ɢᵃᵗᵒˢ ᴠᵉᶜⁱⁿᵒˢ. [RadioApple]

Tan Raro.

Habían pasado dos días, ¡DOS! desde la última vez que había interactuando con el nieto de la vecina, ese imbécil era un dolor de cabeza, desde mi casa se escuchan las interminables peleas con su abuela, siempre peleaban por lo mismo.

¿Que le costaba dejar en paz las cosas de la anciana?Durante todo el día lograba escuchar:

"Alastor deja ahí" "Alastor yo lo limpie ayer" "Alastor suelta eso de una vez" ALASTOR, ALASTOR, ALASTOR, DE ESA MALDITA CASA SOLO SONABA  A L A S T O R

—.¡ALASTOR!.— Resonó el grito por toda la calle, que digo, el maldito mundo.

Molesto voltee a ver a Catástrofe que estaba sobre la cama sentado aún lado mío. Yo estaba cubierto por la cobija, asomaba mi cabeza para poder verlo. A decir verdad mi cama era como un nido, a mí alrededor había peluches y almohadas que yo mismo había acumulado, me apretujaba entre todo eso y de alguna forma creaba un nido.

—. Estoy harto, Catástrofe, ¿No pueden estar en paz?.— Saque una de mis manos lentamente.

Catástrofe me miro con el mismo enojo que yo, solo que a el se le desvio un ojo en el proceso, verlo me hizo reír, estire mi mano para jalarlo junto a mi, castrofe accedió y se acomodo a mi lado.

—. ¡Alastor! ¡Suéltalo ya!.—

—. ¡Abuela!.—

Suspiré al seguir escuchando sus gritos, detestaba las paredes de mierda que tenían estás casas, era testigo de los gritos de la vecina y su nieto, no solo eso también me obligaba a escuchar la vida sexual activa de el otro vecino, era tan patético estar entre dos personas con más vida que yo mismo.

Si, habían pasado dos días y esos dos días no me había dignado a salir y mucho menos a hacer algo, de hecho... Ahora que lo pensaba llevaba esos dos días tirado en cama... Ni siquiera me había dado una ducha, comido o simplemente realizar las cosas del día a día, estaba asquerosamente inmóvil sobre mi cama, había tenido una especie de derrumbe emocional y me negaba a salir, castrofe trataba de sacarme, pero era imposible, hasta Catástrofe se cansaba y solo me hacia compañía.

Suspiré y pegue aún más a catástrofe a mi cuerpo, este se negó y se libero de mis manos, yo unicamente le dirigí una mirada llena de cansancio, nisiquiera sabía cómo era que estaba cansando, si había dormido durante los dos días, ¿No era suficiente?

A tientas busque mi celular, que al levantarlo encendió la pantalla de bloqueo.

[Sin notificaciones.]   

[ 3:00 p.m.]

Nada, como siempre, no era novedoso, no había nadie en mi vida lo suficientemente interesado por mi, mentiria si dijera que al prender mi celular no esperaba alguna notificación, sin embargo nunca había nada, ni siquiera textos de spam, siempre estaba vacío, mi vida estaba vacía y el único culpable era yo mismo.