Elise se sentía horrible, sentía su estomago revuelto y su cabeza palpitando, sus pulmones apenas podían tomar suficiente aire para no perder la consciencia sobre su entorno. Sus extremidades estaban flácidas por el agotamiento y sentía como sus parpados le pesaban y le picaban por la irritación. Imagina todo eso pero multiplicado por 10, así se siente estar enfermo por radiación o al menos así lo siente Elise.
Ella junto a su pequeña y querida hija, su luz en la noche oscura Marceline habían estado viajando por el país desde que todo comenzó. Caminando entre las vacías y destrozadas calles, lo peor era cuando habia cuerpos en ellas; estaba segura que su hija jamás olvidaría la imagen de esos cuerpos pútridos y deformes en el suelo con liquido radiactivo saliendo de los orificios de su apenas humano rostro. Su hija afortunadamente habia permanecido a salvo de la radiación que asolaba el mundo, era de esperarse cuando tu hija es medio demonio del lado de su padre. Esa palabra casi la hacia gruñir, el no era un padre… Era un idiota inmadura que la ilusiono y la dejo tan pronto comento que estaba embarazada diciendo que volvería cuando estuviera lista para gobernar su reino como la heredera al trono. El recordar como esas palabras salían de su estúpida boca con tanta naturalidad y orgullo le hicieron sentir un asco que pocas veces habia sentido.
Desde entonces no lo volvió a ver pero si su hija, antes que todo ocurriera le comentaba como su padre la visitaba cada tiempo. No solían ser mas que al menos 2 veces cada año o incluso ninguna al año. Cuando todo comenzó y la guerra estallo ella esperaba que al menos el llegara y se llevara a su hija, al menos estaría mas segura en otra dimensión por mas caótica e infernal sea mientras este bajo el cuidado de ese hombre… Pero el nunca vino… Ni siquiera su hija comento de alguna de sus escasas visitas.
Gimiendo dolorosamente al sentir el dolor de cabeza aumentar no pudo evitar recordar su mayor desgracia y peor era lo que ocurría justo ahora. No era el hecho de estar en las puertas de la muerte si no mas bien el dejar a su hija sabiendo el mundo que le esperaba allá afuera, tenia la esperanza de que al menos alguien la encontrara y por eso la mando afuera para que obtuviera comida. Eso solo fue un truco, ella lo que quería era irse, no por que quiera abandonar a su pequeña, no. Solo no quería que ella viera su cuerpo muerto posiblemente generándole un trauma. Si el dejarla también podría generarle uno pero seria menor a ver su cuerpo en el suelo.
Pero para su desgracia… Estaba demasiado débil para siquiera moverse y lo peor ocurrió, su hija volvió con su pequeña mochila llena de latas de comida que dejo caer tan pronto como vio su estado. El dolor en su corazón fue mayor al sufrimiento del resto de su cuerpo al ver las lagrimas de desesperación de su pequeña luna; peor fue no poder decirle nada para intentar calmarla… Estaba demasiado cansada para siquiera poder soltar algo que no sean murmullos ininteligibles. Tuvo que ver como su hija salía para gritar en busca de alguien que pudiera ayudarlos. Pero ella sabia que no vendría nadie por que simplemente no habia gente o no al menos lo suficientemente cerca para siquiera escucharlos. O eso pensó en primera instancia.
Ahora solo pudo ver como un hombre mayor con piel azul, cabello y barba blanca junto a un chico preadolescente de cabello rubio hacían todo lo posible para ayudarla en su situación. Esto la reconforto tanto por su amabilidad por intentar ayudarla y por saber que personas tan amables cuidarían de su pequeña o al menos eso esperaba; tuvo que ver como la determinación por ayudarla comenzaba a cambiar a tristeza al ver que poco o nada podían hacer, no los culpaba hasta ella sabia que no le quedaban mas que minutos máximo un par de horas antes de dar su ultimo respiro.
Observo con una débil sonrisa como el hombre mayor apartaba un poco a su hija y ponía sus manos en los hombros dándole unas palabras que aun que no pudo escuchar sabia que eran unas que intentaban confortar a su pequeña hija la cual tenia una cara de preocupación y miedo que le rompía el corazón. También vio el rostro de aquel hombre mientras intentaba explicarle de la mejor forma posible a la niña y no pudo evitar sentir compasión por aquel hombre qué claramente no disfrutaba de tener que decirle a una niña de solo 6 años que su madre iba a morir.
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Aventura Ninja / Naruto en Hora De Aventura
FanfictionCuando una grieta aparece, un niño del mundo ninja llega a un mundo donde tendrá que combatir contra seres sacados de sus peores pesadillas capaces de utilizar la magia mientras el tendrá que aprender tanto sobre la energía de su mundo original como...