Un extra muy necesario, más amoroso de lo que se pensaría.
— 🪼Una extraña sensación se cuela en aquel omega que recién despierta, su corazón se siente agitado después de aquella noche donde pudo estar tan cerca de su esposo, y de pronto una idea apareció en su mente. Cachorros, quiere Cachorros.
Sergio sale de la habitación para así encontrarse con que su Alfa había salido hace tiempo de su hogar, un pequeño puchero se encuentra dibujado en sus labios mientras pasos lentos son ejecutados hasta llevarlo al sofá; Se acurrucó cerrando los ojos mientras tomaba la camisa que Daniel había dejado anteriormente.
"Vuelve pronto a casa, Alfa.." Piensa mientras su cuerpo tiembla bajo el simple aroma que inhala de la prenda, el celo del omega había llegado justo en ese momento dejando que la casa se bañara en su aroma rápidamente, en cuestión de segundos el olor a frutos era lo único que se percibía en aquella humilde morada, Sergio pensaba en que su aroma podría llamar al Alfa.
Y no estaba equivocado, Ricciardo que a kilómetros se encontraba sintió un pequeño cosquilleo por su abdomen, pronto su lobo sintió el calor que extrañamente invadía todo su ser hasta el punto de solo pensar en su esposo, Max miró al mayor confuso por el cambio repentino que se observo.
"¿Esta bien, Coronel?" Habla el neerlandés regresando a Daniel de su burbuja mental, el australiano asiente aflojando su chaleco mientras sigue caminando por la cierra donde se encuentran, tenían una misión de busqueda. Pero internamente el alfa se encontraba en un lío, sabía muy bien que la marca lo llamaba con intensidad y su lobo estaba a segundos de dar la vuelta e ir a donde su omega, un sentimiento que cala en su pecho.
"Sigan andando, las coordenadas dicen que están cerca" Habla Daniel tratando de concentrarse totalmente en su misión.
Pasan las horas, y durante todo ese tiempo algo incomodo se siente en su ser. Ricciardo se siente abrumado y cuando tiene la oportunidad sale de su cuartel caminando con rapidez hasta el pueblo, incluso su cuerpo lo manda a correr necesitando sentir la calidez del omega.
Sergio que después de horas se mantuvo en su habitación dejando un desastre en el armario del Alfa, camisas, pantalones, boxers, todo fue utilizado para acomodar aquel nido que el omega creo en un momento segado por su celo y esa necesidad de un refugio. El aroma del Alfa impregnada en sus prendas daba un confort para su lobo que desea sentir a Ricciardo, sus sentidos se agudizan cuando la puerta se escucha y ante ello ambos sienten su necesidad.
El australiano siente el golpe del dulzor ajeno invadir sus fosas nasales, quema tan bien que mientras se dirige a la habitación va sacando sus prendas, las botas quedan en el camino, su chaleco y su camisa también quedan fuera de la ecuación hasta abrir bruscamente la puerta. Es hermoso, su omega luce tan bien que la escena sólo provoca un sentimiento tan puro.
"Omega.." Murmura Ricciardo dando pasos lentos hasta mantenerse lo más cerca posible, espera a que su esposo le dé permiso para adentrarse al nido donde poco después el tapatío lo atrae con cuidado, ambos sienten sus cuerpos picar y cuando por fin sus labios de unen crean la explosión de sabores más intensa que en algún momento pudieron sentir.
Las manos de Daniel recorren las piernas de Sergio con lentitud, muerde con fuerza los labios ajenos para seguir un ritmo levemente intenso que provoca un cosquilleo.
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Coronel | Checo & Daniel.
FanfictionTiene dueño, sabe muy bien que sin importar el momento tendrá que acatar sus exigencias.