I-Ep.18

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"Donde antes hubo un feto"

Sus alaridos eran muy frecuentes y fuertes. Ya había pasado 1 mes desde el suceso anterior y sus heridas no se curaban.

Karin lo llevó con una tal Tsunade, de nuevo a curarlo Tsunade lo obligó a usar ropa apretada y una faja.

Aprovechando que Sasuke no estaba y Suigetsu no se aparecía y Pain no quería ni acercarse a Naruto. La única que estaba a su cuidado era Karin.

Naruto

Me acababa de poner esa faja, mis pensamientos me nublaban del mundo real...

Ese bb que apenas y era un feto... había muerto... No hubiera querido un bebe pero.. no me gustaba tampoco la idea de matarlo.

Sasuke de nuevo demostrándome el monstruo que es y con esa sonrisa tan arrogante que se carga...

Como olvidar que siempre me recuerda los meses de embarazo del esposo de Itachi y los que yo tendría.

-Naruto...- me asuste al escuchar su voz.
-ya me dirás donde se esconde tu padre?- me miró con una gran frialdad.

No sabia que responder, me aterraba decirle que no y deseaba decirle que no.

-RESPONDEME!- su grito me hiso temblar.

-n-no señor- sentí las lagrimas salir de mis ojos.

Vi como río, parecía un psicópata o tal vez si lo era y eso me aterraba aún más.

-que valiente e- se acerca a mi y me quita esa faja que traía.

Mire que en su mano derecha traía un palo con una soga... iba a darme latigazos....

-p-por favor no me haga nada- supliqué mientras sollozaba.

-callate - me miró con un odio extraño.
-te haré sentir lo que yo sentí al perderla- me tomó del menton con fuerza.
Apreté los ojos cerrandolos.
-MIRAME CUANDO TE HABLO- me grito con ira.

Yo sollozo, se que me hará algo malo, no quiero.. no quiero, ya estoy harto de que mi unico acompañante sea el dolor y la oscuridad.

-por favor- y aun sabiendo que el no me escucharia... supliqué.

-si sabes que por más que supliques, llores y te revuelques jamas te escuchare- me sonrió macabro.

Se que es verdad, pero esa parte débil de mi me hace seguir luchando y tener una pizca de esperanza. Esperanza falsa...

-me daras latigazos?- me atreví a preguntar.

Las lágrimas seguían cayendo y mi cuerpo seguía doliendo. No si podría soportar más de lo que ya me ha hecho...

Dañarte es divertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora