Capitulo 1: Calido

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22 de Septiembre, 2004, 12:00 AM

El silencio inundaba la calle en la penumbra de la noche, la única luz que había era la de la bella Luna que alumbraba una devastada calle, como si en ella se hubiese dado una mortal y encarnada lucha por bestias y de repente unos pasos en la lejanía podían ser escuchados, seguidos por una sombra que era lo único visible en la desolada noche, la sombra parecía ser de procedencia femenina y está poco a poco fue achicandose pues esta cada vez estaba más cercana a su destino...

-He llegado lejos...- exclamó la voz proveniente de aquella mujer que había provocado los ruidos. - Sin embargo mi viaje aun no termina y el tuyo aun debe empezar. - Mientras esta sostenía lo que era un bebé que parecía tener a lo mucho 4 o 5 meses de haber nacido, este era cubierto por una manta de color rojo muy gruesa- Pero yo no estare a tu lado, lo mejor para ambos es que no nos veamos mas... pero desearia que no tuviera que ser asi.- Mientras decía estas palabras con un tono de voz suave y maternal, pero firme.

Mientras más avanzaba la mujer cada vez peor se encontraba la calle, era algo difícil caminar por esta, ya que o tenía varios baches o simplemente una gran parte del concreto había sido destrozada ya que ahora tenía cientos de cráteres, la mujer simplemente se las arregló para poder avanzar por el camino, pues ya no quedaba nada que hacer en ese lugar, ningún propósito más que llegar a un destino incierto.

Al parecer ella había estado caminando por mucho tiempo incluso con el niño en brazos,ya que la vestimenta de ella estaba muy desgarrada y sucia, el camino había terminado, pues lo que ella podía observar era una gran cantidad de  árboles con una enorme cuesta de escaleras que llevaban hacia arriba y sin más la mujer comenzó a subir por estas y al poco tiempo alcanzo la cima, lo que tenía enfrente era una enorme casa de color blanco, que poseía tres pisos y tenía un patio muy amplio sin embargo ella cerró sus ojos y concentrándose noto que este lugar era el apropiado, aún así esta casa era resguardado por una cerca de metal, la mujer al ver la cerca simplemente saltó esta sin dificultad un salto de la tal magnitud que dejaría a un caracal en ridículo y al caer esta se colocó de tal modo que no fuera a molestar al pequeño bebé.

Al ir caminando hacia la puerta de esta casa la mujer comenzó a ser invadida por distintos pensamientos, trataba de ignorarlos de solo avanzar y dejar a su pequeño en este lugar para que al menos el pudiera tener un mejor futuro del que tendría si se quedara con ella. Aún así el instinto maternal era fuerte y no deseaba separarse de su bebé, maternidad o un mejor futuro esa era la cuestión.

Pero finalmente y con los brazos temblando ella finalmente dejó a su bebé dentro de una cesta de madera y hojas.

-Bien, aquí estarás mejor....- Esta simplemente camino hacia la puerta y recostó al bebé en la cesta. - Adiós.... Zack.... - La mujer diría estas palabras pero su cuerpo se negaba a moverse y avanzar como si nada. Se arrodillo frente a la cesta, su bebé dormía absorto al estado de ella, con suavidad acaricio suavemente la mejilla del pequeño ser y una tenue sonrisa se dibujo en su rostro, aún así percibió el sonido de unas ramitas rompiéndose y el revoloteo de las alas de unos pajaritos. Poniéndose de pie volteó hacia atrás viendo que el Sol comenzaba a salir, con paso firme empezó a caminar y dando un último vistazo a la distancia salto la cerca al caer muy brevemente mechones de cabello rojizo fueron visibles pero ahora si, ella había desaparecido del lugar.

Zack: la leyenda (Nueva versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora