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Melbourne, Australia 23 de Marzo 2024
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Desde la televisión, se puede sentir la emoción mientras el Gran Premio de Australia comienza a calentar motores.
La temporada 2024 está en pleno apogeo, y el ambiente en el circuito es eléctrico. Hoy, corren en casa dos de los pilotos más queridos por la afición australiana: Oscar Piastri y Daniel Ricciardo. El rugido de los motores se mezcla con los gritos entusiastas de la multitud, todos ansiosos por lo que promete ser una carrera espectacular.
La cámara recorre el paddock y pronto enfoca el garaje de McLaren. Los mecánicos van de un lado a otro, ajustando las últimas configuraciones de los monoplazas y revisando cada detalle técnico. La presión en esta primera sesión de prácticas es palpable. Todos hablan en susurros, observando y analizando cuidadosamente los datos que se despliegan en sus pantallas, mientras las cámaras captan la tensión del momento.
De repente, la toma cambia y se enfoca en una figura femenina, quien destaca entre el ajetreo del equipo. Lleva unos auriculares del equipo McLaren, conectada a la radio mientras sigue las instrucciones y comentarios que llegan desde el pit wall. Su porte sereno, pero atento, llama la atención de las cámaras. No es la primera vez que aparece en pantalla, pero cada vez que lo hace, las redes sociales se inundan de comentarios.
Amy, con el semblante sereno pero concentrado, sigue atenta la pantalla que muestra el recorrido del circuito. Se puede ver cómo sus ojos siguen la trayectoria del auto número 81 de Oscar, su pareja y actual promesa de McLaren. La cámara parece captar el orgullo en su mirada, mientras el coche de Oscar cruza una curva con precisión milimétrica. De repente, quita la vista de la pantalla y, como si sintiera la presencia de la lente, voltea hacia la cámara. Una sonrisa suave se dibuja en sus labios, llena de complicidad, casi como si supiera que la están observando.
La toma dura apenas unos segundos, pero el impacto es inmediato.
Mientras el auto de Oscar acelera en la recta principal, Amy ajusta los auriculares, concentrada nuevamente en el equipo, escuchando las indicaciones técnicas que le hacen desde el muro a su piloto. Aunque no participa en las carreras, su presencia constante junto a Oscar ha sido crucial para mantenerlo enfocado, sobre todo en momentos de alta presión como este. Para ellos, el Gran Premio de Australia no es solo otra carrera más. Es la oportunidad de brillar en casa, frente a su gente.
