Wildest Dream: Freedom to escape

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-¿Estás segura de que quieres hacer esto? -me preguntó Isabela delante de las puertas del infierno.

-¿Para que tenemos una maga hacker entonces? -protesté-. Ya está la nueva identidad, el piso en Seúl, la casa en Australia, y todas mis pertinencias redistribuidas. Theron está ahí abajo con el coche y Vik esperando en el jet para salir volando. Llevo preparada para esto toda la vida.

Isabela asintió y forzó la cerradura de la casa. Había fundido mis llaves solo por ver algo que les pertenecía a ellos desintegrarse por completo.

Entramos y fuimos directamente a la nevera. Cogimos todo el alcohol que había, (un montón, claro) y empezamos a bañar la casa con ello. Ya no me preocupaba mi cueva, como le había apodado a mi habitación, porque estaba vacía, ya no quedaba nada mío ahí, solo los ecos de mis traumas. Rocié la habitación entera.

Cuando hubimos acabado, colocamos las cámaras y salimos. Los dispositivos, que tenían el tamaño de una ficha de dominó, se volvieron invisibles. Magia tecnológica, pensé con una sonrisa. Cuando la casa explotara, las mini cámaras simplemente desaparecerían como si nunca hubieran existido, dejando cero pruebas.

Salimos, bajamos la bajada y nos montamos en el coche, donde nos estaba esperando mi hermano mayor en el asiento del conductor y Amber en el de detrás.

-Listo -dije cerrando la puerta.

La maga encendió el portátil y desde él pudimos ver toda la casa. Cuando le dio al botón del enter, los tres nos giramos para ver a un hombre venir desde arriba del parking.

-Me sorprende que solo hayas querido volar la casa, en vez de matarlos a todos -me confesó mi hermano.

-Bueno -interrumpió Isabela-, volar la casa y absolutamente todos y cada uno de los bares que hay en el barrio.

-Arranca -ordené, a lo que mi hermano obedeció de inmediato-. Con la nueva identidad y las puertas abiertas de Thedas, poco me importa el resto.

-¿Por qué has querido una nueva identidad si con mi magia puedes volar esto y que nadie te diga nada? -me preguntó la hacker rubia levantando la vista del ordenador un momento.

-¿Y quedarme con mi nombre de nacimiento? -arqueé una ceja.

Silencio.

-Es verdad, sí, se me olvidaba esa parte -volvió la vista a la pantalla.

-A pesar de todo, vas a seguir viniendo a la sede que tenemos aquí -mi hermano, que era pelirrojo natural, no como yo, que estaba teñida, me miró de reojo-. Y seguir estudiando en la academia.

-Pues claro -me encogí de hombros como si fuera obvio.

Conducimos un rato en silencio hasta que Amber dio la señal.

-Ya casi está llegando a la suida (anteriormente la bajada).

-Perfecto -sonreí y sé que di miedo al hacerlo, pero a mis acompañantes les hizo gracia-. Que empiecen los fuegos artificiales.

Amber le dio al enter otra vez y una serie de explosiones (que pudimos ver gracias a sus cámaras) sacudieron el barrio hasta los cimientos. Se acabó el alcohol en este barrio, puta substancia de mierda, espero que les de tiempo a los pobres niños con daddy issues de irse de sus casas antes de que esos desgraciados que se hacen llamar padres los vuelvan a traumatizar otra vez.

Wildest DreamsWhere stories live. Discover now