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14:02 —  Buenos Aires; Argentina.


EN ESTE MOMENTO ZAIRA RECIÉN se estaba despertando. Ayer se había acostado y se quedó profundamente dormida. Cuando se despertó, se quedo un rato con el celular, hablando con Pipe por lo que Zaira le tenia que decir a Blas. Estaba re nerviosa, no sabía cómo iba a reaccionar el hermano y tenia miedo de que reaccione muy mal.

Por otro lado, Pipe estaba algo nervioso, bastante nervioso. El sabia perfectamente como iba a reaccionar Blas y sabe que se va a enojar con él por un buen tiempo. La idea era que los dos le digan a Blas pero al final Zaira tomo la decisión de decirle ella sola por miedo a que llegue a pasar algo.

Después de que Zaira haya terminado de hablar con Blas, se levantó de la cama y fue a preparar la ropa para pegarse un baño y sacarse la cara de dormida. Cuando se terminó de bañar, se peinó y se puso sus zapatillas para después bajar a ver si encontraba a blas. Lo cual no lo encontró porque Blas habia salido a comprar cosas para la casa ya que estuvieron dos semanas en otra ciudad y habia que comprar un par de cosas.

Mientras Zaira esperaba a Blas estuvo pensando bien que decirle y como empezar. Los nervios la estaban matando. Pensó en dejarlo para otro día pero no quiere que blas se entere por otra persona y que termine siendo mucho peor la cosa.

Después de diez minutos, más o menos, Blas habia llegado con bolsas en sus manos. Habia comprado lo suficiente y lo que comen los dos. Mientras Zaira ayudaba a su hermano acomodar la mercadería, Blas la notaba nerviosa porque se re daba cuenta que lo estaba.

—¿Te pasa algo a vos? —Habló el pelinegro rompiendo el silencio.

—No. —Contestó la morocha para después arrepentirse de lo que dijo. —Bueno, si. —Agregó mirando a su hermano. Largó un suspiro lento y dijo: —Tenemos que hablar.

—¿Pasa algo? —Preguntó Blas algo preocupado por la actitud de su hermana.

—Si. —Respondió ella. —Veni. —Zaira agarró la mano de su hermano y empezaron a caminar hacia el sillón. —Prometeme que no vas a hacer una boludez, ¿Si?

—¿Que hiciste ahora, Zaira? —Preguntó su hermano acomodándose en el sillón.

—Pasa que...—La chica se quedó en silencio. No sabía cómo empezar, estaba nerviosa que hasta jugaba con sus dedos.

—Me estás preocupando, hacela corta. —Insistió Blas mientras se ponía nervioso él.

—Bueno pará. —Respondió Zaira. —No es facil lo que te quiero decir. — Volvió a largar otro suspiro. —¿Te acordás que te dije que estaba empezando algo con un chico? Que lo estaba conociendo y eso.

loco !¡ felipe otaño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora