Leyendas Escritas

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Saito: y hemos vuelto amigos.

Ay qué bonitas son las mañanas, despiertas después de una buena siesta, escuchar a los pajaritos y dejarse llevar por sus sonidos. Un buen silencio para escucharlos, y lo que no puede faltar, una buena chocolatada. Eso era lo que pensaba la espíritu apodada como Princess.

Tohka: ya casi está. *Preparando chocolate caliente*

La tan amada y querida princesa estaría preparando un buen chocolate caliente para acompañar la hermosa mañana. Desde lo sucedido pasaron un par de días, Shido y Tohka no iban a la preparatoria, o por lo menos aún. Mikleo llevaba a Shido a ciertos lugares y sobre todo a trotar, haciendo que Shido recorra 10 Km por día y próximamente a 20 Km. Con Tohka ella siempre observaba a Shido en sus ejercicios, ver cómo se cansaba y terminando reprochando a Mikleo por un trabajo tan duro era divertido. Mikleo para hacer que Shido corriera sin parar lo atacaba con varios chorros de agua, ya que es un serafin de agua y puede crear y controlar el agua.

Tohka le contaba todo lo que pasaba a Miku, ya que la idol estaba fuera de la ciudad pero estaba cerca de llegar y así apoyar a su Darling con todo lo que pueda. Con Mana ella ayudaba a Shido con Saldanphon, haciendo que entrene primeramente con espadas de maderas y finalmente con espadas reales, en el caso de Shido el tomaba a el angel. Con Mana ella usaba su unidad CR para sus combate de entrenamiento, ella poco a poco aceleraba el ritmo para hacer que Shido tenga más agilidad y reacción en todo. Ahora ya puede manejar a Sandalphon muy bien, al menos ya puede defenderse de una mejor manera, aunque él no estaba conforme. Según él dice que el poder es primordial por lo que Shido le pide a Mana que atacará con todo. Era cierto que él se quejaba de correr tanto con Mikleo pero esto era distinto.

Mientras el tiempo pasaba el Serafín le contaba varias leyendas que estaban escritas en el libro que él tiene, la crónica celestial. Un buen libro, algunas leyendas son ciertas otras no o por los momentos aún no son confirmadas, pero gran parte era verdad.

Con Saito él rompía la cuarta pared un chingo de veces, y hablando de la cuarta pared Shido dejo de hacerlo muy seguido, pero de vez en cuando lo hacía cuando le hablaba a Saito.

Tohka: ¡listo! *Apagando la estufa*

Ya dejando la palabrería la chica serviría el cholocate caliente en tres tazas, una para Shido, una para ella y una para el Serafín.

Tohka: *poniendo las taza en el comedor* ya terminé. ¿Uy?

La chica miraría hacia un peluche. Tenía como una cierra en su cabeza, su cuerpo era de color naranja y con patas pequeñas. Tohka se iba acercar para verlo más de cerca pero el peluche se movería, eso haría asustar un poco a Tohka, y...

Shido: *pasando por la puerta* ya llegamos.

Peluche: ni modo que pasarán por el techo.

Shido: tienes raz- un momento...

Mikleo: *señalando el peluche* ¿esa cosa acaba de hablar?

Tohka: ¡Shido, se metió un peluche a la casa!

Peluche: ¡Mamá, se metió Tablos a la casa!

Tohka: ¡AAAHHHH! *Poniéndose atrás de Shido*

Shido: carajo, ¿quien eres o que eres?

El Camino De Un Espíritu: RemakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora