Alma A La Deriva

Introducción.

Sintió frío, todo su cuerpo está frío, y su mente antes clara ahora se encuentra adormecida, cómo si en cualquier momento se fuera a apagar y ya no pudiera volver, el anciano sintió la premonición de muerte.

Estos son sus últimos suspiros de vida, y a su lado se encontraba una bella mujer que por apariencia no sobrepasaba los 20 años, ella acariciaba su cuero cabelludo mientras que en sus ojos se veía que tenía una lucha interna, cómo si se estubiera culpando de algo.

Con dificultad el anciano levantó su mano, una mano totalmente arrugada, marchita y con un color gris, una mano que en antaño estaba portaba una espada llena de sangre.

Pero en este momento, su mano acaricio la mejilla de la bella mujer y en los ojos del anciano vía a la mujer con ternura, cómo si estuviera apreciando a su amante antes de irse muy lejos.

"Tranquila... Esto.. no.. es tu culpa.."

Con dificultad el anciano dijo esas pocas palabras, tratando de calmar a la bella mujer.

Los ojos de la bella mujer observaron esos ojos que la veían con ternura, que siempre la vieron con ternura y ya no pudo resistirse, sus lágrimas antes reprimidas, brotaron a mares mientras reposaba su cabeza en en el pecho del anciano.
El anciano sin poder hacer nada, cambio el rumbo de sus caricias hacia la nuca de la bella mujer, mientras dejaba que ella se desahogara.

El nombre del anciano era Wu Wei, el antiguo dios de la sangre, de la ciudad de Wu.

Y el nombre de la bella mujer es Lin Yun, la única esposa de Wu Wei, conocida como la que ocasionó la caída del clan Bai, por su gran belleza.

Ellos en antaño fueron amantes que se conocieron en un río de sangre, la ciudad de Su se encontraba en una guerra, y Wu Wei era uno de sus generales, fueron meses de dura batalla, pero Wu Wei demostró de lo que era capaz, con sus hombres, fieles guerreros los cuales al dar una orden hicieron correr un río de sangre.

Miles de muertes ocasionó el dios de la sangre Wu Wei, logrando conseguir su apodo del dios de la sangre, un día, pocas semanas del inicio de la guerra, mientras monitoreaba los alrededores, el dios de la sangre encontró una bella mujer en una pila de cadáveres, eran gurreros del clan Bai y de la ciudad Su, sin reconocer quien era, pregunto de que facción era, preparado para la batalla, no le importo si la mujer era hermosa, a sus ojos solo era un escalón más, para obtener más reconocimiento, sus ojos, afilados como espadas observaron cada acción de la mujer, listo para matarla ante la más mínima acción fuera de lugar.

Pero la bella mujer, solo levanto sus manos empapadas de sangre mientras sus lágrimas no paraban de brotar, y con una voz quebrada pidió clemencia ante está persona que despedía una intención asesina enorme, trato de explicar su situación y porque estaba allí, porque sabía que si no hablaba iba a morir.

Wu Wei escucho lo que tenía que decir, pero aún así no bajo la guardia.

Según la historia de la mujer, era la señorita de una noble casa de la ciudad de Lihou, la cual por un buen trato la dieron como esposa al clan Bai, siendo así la esposa del hijo mayor Bai Quiuran, el cual tenía mala fama de destruir de todas las formas posibles a cualquier mujer que pisara su palacio.

Con miedo ella escapó de sus garras y fue perseguida, escapó durante días con un nivel de cultivo bajo, solo estando en el nivel de Solidificación, sintió desesperación durante días hasta que noto que nadie la seguía, así que continuo con su camino encontrado lugares en los cuales refugiarse y comida.

Continuo su historia sin parar contando todos los detalles posibles.

Llegó a contar como llegó ahí, que solo fue mala suerte su llegar a ese lugar, ya que se callo de una colina y cuando llegó abajo escucho muchos gritos, así que decidió esconderse lo mejor posible, así estuvo durante horas, hasta que los ruidos se apagaron, pero aún así se mantuvo escondida durante un tiempo, hasta que finalmente decidió salir y solo encontrar muchos cadáveres, con miedo trato de tomar equipo de esas personas, cuando él llego.

Con miedo termino su historia mientras le soltaba miradas a Wu Wei mostrando su miedo y desesperación.

Con una mirada desconfiada decidió darle una oportunidad a esta mujer, pero no sin antes sellar su cultivación, es un guerrero, no un idiota que confía en cualquiera, con una cultivación alta, lo logro fácilmente, ya que estaba a más de 4 niveles superiores a ella.

....

Wu Wei recordó su primera interacción con cariño y sin arrepentimientos, poco a poco su conciencia se desvanecía en recuerdos, malos, buenos, todos con cariño, hasta que finalmente llegó a su final.

Murió.

....

Oscuridad, como si el mundo se hubiera apagado de un momento a otro, solo vio eso, enfrente de el había un luz tenue, la cuál iluminaba un objeto en ese oscuro lugar, atrayendo su conciencia hacia el, con temor intento apartar su mirada, pero no lo logro, cuales si fueran grilletes, algo, agarro su cuello presienandolo levemente, casi imperceptible, si no fuera por haber intentado apartar la mirada, ni siquiera lo hubiera sentido, ¿Acaso serán sus enemigos los cuales montaron este estratagema para por fin derrotarlo?, ¿O acaso un guerrero de varios niveles por encima de el quiere su vida?, ¿Acaso está olvidando algo importante?.

Con su conciencia confusa trato de entender como había llegado a esa situación, pero no encontró nada, intento hablar, pero no salía ninguna voz, trato de mover sus manos, pero no siento nada, hasta que intento mover sus piernas, levanto su pie izquierdo para dar un paso, y su instinto reaccionó, en vez de darlo hacia enfrente, lo dio hacia atrás.

Dando un paso hacia atrás, sintió que el agarre se hacía más fuerte, como si tratara de extrangularlo, pero extrañamente, su confusa conciencia le decía que era el camino correcto, dando otro paso hacia atrás, más fuerte fue la presión, y poco a poco, empezó a escuchar sonidos provenientes de detrás de él.

Un paso más, los sonidos se hicieron más claros, almas en pena de antiguos enemigos, compañeros y civiles, como si tratarán de recordarle sus pecados gritaron con furia, con odio extremo, y locura, como si quisieran que se acercara más para poder despedazarlo, por reflejo sus pasos se detuvieron, con la conciencia confusa y con el agarre en su cuello tan apretado que no lo dejaba pensar con claridad, sabía en lo más profundo de si, que si daba un paso enfrente todo acabaría, todo volvería a la normalidad y no tendría que vivir estos infernales momentos.

Levanto su pierna, apunto de dar un paso al frente, sintió algo, como una cadena, que los agarraba de su cintura, jalando de manera brusca hacia atrás, haciéndolo caer hacia un mar de pecados.

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Escucho un sonido agudo y molesto, cuáles si miles de ataques vinieran hacia el, movió su mano en un puño, tratando de que su ataque diera en el blanco, apunto hacia el lado donde venían esa inmensidad de ataques, pero solo ocasiono que chocará contra una barrera, poco después un dolor agudo corriera por todo su brazo.

Espera, dolor?

Confundido, Wu Wei trato de ver que es lo que pasaba, abrió sus ojos y solo observo un techo, bajo su mirada hacia su pecho y vio una cobija, hacia su lado derecho, donde había lanzado su golpe y vio una pared y un celular el cuál no dejaba de sonar, de un salto salió de la cama y corrió hasta llegar a un gran espejo que se encontraba en la habitación, observo su cara y...

Sintió en gran escalofrío recorriendo su espalda, lo que observo fue... Su antigua cara, una cara que en antaño antes de llegar a ese mundo nunca pensó volver a ver.

El se llamaba Joel, un chico de 16 años, el cual sin previo aviso, fue llevado a ese mundo.

Observo en espejo tratando de ver alguna imperfección, tratando de ver si lo que observo era real y no solo una ilusión, con miedo volteo hacia la cama y analizo lo que sucedió.

Cuando se despertó trato de golpear al celular que tenía la alarma sonando, fallando en el golpe y golpeando la pared con toda su fuerza ocasionando que un dolor agudo corriera por todo su brazo.

La alarma del celular aún sonaba, pero Joel sentía que todo no tenía sentido, tratando de encontrar respuestas observo a todos lados mientras sentía como su cabeza quemaba y tenía un dolor punzante....

"¿Qué... Paso?". Con miedo y dolor dijo esa palabra. Pero no encontró respuesta.

La alarma aún seguía sonando.