Esa noche, Enzo decidió salir a caminar por el barrio de Danilo. Necesitaba despejar su mente y pensar en todo lo que había sucedido recientemente: la confesión de Felipe, su propia aceptación forzada y los sentimientos confusos que lo abrumaban.
El barrio de Danilo no era el más seguro, pero Enzo se sentía atrapado y la noche fresca le ofrecía un respiro. Caminaba con las manos en los bolsillos, sin rumbo fijo, sumido en sus pensamientos.
De repente, escuchó unos pasos apresurados detrás de él. Antes de que pudiera reaccionar, dos figuras emergieron de las sombras y lo rodearon.
—Eh, amigo, ¿tienes un cigarrillo? —preguntó uno de los hombres, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
—No, lo siento, no fumo —respondió Enzo, tratando de mantener la calma mientras su corazón latía con fuerza.
—Entonces, tal vez tengas algo de dinero para nosotros —dijo el otro, acercándose peligrosamente.
Enzo retrocedió un paso, sus ojos buscando una salida. Pero antes de que pudiera hacer algo, el primer hombre lo agarró del brazo y lo empujó contra la pared.
—¡Oye! ¡Déjenme en paz! —gritó Enzo, su voz quebrándose con el miedo.
Los hombres empezaron a revisarle los bolsillos, sacando su billetera y su teléfono. Justo cuando Enzo pensaba que las cosas no podían empeorar, escuchó un ruido de pasos apresurados y una voz conocida.
—¡Eh! ¡Déjenlo en paz! —gritó Danilo, corriendo hacia ellos.
Los asaltantes, sorprendidos, soltaron a Enzo y se volvieron hacia Danilo. Uno de ellos intentó lanzar un golpe, pero Danilo lo esquivó y le devolvió un puñetazo directo al estómago. El otro hombre, al ver a su compañero derribado, decidió huir.
Danilo se acercó a Enzo, quien estaba temblando, pero ileso.
—¿Estás bien? —preguntó Danilo, ayudándolo a levantarse.
—Sí, creo que sí. Gracias, Danilo. No sé qué habría hecho sin ti —respondió Enzo, respirando con dificultad.
Danilo recogió la billetera y el teléfono de Enzo del suelo, entregándoselos.
—Tienes que tener más cuidado. Este barrio no es seguro por la noche —dijo Danilo, con una mezcla de preocupación y alivio en su voz.
Enzo asintió, aún recuperándose del susto. Danilo lo miró con intensidad, sus sentimientos por Enzo aún presentes en su mente.
—Vamos, te llevaré a casa —dijo Danilo, colocando una mano protectora en el hombro de Enzo.
Mientras caminaban juntos hacia el coche de Danilo, Enzo se dio cuenta de cuánto significaba Danilo para él. Quizás, más de lo que había querido admitir.
*
Juani y Blas se alejaron, pero Juani no podía apartar la imagen de Enzo de su mente. Algo en los ojos de Enzo, esa mezcla de miedo y gratitud cuando Danilo lo rescató, había despertado una curiosidad profunda en él.
Mientras tanto, Danilo llevó a Enzo hasta su coche y lo ayudó a sentarse en el asiento del pasajero.
—De verdad, gracias, Danilo. No sé qué habría hecho si no hubieras aparecido —dijo Enzo, aún temblando ligeramente.
—No tienes que agradecerme. Solo asegúrate de no caminar solo por aquí de noche —respondió Danilo, encendiendo el motor.
Condujeron en silencio por un rato, ambos perdidos en sus pensamientos. Enzo pensaba en la confesión de Felipe y en cómo sus sentimientos estaban más confundidos que nunca. Danilo, por otro lado, estaba preocupado por el nuevo jugador en el negocio y por la seguridad de Enzo.
—¿Quieres hablar de lo que está pasando? —preguntó Danilo finalmente, rompiendo el silencio.
Enzo miró por la ventana, considerando la pregunta. ¿Debería contarle a Danilo sobre Felipe? ¿Sobre sus propias dudas y confusiones?
—No estoy seguro de por dónde empezar —admitió Enzo—. Todo se siente tan... complicado.
—Bueno, a veces solo necesitas decirlo en voz alta para que tenga más sentido —dijo Danilo con una sonrisa alentadora.
Antes de que Enzo pudiera responder, llegaron a su apartamento. Danilo estacionó el coche y se volvió hacia Enzo.
—Mira, no tienes que hablar si no quieres. Pero estoy aquí para ti, siempre —dijo Danilo, con sinceridad en sus ojos.
Enzo sintió una oleada de gratitud. Sabía que podía confiar en Danilo, y eso le daba un poco de paz en medio del caos.
—Gracias, Danilo. De verdad —dijo Enzo, saliendo del coche.
Danilo esperó hasta que Enzo estuvo dentro de su edificio antes de irse. Tenía muchas cosas en mente, pero sabía que primero debía asegurarse de que Enzo estuviera bien.
Mientras tanto, Juani, incapaz de sacarse a Enzo de la cabeza, decidió tomar una acción. Esa noche, se sentó con su laptop y empezó a buscar información sobre Enzo. Descubrió que era un actor conocido en ciertos círculos, y la curiosidad de Juani solo creció. ¿Qué lo había llevado a ese barrio? ¿Y quién era Danilo en su vida?
Juani sabía que no sería fácil, pero estaba decidido a acercarse a Enzo. Tal vez Blas tuviera razón al decir que estaba soñando despierto, pero a veces, los sueños eran el primer paso hacia algo real.
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Just one possibility ||DanEnzo
FanfictionEnzo conoce a Danilo, se termina enamorando de él, pero hay un problema ambos tienen distintas clases sociales. Danilo (Personaje de Matías Recalt en "apache")