¡Trol!

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Capítulo 2: ¡Trol!

¡Hufflepuff!

Esa era la casa a la que pertenecía en Hogwarts, otras personas pensarían que preferiría a Gryffindor, y que no le gustaría ser un Hufflepuff.

Pero no, aunque era una lastima no estar en la misma casa que Nevila, Hermione, Rhona o Harriette. Realmente le gustaba Hufflepuff, habían cactus bailarines, ¿Cómo no le gustaría?.

Era un lugar acogedor y con tan solo esa palabra ya pensaba que había descrito todo lo que había en su interior, luego añadiría que había mucho amarillo y plantas allí.

Era la casa de los leales y trabajadores, y aunque valoraba la valentia, debía de admitir que el trabajo duro era más lo suyo.

Incluso el fantasma de la casa no era tan malo, igual era muy incómodo estar a su lado, pero no era como los otros fantasmas.

No quería estar en la misma habitación con el fantasma de Slytherin, ese si que era aterrador o el indeseable de Peeves.

Al menos Peeves no era un fantasma del todo, por lo que le explicó el Fraile Gordo y Hermione.

Si, había hablado con el fantasma, bueno el Fraile había hablado con el. Lo bueno es que no había nadie para verle temblar.

Aunque quizas debía de dejar de hablar de su casa de Hogwarts , que por cierto estaba justo al lado de las cocinas, cosa que agradecía por que sino hubiera pasado mucha hambre por todas las veces que se perdía en el colegio.

Y tambien debía de dejar de hablar de fantasmas, especialmente fantasmas.

Ya se había hecho bastante infame, desde el primer día de hecho.

¿Cómo lo había hecho en tan poco tiempo?

Pues sencillo, después de ser seleccionado en su casa, se giro, señalo a Dumbledore y grito con todas sus fuerzas que se volvería el mago más poderoso de todos.

—¡¡Me convertiré en el mejor, no de ahora de todos los tiempos!!— Eso fue lo que grito antes de salir corriendo hasta su mesa.

Ya por eso muchos en Hogwarts se burlarían de el, incluso le llamarían como un falso Hufflepuff, pero lo que realmente le hizo infame fue su desempeño en las clases.

Realmente en Herbologia y Astrología era bueno, mientras que en la historia de la magia era decente, las clases eran aburridas, pero se mantenía despierto por estar bastante asustado por el profesor, ¡¡Que era un fantasma!!.

Casi parecía ser una broma, una forma de castigarlo por las que el había hecho.

Pero en las otras clases, donde tenía que usar magia activamente era, bueno, un desastre.

Solo tenía que recordar como en clases de transformaciones había transformado un escritorio entero en metal, ¡Solo tenía que transformar una cerrilla en una aguja!.

En clases de Encantamientos no fue tan exagerado, de hecho si hizo levitar una pluma con el encantamiento Wingardium Leviosa, que era la tarea que les había encomendado el profesor Flitwick. El problema fue como lo hizo.

La pluma, voló como loca por toda el aula, hasta que Flitwick la detuvo con un movimiento de su varita.

El profesor de hecho le felicito, aunque dijo que tendría que trabajar con el control.

Aunque hablando de los profesores, tenía que hacer un especial énfasis en dos de ellos.

El de defensa contra las artes oscuras, Quirrell, un tipo bastante nervioso y que siempre llevaba un turbante, por alguna razón tenía un mal presentimiento de el, aunque no estaba muy seguro, no parecía realmente peligroso, incluso sus clases eran más teóricas que otra cosa, pero no le gustaba ese tipo.

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⏰ Última actualización: Oct 17 ⏰

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