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Las gotas del sereno de la mañana saludaban a un nuevo día, los pequeños insectos revoleteaban de un lado para otro sin dar pista que seria algo feo, sin embargo estos fueron espantados tras sentir y ver como un objeto extraño invadía su espacio, sin mas las libélulas alzaban el vuelo, las pequeñas mariposas les seguían sin parar y algunos pequeños bichos solo saltaban.

- ¡Vamos mamá!.- gritaba la pequeña niña de tan solo seis años que corría por el pasto del prado.

- Tranquila pequeña, dudo que se vaya el rio si no nos apuramos.- estaba afligida por el no poder alcanzar a la pequeña y el recordar lo que debía hacer llegando de nuevo a su granero.

*La luz de la linterna que sujetaba comenzaba a parpadear, cosa que dio  una sensación no tan grata al  sujeto que se encontraba leyendo, algo temeroso suspiro para solo voltear y mirar como la ventana que había cerrado con tablas de madera y clavos comenzaban a proyectar sombras, cosa que hizo que el joven se levantara del suelo dejara el libro en el sitio para tapar con unas cortinas hecho esto la luz se regularizo y tomo de nuevo la parte donde se había quedado.*

Seguía caminando para poder alcanzar a la pequeña, dio una sonrisa para ver que la niña ya había llegado, su tez pálida, ojos verdes claro, junto con esas trenzas con ese color rojizo adornados por unos listones de color blanco junto con un vestido de tonalidades amarillentas con azules y unos detalles blancos que la fémina tenia la hacían ver como una pequeña muñeca que alguna niña quisiera tener, la madre ante el entusiasmo de la niña tiro una tela en el piso para luego dejar el sesto que contenía algo de comida y fruta por si a la criatura le diera hambre.

- Ma.- 

- Si pequeña.- dijo con un tono suave, mientras le quitaba las prendas.

-¿ Hoy si me dejaras el bañarme sola?.- dijo mientras sentía un poco de frio, tras quedar desnuda y esperar que su madre le colocara su ropa de baño, no tenia pena dado que estaban en un bosque el cual se encontraba cerca de la granja familiar.

- Ya sabes que solo puedes estar en la orilla, nada de ir mas lejos.- le colocaba lo que era la ropa que traía en su mochila un pequeño bañador de cuerpo completo para la pequeña, era común que la niña se bañara en el arroyo de aguas cristalinas, su padre le había el mostrado que era un inocente cuerpo de agua y en este había miles de posibilidades de divertirse.

Sin mas al terminar de que le cambiaran la pequeña fue a divertirse mientras la madre buscaba el pequeños trozos de madera para poder prender fuego...

* Soltó el libro rápido, para apagar la linterna que sostenía, la oscuridad se apodero del cuarto, se encogió de hombros y con el tacto busco el bate de beisbol que su padre le había regalado cuando cumplió 10 años el cual poseía algunos clavos que el mismo chico había colocado para realizar más daño, trato de que su respiración no fuera evidente, trago un poco de la saliva que contenía en su boca, aunque claramente sabia que eso no era apropiado ya que una sed le reinaba en su sentir.

Pequeños sonidos provenían de la puerta que con llave se encontraba; tras conseguir esa arma no tan eficaz recordó un pequeño escenario donde él se ubicaba en ese bosque junto al arroyo que menciona y a esa pequeña con su descripción dulce del vestido, miro como en la oscuridad un pequeño resplandor era emitido mirando a esa niña de tez blanca le miraba curiosa por lo que el joven poseía.

-¿Donde estaba mamá?.- le dijo para solo ver que sus ojos verdes comenzaron llenarse de liquido.

-(Mierda) tranquila ¿si?.- susurraba a la pequeña enfrente, la cual contenía el llanto.

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⏰ Última actualización: Oct 08 ⏰

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