez en su pecho, porque sabía que a su hermano no le gustaba el spätzle, pero aún asi lo preparó para él.

En verdad amaba mucho a su hermano, y más que a si mismo.

Con cada cucharada que comía se sentía mejor que antes, casi olvidando que antes estuvo llorando por el compromiso de un héroe del que no era ni amigo o conocido.

Pasado un tiempo los gemelos terminaron de cenar; Lawrie se sentía satisfecho al ver a su amado con esa hermosa sonrisa que siempre adornaba su rostro,y Larry se sentía feliz al sentirse consentido por su único y amado hermanito, como si antes no hubiera llorado amargamente.

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⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

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