Las amigas de mi madrastra

Traidor

"Traidor"
Capítulo 1:
El hijo inadaptado

Egocéntrico, manipulador, inmoral, machista, misógino, poco hombre.
Así lo vieron en un inicio, un "niño" abusando de su increíble intelecto para demostrar su superioridad, y quién lo diría, ese chico al que tacharon de esa forma término siendo esa calma para sus días más tristes y el único hombre que sin importarle sus pasados las acepto a todas.

[. . .]

El despertador sonó, enunciando que un nuevo día había llegado, una delicada mano suavemente lo apagó, la dueña de aquella extremidad se sentó en la cama y bostezó un poco mientras se estiraba.

Era una hermosa mujer de cabello largo y castaño, ojos del mismo color y con una figura muy esbelta, el diseño perfecto de cualquier mujer que despierta la lujuria en cualquier hombre que la vea.

Se giró un poco y vio a el hombre que al otro lado de la cama dormía cómodamente, lentamente se erigió de su cama y tomo una toalla, seguido de eso se dirigió a su baño.

Primero fue su pequeña blusa transparente, después su sostén y por último sus bragas, cada prenda se despojó de ella antes que entrara a la ducha.

Abrió la llave del agua y lentamente el agua comenzó a recorrer sus increíble figura.

Tomó la barra de jabón y comenzó a enjabonar todo su cuerpo, empezando por su pecho, bajando por su abdomen, hasta llegar a su intimidad, donde la lavó con gentileza.

Se notaba pensativa, incluso se quedó estática bajo la ducha, hasta que de repente...

—¡Esto es increíble!, ¡Es hoy!, ¡Es hoy!

Fueron las fuertes declaraciones que con eufória soltó, en su cara se notaba la felicidad.

—Por fin podré conocerlo...

Apretó sus puños en señal de su ansiedad previa a lo que esté día iba a suceder.

—Necesito que todo esté listo para hacerlo sentir cómodo.

Se dijo así misma, determinada salió de la ducha mientras con una toalla envolvió su cuerpo, salió del baño y se dirigió directamente a su armario, dónde sacó un hermoso vestido de color rojo el cual analizó durante unos segundos antes de negar con su cabeza y sacar otro que era de color negro.

—Buenos días querida.

Con ese saludo su esposo le dió un pequeño beso antes de entrar al baño.

—Buenos días...

Contestó sin opción a hacer algo más pues la puerta de baño se cerró.

Decidió no prestar atención a eso y mejor se dedico a elegir la ropa adecuada, pues el tiempo pasaba rápido.

{3 Horas después}

—¿Eso sería todo?

El mesero pregunto a la pareja que se encontraba sentada en una mesa de un lujoso restaurante.