Okkotsu Deseo [ Yuta ]

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Advertencias:
Contenido Sexual Explícito, Lenguaje Adulto, Temas de Dominación y Sumisión, FemDom, Consenso Ambiguo, Fetichismo, Conflictos de Placer y Consentimiento

                                         [...]

Creo que había olvidado realmente el rumbo de todo lo que estuve haciendo hace un tiempo.
Quizá fueron aquellas fiestas con Gojo, quizá fue cuando Geto me metió en su mundo oscuro, quizá lo peor de todo fue estar con Maki, de alguna forma todos los demás tenían razón.
Zen'in ha sido probablemente lo peor que pudo haberme pasado, y no precisamente porque me haya hecho alguna cosa, sino más bien que me presentó a alguien del cual no puedo escapar.


-A-ah.- Gimió tiernamente el más bajo. Sus hombros, orejas y mejillas estaban tenidas por un sutil carmesí tal dulce de ver.- M-más lento, ____.

No quería ser compasiva con él de ninguna forma. Tal solo lo embestí con más fuerza para poder oír sus gemidos escandalosos. Me gusta saber que yo era la causante de todo su placer, saber que yo era su ira, tristeza, su alegría, era su todo.

Estaba encima de él masturbándolo mientras su cuerpo se retorcía de placer, aquel pequeño llanto me encantaba de muchísimas formas, él sabía cómo volverme loca.

El arnés estaba apretándome en áreas demasiado obscenas haciéndome gemir un poco más alto de lo debido, aunque entre nosotros Yuta Okkostu lo era muchísimo más.
Seguí masturbándolo feroz mente viendo cómo su pecho subía y bajaba, el sudor pegado a su frente mientras escuchaba como la cabecera de la cama golpeaba la pared.

Dios, ¿Cuantas veces me he cogido a Yuta en la semana?, ¿Mas de diez?, era mi perdición.


-¡Voy a veni-!


No terminó de hablar cuando dejó mi mano llena de su semen, se retorcía un poco por los espasmos de su cuerpo.  Salí  de él con cuidado buscando fundirnos en un beso baboso, caliente y excitante.
Cayó exhausto en la cama, apenas y podía verme por la vergüenza que llevaba encima, tenía la manía de hacer eso. Como si estuviera avergonzado de alguna cosa que haya dicho o hecho, era una locura pensar si quiera en burlarme de él.

Era adorable.

-Ah, manché tu mano. – Me comenta mientras arrastraba las palabras. - ¿Quieres que te limpie?
-Yuta, está bien.

Su rostro se teñía de más vergüenza, ¿le avergonzaba enserio el que me ensuciara con su semen?
Él iba a decir algo más cuando sus dulces ojos sorprendidos seguían la dirección de mi mano ‘sucia’ de semen a mi boca. Lo lamí frente a él sin ningún pudor.

-¡No lamas eso!- Exclamó quitando mi mano rápidamente, sonaba angustiado. Lo cual me dejaba demasiado extrañada.
- Me gusta.- Murmuré con cariño. – Sabe a ti, me gusta tu sabor.

El rostro del pelinegro era todo un poema. Pasó del asombro, al la vergüenza, y creo que esa es la mejor manera de poder describirlo, vergonzoso y tierno a la vez.

Con mi mano limpia lo tomé de la barbilla con dulzura para acercar nuestros rostros. Nos unimos en un beso tierno mientras ambos sentíamos el sabor de aquel “semen sucio” catalogado por Okkotsu.

-Yuta, nada de lo que venga de ti me desagrada...
-Ya lo sé.- Murmuró con la voz temblorosa.

Nos quedamos un segundo o dos mirándonos más de la cuenta. No entendía bien como es que yo había terminado enredada con él, pero sabía que esto se sentía bien.
Y eso me alegraba de alguna forma, me gustaba realmente.

                                       [ ... ]

-Yo quería…

Mis pensamientos vagos fueron interrumpidos por la dulce voz del pelinegro que me estaba abrazando mientras veíamos el techo después de una bonita noche de juegos.
Lo miré atentamente y con curiosidad, ya que él tenía la maña de quedarse dormido después de nuestros encuentros, imaginaba que tenía algo importante que decirme.

-Yo…

Sus dedos acariciaban mi estomago, pero poco a poco iban descendiendo con más peligro hasta mi monte de Venus y luego hacia mis labios.
Sabía lo que quería, pero me parecía raro que lo pidiera ahora. Comenzó con sutileza esperando a que tuviera una mala reacción esta vez, pero estaba curiosa por ver a donde quería llegar.
Se detuvo un momento y alcanzó su teléfono para poner una playlist de jazz. Me reí por eso, ya que no era propio de mí elegir un jazz para coger. Pero aun así estaba viendo su esfuerzo por esto, me causaba demasiada ternura.
El chico fue hasta mí nuevamente para colocar dos de sus dedos frente a mi rostro. Sabía que quería pero necesitaba oírlo de su propia voz.

-Lámelos.- Ordenó. Sonreí para tomar su muñeca y lamerlos como lo indicó.

Estuvo algunos segundos más de la cuenta mirándome profundamente mientras chupaba sus dedos con mucha delicadeza, miré como su miembro volvía a levantarse casi como si la hora que estuvimos cogiendo no hubiera sido suficiente

-Ah, te ves tan bien - Sus ojos tenían un brillo oscuro y profundo, parecía que la persona que me había cogido de hubiera ido.

Sus dedos llenos de saliva fueron hasta mí nuevamente. Descienden decididos hasta comenzar a acariciarme en círculos, respiré profundamente y aparté la mirada porque realmente sentía como esos ojos negros eran demasiado para mí. La mano libre de Yuta me tomó de la mandíbula con fuerza para que lo viera mientras me masturbaba.

-Dios.- Susurré entre dientes. Esto se estaba saliendo de control.
-Ah, mira tu rostro de vergüenza.

Sonrió, y antes que pudiera responder de forma agresiva  el pelinegro pasó dos de sus dedos entre mi clítoris dándole un sutil apretón entre ellos haciendo que me estremezcan. Gemí fuerte e instintivamente aparté el rostro pero fue colocado en su posición original para seguir mirando la cara de quien ahora estaba tomando el control absoluto.

-Mierda, para.- Dije entre dientes, él se rió al ver mi esfuerzo humano en que mi voz no sonara quebrada, un intento completamente inútil, la verdad.
- ¿Mmmh?, ¿Qué pasa?, ¿Te gusta?

Sabía que se estaba burlando de mí, iba a responder y repitió ese maldito movimiento entre mi clítoris y fue inevitable cerrarle las piernas. Comenzó a mover sus dedos más rápido, haciendo que con mis piernas cerradas el movimiento se sintiera raro. Yuta dejó mi mandíbula para tomarme del muslo y a fuerza abrir una de mis piernas.
Estaba temblando, y estaba desesperándome cada vez peor.

-Sácate la ropa interior.- Ordenó.
-No, Yuta.- Le dije con la voz desvanecida.- Estuvo bien, déjalo ya.

Siguió acariciando rápidamente cada que me escuchaba hablar para oír cómo se me quebraba la voz. Le gustaba oírme, era la primera vez que me dejaba por él de esta forma, y se estaba volviendo loco por oír.

-Y-Yuta.- Gemí cerrando los ojos y tomando su mano para que fuera más lento.- Por favor.


Fue entonces que con todo el pesar del mundo Okkotsu se detuvo, alejando su mano de mi intimidad mojada y suplicando por un orgasmo.

-Hemos… hablado de esto.- Comenté
-Lo sé, lo siento. – Dice con vergüenza, le gustaría que pudieran hacerlo pero no de mi forma, sino de la suya, quizá por un momento… tan solo uno-¿Po-podemos hacerlo?
-Yuta te he dicho que lo único importante aquí es tu placer, no me interesa de ninguna forma el mi-
- ¡Pero yo realmente quiero complacerte!- Exclamó con un tono de voz fuerte.
-No me importa.
- ¡A mí me importa!- su voz se alzó por sobre la mía.- Llevamos un año haciendo esto, y nunca me dejas tocarte, ¿te doy asco?, ¿Odias mis caricias?,  dime como hacerlo, lo haré correctamente para ti.
-Te he dicho que no tiene que ver cont-
- ¡¡Dímelo!!
-Yuta, no es…
- ¡¡¡Dímelo!!!

Su voz sonó casi desesperada esta vez, casi exigiéndome que lo dijera. ¿Era repulsivo para mi?, ¿No me gustaba?, ¿estaba siendo incluso egoísta por no darle lo que él quería desde hace más de cinco meses. A veces nuestros encuentros se volvían esta discusión, como si realmente le estuviera faltando de alguna forma, ¿no era eso?
¿Yo realmente pensabas que él era asqueroso?, quizá por eso no lo dejaba tocarme.


Me limité a verlo y atarme el cabello. Comencé a buscar mi ropa mientras él me pedía disculpas. Ya habíamos hablado de esto, no quería que nadie me tocara de esa forma, que era raro, me divertía más saber que la otra persona disfrute, no era necesario que yo me viniera, o alguna de esas tonterías.
Me despedí de él y salí huyendo a mi departamento. Odiaba cuando pasaba esto, y mucho más sabiendo que me gustaba Yuta, no me sentía cómoda con nadie más de esta forma, y vaya que dejé a muchas personas pasar en mi cama, él era diferente, y lo quería solo para mí.

One Shot [Jujutsu Kaisen +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora