Epílogo

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El final de un camino en muchas ocasiones era el comienzo de uno nuevo. Ya fuese porque era seguido por uno nuevo o porque construían uno. De cualquier manera, creaba una nueva oportunidad para transitar para muchas personas. En el caso de Jungkook y Taehyung, no fue muy diferente. Se podía llegar a pensar que después de todo lo ocurrido y la tardía valentía del mayor para volver a hacer pública su relación de manera oficial, ellos habían llegado al final de su historia, pero no fue más que un nuevo inicio para ambos.

Ellos estaban lejos de resolver todos sus problemas, ambos lo sabían. Nada cambiaba de un día para otro, menos cuando ambos acarreaban tantos grilletes que le hacían desacelerar sus pasos. Jungkook había tocado fondo emocionalmente debido a todo lo ocurrido, demasiados años en donde sintió perderse a sí mismo como persona tratando de adaptarse a alguien más. Taehyung, al igual que él, estaba lleno de problemas que no se pudieron resolver con una conversación ni con los momentos felices que compartieron porque todavía existían nubes grises que por momentos hacía llover sobre su cabeza y lo llevaba a un lugar oscuro en su mente.

Buscaron ayuda dentro de su relación e incluso sin querer, también dentro de su círculo de amistades. Sin embargo, gracias a los consejos de Hoseok y la existencia de Namjoon, también buscaron ayuda profesional. Jungkook no creía en ello, en un comienzo, Taehyung comenzó a ir al psicólogo solo. A veces, lo acompañaba a terapia de pareja, pero tras una pequeña discusión que tuvieron en uno de esos días grises, el recuerdo del pasado y Namjoon, accedió ir a terapia.

Eso tampoco resolvió todos sus problemas, mas encontraron herramientas que pudieron utilizar para ir reconstruyendo algunos caminos y crear otros tantos. De cualquier modo, el reconocimiento de todos dilemas y deseo de resolverlos, los instaron a seguir luchando de una manera diferente a como lo hicieron en el pasado.

— ¿Cuánto tardarás? — Caminando hacia su camerino, Jungkook hablaba por teléfono con su pareja. — Nos retrasamos un poco, pero creo que haremos unas tres tomas más y yo terminaré por hoy. Supongo que en una hora, hora y media yo ya habré terminado.

— No creo que tarde mucho, dependiendo de cuán denso esté el tráfico hoy. — Respondía Taehyung presionando el botón que llamaba al ascensor. — Supongo que hasta la locación en donde están grabando me tomará unos cuarenta minutos aproximadamente si no hay inconvenientes.

— Eso es genial. ¿Cómo te fue en la sesión de hoy?

— Muy bien, he hablado con mi psicóloga para reajustar los horarios debido a que estaremos algunas semanas fuera del país. Para cuando regresemos podremos retomar también nuestras sesiones conjuntas en pareja, bueno, si quieres seguir con eso.

El camino a donde estaban hoy no fue sencillo, desde que se conocieron hubo muchas cosas que los llevaron a tomar decisiones que resultaron conflictivas para ellos en su relación. Muchos altibajos que realmente los llevaron a tocar fondo, pero ahora estaban ahí, cumpliendo su quinto aniversario desde aquella noche en que hablaron por teléfono durante horas, desde que Taehyung aceptó gran parte de sus sentimientos por el pelinegro.

No, ellos no llegaron hasta ahí solamente por la fuerza de su amor, aunque este influyó. Había problemas que solo el amor no solucionaba, fue por ello que ambos tomaron en conjunto la decisión de visitar un psicólogo. Evidentemente, no asistían al mismo, pero en ocasiones esas sesiones de pareja junto al profesional asignado, los obligaron a tener confrontaciones amistosas o simplemente desahogarse juntos en su propio terreno, pero con una buena guía y mediadora.

En dos meses, se cumplirían dos años desde que Taehyung corrió en busca del menor, encontrándolo en su cuchitril. Desde esa vez que volvió a quitarse el velo tras el cual se había estado ocultando, viendo más claro, respirando más puro. Sería mentira decir que todas sus preocupaciones desaparecieron de la noche a la mañana como se comentó anteriormente. Sus temores, los rumores que los siguieron durante casi todo un año y toda la ola de situaciones que se desataron seguido a esa transmisión en vivo, les hicieron cuestionarse algunas veces. Hubo personas que se arriesgaron a contratarlos a pesar del escándalo, porque esta vez no solo eran actores porno que hicieron un trabajo profesional, una simple actuación que de por sí ya estaba mal vista, sino que, más allá de la pantalla, seguían manteniendo una relación amorosa juzgada y poco entendida en Corea del Sur.

Beyond The ScreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora