Alejandra
Me encontraba en la universidad estaba en la cafetería comiendo un poco antes de entrar a clases miraba mi teléfono mientras estaba comiendo pacíficamente me era bastante entretenido ver videos de gatitos y repostería en mi teléfono, terminé de comer tome un poco de agua y me fui al salón de clases, me sente en el mismo lugar de siempre y me extrañe de que luisa no estuviera en aula aún, no le preste mucha atención me centre en mirar a las personas y animalitos a través de la ventana llega el profesor y saco mi libreta de apuntes, la clase va transcurriendo un poco lento y a un Luisa no llegaba por un momento pensé que no iba a venir a la universidad y cuando comenzaba a perder la esperanza justo llega Luisa un poco agitada por lo que se nota que estaba corriendo.
-perdon profe, me quedé dormida es mi culpa, no volverá a pasar-exclamó a un agitada.
-ok, no me importa eso, es su problema ya tiene dos días que llegas tarde Luisa- dijo el profesor sin darle mucha importancia al asunto, Luisa se fue a sentar y como siempre a mi lado me miró de reojo y enseguida me preguntó.
-¿Que te paso? ¿Estás bien?- expresó mirando mi labio roto y con un toque de preocupación.
Yo solo asentí mientras me sentía incómoda por la mirada hacia mis labios metí la mano en mi bolsillo para apretar mi pelota y me di cuenta que no estaba lo que hizo que me asustara un poco.
-no fuck!!- exprese al darme cuenta de la ausencia de la pelota y la empecé a buscar entre mis cosas luisa me veía confundida.
-Tranquila, ¿Que buscas con tanto apuro?-dijo mientras me miraba desesperada por mi pelota.
Entre tanto desespero por fin pude encontrar mi pelota y di un gran suspiro de alivio mientras la llevaba a mi pecho.
-¿eso es lo que te tenía tan preocupada? Jajajaja- dijo con un tono de broma el cual no me gustó.
-mmm- un ligero carraspeó de molestia salió de mi, sentí que estaba menos preciado algo que para mí era muy importante.
-ya calma, porque mejor no me dices como te hiciste eso en el labio parece que te hubieran golpeado-dijo con curiosidad y intriga.
Dude un segundo en si responder o no pero el profesor nos saco del limbo.
-ustedes dos son peores que una cigarra se me hacen el favor y se me salen del salón hay gente acá que si quiere aprobar mi materia esto no es ningún juego para que tengan pelotas o estén hablando como si estuviera en el centro comercial- exclamo el profesor con mucha molestia por nuestras interrupciones a su clase, tuvimos que salir del salón y ahora sí que estaba muy irritada y estresada, apretaba con mucha fuerza mi pelota mientras pensaba todo por tu culpa Luisa, me dirigí hacia la cafetería con un poco de molestia por lo sucedido sentia como atrás mio me estaba siguiendo y me sente en unas de las mesas de la cafetería y vi que Luisa se sentó a mi lado y yo solo pensé ni Movistar se atrevió a tanto con la insistencia.
-Perdon no quería causarte problemas, solo que no tengo amigos acá y aunque no se mucho de ti no siento que seas mala persona, te dejare en paz no quiero causar más problemas- dijo con un poco de tristeza y arrepentimiento.
Aún tenía mi dilema en si responderle o no pero me sentí mal porque yo también me siento sola y no tengo amigos y ella solo se estaba preocupando por mi así que decidí responderle.
-tranquila, está bien todos cometemos errores no hace falta que me dejes de hablar por eso- dije en voz baja y con algo de pena y timidez, su expresión cambió a estar feliz de nuevo.
-asi que si hablas chica muda- dijo con entusiasmo al ver que yo no quería que me dejara de hablar.
S-soy Alejandra- dije con un poco de nerviosismo por estar teniendo interacción social con ella.
-Alejandra que lindo nombre- dijo aún con un sonrisa en su rostro.
-bueno voy a ir a buscar algo de comer ya que estamos acá- Luisa se levantó y se dirigió a la pequeña tienda mientras yo checaba la hora de mi siguiente clase al que note que faltaba demasiado tiempo.
Revisé mi libreta a ver si tenía alguna cosa pendiente lo cual no tenía, estuve pensando en que hacer en este tiempo quizás pedirle perdón al profesor o estar en la biblioteca mientras llega la siguiente clase y en eso llegó Luisa y se sentó a mi lado de nuevo.
-Traje unas papas extra, ¿Quieres?- me ofreció lo cual aprecie mucho, nadie me regala cosas o compra así que dude un poco de que si me estaba envenenando pero decidí aceptar, asentí y tome las papas las abrí y empecé a comer mientras veia mi teléfono Luisa se asomaba mucho para verificar lo que estoy viendo invadiendo un poco mi espacio personal sintiendome algo incómoda, estuvimos asi hasta que sentí un poco de dolor en la zona de mi labio lastimado me toque y note que estaba algo hinchado así que puse la camara de mi teléfono para ver cómo estaba y me sorprendi un poco al ver que si estaba bastante hinchado.
-Deberias ir a la enfermería se podría poner peor-me dijo Luisa mientras también veia mi labio.
Asentí y me levanté decidida a ir a la enfermería para ver si me decían como bajar la hinchazón y como era de esperarse Luisa estaba decidida a acompañarme así que solté un breve suspiro y caminamos hasta la enfermería no había nadie así que entre le expliqué a la enfermera que me estaba doliendo el labio sentía que estaba muy caliente y también me dolía comer, ella me revisó y me hunto una especie de crema que hizo que se me durmiera un poco y puso un poco de hielo haciendo que bajara la hinchazón me dio el nombre de la crema para aliviar el dolor y sali de la enfermería para mi sorpresa luisa no estaba afuera esperándome, me quedé unos segundos procesando y luego me fui a la biblioteca me senté y me puse a pensar un poco en lo que había pasado definitivamente está semana a estado muy movida.
Terminaron las clases y estaba lista para irme de la universidad, Luisa no apareció en el restó del día y ya era hora de ir al trabajo así que agarre mis cosas y salir de la universidad caminaba mientras hacía rebotar mi pelota alternardo con apretarla, escuchaba un poco de música y fue un camino bastante tranquilo, llegué al lugar y fuí directo a cambiarme al estar saliendo me tope con el chico que ayer me ayudó con la celopata.
-Ey hola, ¿Cómo está tu labio? ¿Te sientes bien para trabajar?-exclamo con amabilidad en su voz.
-estoy bien-dije intentando evitar el contacto visual.
-genial, entonces a trabajar se a dicho- asentí mientras me terminaba de poner el delantal.
Empecé a trabajar todo giraba en torno a lo normal atendiendo a personas unas más respetuosas que otras, nada a lo que no estuviera acostumbrada, tenía que atender a una pareja que estaban en la esquina del restaurante así que me acerco hasta que me doy cuenta que la chica era Luisa.
-Alejandra...Capitulo 3
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Eres especial
RomanceEstá historia se trata de Alejandra una chica con muchos problemas sociales, familiares, emocional y incluso físicos, una chica que vive una vida bastante tranquila y sin salir de su zona de confort y llega otra chica a poner su mundo de cabeza