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Amalia despertó de golpe, miró a su alrededor, ¿fue un sueño? Estaba en medio del campo de batalla, todo estaba lleno de hiedra, había hogueras con personas. Un caballero de armadura plateada estaba a punto de enterrarle su espada el cuello, no podía distinguir nada más que los ojos de él, verdes, llenos de odio, cansados... Miró hacia la ventana, la lluvia no le permitía escuchar a la voz en su cabeza que rogaba por más horas de sueño, se levantó de su cama, tomó una frazada y una porta velas encendida. Sería otra noche yendo a dormir con Taylor y Jack.
Era lo normal para ella, siempre era la misma serie de pesadillas, no había noche sin un sueño así. Siluetas que parecían familiares, pero no podía ver nada más que sus ojos. Tocó la puerta, incluso la abrió, pero no había nadie, sólo un lienzo sin terminar, obra de su hermano sin duda. Salió de la habitación, caminó con sus pies descalzos por los pasillos del palacio, cerraba los ojos con cada trueno de la tormenta, los cuadros de sus familiares parecían atormentarle. Pero ya todos ellos estaban muertos, enterrados bajo tres metros de tierra, definitivamente tendrían mejores cosas que hacer en el otro lado que molestarla.Admiró el retrato de su difunto tío, el rey Joseph, no era alto, pudo medir lo mismo que su madre, tenía el cabello castaño cobrizo, ojos verdes, un bigote y cejas no tan pobladas. Jack solía hacer varios chistes sobre él, incluso, cuando ella estaba más joven, le decía que, si no se comportaba, el tío Joseph iba a llevársela y acabaría con ella justo como acabaron con él. Incluso las sirvientas y los guardias decían verle y escucharle en la torre donde "se quitó la vida".
— No me mires así. — pidió, siguiendo con su camino.
Llegó hasta un cuarto con las luces encendidas, escuchaba murmullos, pero era tan difícil para ella saber qué decían por la lluvia. Golpeó la puerta tres veces, las voces pararon, segundos después una figura que sólo puede describir como angelical se aparece frente a ella con una luz divina. El cabello corto y rubio, casi yendo a pelirrojo, los ojos grises violáceos, los labios rojos. Hermosa, definitivamente la mejor creación de las diosas.
— ¿Mali? ¿Qué haces despierta a esta hora?
Sólo era Taylor, dejó que entrara, ahí se encontraba su madre y su hermano, Jack tenía el ceño fruncido, sus rizos negros estaban más revueltos que de costumbre, sus ojos verdosos miraban con reproche a la reina. Definitivamente no podía ser tomado en serio si sus mejillas llenas de pecas estaban enrojecidas por la rabia contenida. La monarca no estaba mejor, frotaba su sien intentando calmarse, con su cabello despeinado, ojeras y una taza de café en su otra mano.
— ¿Qué pasa? — preguntó curiosa por la escena.
— Tontos asuntos políticos Mali, vuelve a la cama. — le dijo Jack cambiando su enojo por una sonrisa.
— No puedo dormir.
Taylor se la llevó a rastras de nuevo a su habitación, prometiendo que su hermano mayor iría de inmediato. La mayor se dedicó a cepillar su cabello largo rojizo, trenzándolo para que no le molestara cuando se acostase. El azabache llegó luego de unos minutos, suspirando de cansancio, quería saber más sobre lo que se habló mientras ella no estaba, la rubia le restó importancia. Ambos preguntaron por su sueño mientras la arropaban y se acostaban también, dejándola en medio, pero...
— No lo recuerdo. — dijo en medio de un bostezo.
— Bueno, no debe ser importante.
Asintió, quedándose dormida mientras Taylor cantaba una canción de cuna y Jack le hacía piojito en la cabeza.
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𝐃𝐚𝐫𝐜𝐲'𝐬 𝐎𝐥𝐝 𝐏𝐫𝐨𝐩𝐡𝐞𝐜𝐲
FanfictionDos polillas y una vela. La sangre que correrá por los campos de lavandas de Thornley no era opcional, estaba escrito en la profecía. Ola nuevo lector y quien quiera releer, soy Bry aka miji, un gusto. Bienvenid@ a Darcy's Witches, o como le decimos...