El Socio Perfecto

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(Gracias por tanto, Banco Macro)

Agosto, 2023

Lionel se acercaba a la oficina de su ayudante de campo con un aura que emanaba felicidad. Éste estaba analizando a diferentes jugadores que podrían ser convocados para las eliminatorias del próximo mundial, lejos de emanar la misma felicidad que emergía su compañero.

-Pablo... me llegó una oferta, pero solo voy a aceptar si vos te venís conmigo.

-¿De qué estás hablando, Leo? ¿Te vas a ir de la Selección? -lo miró incrédulo.

-¿Que? No, Pablo. No es otro club. Es otra cosa... pero te necesito ahí conmigo -decía emocionado el DT.

-¿Ahora qué, Leo? Estoy ocupado mirando estos videos. Que sea rápido.

-Me convocaron para hacer una publicidad de Macro, pero te necesito ahí conmigo. Hay una parte que sin dudas es para vos.

-¿Qué? ¿Vos te volviste loco? ¿Desde cuando me viste cara de actor a mi? Imposible Lionel. Yo no voy a pararme delante de una cámara para eso. Ya bastante sufrí para Aerolíneas Argentinas -gritaba el ayudante de campo.

-Pero te salió increíble, Pablito. Lo hiciste super natural. Este tampoco te va a costar, confiá en mí -intentaba tranquilizarlo el contrario.

-No, Scaloni. No voy a volver a actuar para después terminar siendo tendencia en Twitter.

-¿Qué te haces?... si te encanta que te alaben las minitas por ahí -sonreía Scaloni.

-¡Lionel! Sabes lo que odio la exposición -dijo enfurecido Aimar.

-Ya se Pablo, te estaba cargando. Pero en serio. Te muestro el libreto que me llegó. Es justo para nosotros dos. Vos leelo y decime -Lionel deja el libreto de la publicidad en el escritorio del más chico y se va.

Pablo, aunque no quiera admitirlo, le da curiosidad ese libreto y por qué Lionel está convencido que tiene que ser él su acompañante. ¿Por qué no le pregunta a Walter, a Fabián o incluso a Matías? También, le costaba admitirlo pero, le encantaba hacerse el duro y que el Pujatense le implore su presencia, en este caso para actuar juntos.

☆☆☆

Como dicen por ahí "la curiosidad mató al gato"...

En este caso no hubo ningún michi muerto, pero sí un Riocuartense sentado en el asiento de acompañante en un auto que fingía ser conducido por un Lionel más que sonriente.

-Leo, ¿en qué estás pensando? -dijo el de rulos, tal cual su libreto indicaba.

Lionel, quien estaba más que agradecido con el Payasito y quien guardaba tanto amor para su ayudante, al verlo ahí, tan dispuesto a ayudarlo en la cancha y de acompañarlo en sus locuras fuera de ella, se daba cuenta que ya no podía ocultar más el gran enamoramiento que tenía por su amigo. Ese que estuvo, está y sabe que estará en todo momento prendido en su corazón, que latía tan fuerte por el amor que Lionel quería profesarle a Pablo.

Y le salió, así tan espontáneo, sin pensarlo... solo salió.

-En que te amo, Pablo.

Cinco palabras que paralizaron dos corazones en un segundo. Un momento en el que el director de la publicidad gritó "corte" e hizo que toda su gente se tomara cinco minutos de descanso para así dejarlos solos. Los protagonistas no se enteraron de lo que pasaba a su alrededor, porque lo único que podían hacer era mirarse fijamente a los ojos todavía incrédulos de lo que estaba pasando.

-¿Q...Qué?

-Pe...perdón Pablo. M...me, me tengo que i...ir. -tartamudeaba el mayor, mientras abría la puerta del auto dejando al menor solo, todavía intentando recuperarse del shock.

Pablo, también se bajó del auto encontrándose con el director y le pidió si podría ser todo por hoy y que mañana, que era el último día de rodaje, podían volver a grabar esta escena. También le pidió, confidencialmente, si podría pasarle ese recorte de la escena. El director dudó un momento, pero aceptó el pasarle esa parte y luego borrarla solo sí el Payasito Aimar le firmaba unas cuantas camisetas de River y la Selección y también, ya que estamos, videos para todos sus familiares.

Sin tener otra opción, Pablo estuvo media hora firmando camisetas y grabando videos. En cuanto pudo liberarse del director, ya con ese video en su poder, fue en busca de Lionel. Pero, obviamente no lo encontró. Lionel ya se había ido. No quedaba otra, iría a la casa del DT para poder hablar con él.

☆☆☆

-Perdón, Pablo. No debí decir eso y menos en ese lugar. Me humillé y te incomodé a vos. Todo mal hice.

-No, Leo... Si fue inesperado, te puedo decir. Pero para nada te humillaste. Solo fue tu inconsciente hablando por vos, ¿no?

-Tal vez... pero tampoco mentí. Te amo, Pablito. Hace muchos años que tengo guardado todo el amor que quisiera darte, solo si es correspondido. Si no lo es... hagamos como que no pasó nada -el DT intentó sonreír, pero en sus ojos se veía la tristeza luego de decir esas palabras.

A Pablo se le estrujaba el corazón al ver a su amigo tan vulnerable. No quería verlo así. Y él sabía que le correspondía los sentimientos a Lionel, a su Lio. Asique sin pensarlo, se acercó a su amigo, abrazándolo por el cuello para así juntar sus labios en un beso tan esperado por ambos hombres.

Lionel lo abrazó por la cintura, esperando no estar soñando. Su Pablito lo estaba besando, después de tantas noches de pensarlo y anhelarlo, se estaba cumpliendo. Pablo entre sus brazos mientras él lo besaba.

Al separarse, ninguno podía dejar de sonreír.

-Yo también te amo, Lio -dijo Pablo, acariciando la mejilla del contrario.

Lionel no podía dejar de sonreír. Pablo correspondía sus sentimientos. Era el mejor día de su vida. El Lionel de 18 años enamorado de su compañero de Selección estaba saltando en una pata.

-Te dije que mi socio perfecto sos vos, Pablo.

Aimar no logró ocultar la carcajada que el comentario de Lionel le hizo. Abrazó al DT y finalizó:

-Hay que agradecerle a Banco Macro entonces -besó a su Lio una vez más.

Como haría de ahora en más. En cualquier momento, en cualquier lugar. Porque estarían juntos. No solo en la cancha, si no que ahora también en la vida.

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⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

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