Hasta la última gota | Chestappen

pick me, choose me, love me, Checo

ando on fire, y de vacaciones (por si no se nota jaja) así que esperen más OS en los próximos días.

quiero felicitar a mi amix  LauraKoretMills por la noticia de su nuevo trabajo!!

y desearles mucha suerte y bendiciones a todas las personas que siguen buscando trabajo, sé que su momento llegará. 

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gracias de antemano por leer las cochinadas que subo, que disfruten. 🤍

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Max lo odiaba a muerte.

Odiaba cómo se la pasaba pegado a las cargadas tetas de su embarazado esposo omega.

Odiaba cómo representaba un alivio para vaciar el exceso de leche materna.

Max se estaba peleando con un extractor de leche, e iba perdiendo.

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Conoció a Sergio cuando, por casualidades de la vida terminaron festejando juntos la victoria en casa de Charles en un club de Mónaco. Sergio o "Checo" como lo llamaban sus amigos era un modelo mexicano de 28 años en ese entonces, que se encontraba en el principado para hacer algunas sesiones de fotos.

Él apenas era un joven alfa en el mundo de la fórmula uno con deseos de ser campeón del mundo.

Por suerte, Charles hizo de cupido para que se conocieran, lo que resultó en un agradable coqueteo entre ambos por el resto de la noche.

Antes de irse, Sergio le dio su número, lo cual consideró una victoria.

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Sergio se sintió muy atraído al joven alfa con aroma a tulipanes que conoció aquella noche en Mónaco, tanto así, que le regaló su número antes de irse, cosa que no hacía con prácticamente nadie.

Diría que se sintió sorprendido cuando a los dos días después de la fiesta, el rubio le escribió para invitarlo a tomar un café, pero sería mentir. Podía observar claramente como ese pequeño alfa era gobernado por sus impulsos.

Cuando llegó a la ubicación compartida previamente por Max, pudo observar que era un colorido café en el centro de Mónaco. Con su corazón comenzando a latir fuerte en su pecho, entró al establecimiento, divisando rápidamente al alfa, que ya encontraba ubicado en una mesa.

Al acercarse pudo ver como Max levantaba la cabeza y lo observaba con una sonrisa.

—Hola, Max— mencionó el castaño omega mientras tomaba asiento.

—¿Cómo estás, Sergio?— sonrió el rubio mientras colocaba sus manos sobre la mesa.

Hablaron esa tarde por horas, Checo le comentaba sobre su trabajo no solo como modelo, sino también como activista en pro de los derechos omegas en su país. Habló sobre cómo fue crecer como omega en un lugar como México, sobre iniciar su carrera a los 21 años, y sobre lo mucho que le habría gustado ser piloto de carreras de no ser porque en esos tiempos "era un deporte solo de alfas", todo esto mientras tomada suaves sorbos de su humeante café.

Si Max todavía no estaba flechado por Sergio por la noche anterior, escucharlo hablar tan ferozmente sobre sus objetivos y aspiraciones, y el hecho de poder oler el delicioso aroma a roles de canela del omega, lo hechizó por completo.