II.

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Abrí mis ojos lentamente, los rayos del sol volvían a gobernar el cielo, entrando a mi habitación, quité la manta roja tibia que cubría mi cuerpo, me senté en mi cama soltando un fuerte suspiro. Hoy sería mi primer día.

Me estiré y camine hacia el baño para poder bañarme y refrescar mi cara, me seque desde el rostro hasta los pies, tomé mi cepillo y acomode mis púas, y sobre todo mi pelaje blanco. Me miré al espejo, Lucía nervioso, así que necesitaba concentrarme, ya que no dejaba de pensar en las miles de posibilidades en donde podía meter la pata, tallaba mis ojos ansioso y mi cuerpo empezaba a temblar, rápidamente reaccioné y solo me volví a mirar al espejo, negué un par de veces y salí del baño, me detuve cuando vi mi armadura de nuevo, esta era diferente a la de los demás, venía adoranda con pequeñas figuras asemejantes a diamantes, pero estos eran rojos, puestas en la parte superior de la cabeza. los guantes, que venían acompañados de unos anillos en las muñecas, y en los zapatos, junto a la espada, la cual venía adornada con oro, tanto como desde la punta hasta él final.

Me puse aquella armadura pesada, con calma tratando de no hacer mucho es escándalo, ya que todo era hierro y acero. Terminando, me puse aquel casco que cubría toda mi cara, me miré en el espejo para asegurar que todo estuviera en su lugar, dí un suspiro y me encaminé a la puerta de madera pesada, la abrí, así saliendo alfin de aquel lugar.

Ya caminando por los pasillos, dirigía mi atención a las grandes pinturas que había en el lugar, eran realmente enormes, vi especialmente una donde estaba el retrato del rey, Black Doom, junto a su hijo, el príncipe, sonic. Tenía esa misma expresión indiferente, la misma que me mostró a mi justo una noche anterior, en aquella intimidante habitación. El príncipe será así siempre?, ¿será que todas su sospechas de un príncipe arrogante se volvían realidad?, no estaba seguro, hasta que alguien me sacó de mis pensamientos. Era esa dulce joven de nuevo, tenía esa sonrisa alegre y amigable que hacía diferenciaba de los demás, me transmitía confianza.

-buenos días joven shadow, espero haya podido descansar anoche.-

Acomodó un poco su vestido mientras decía aquello. Presté atención a sus movimientos para poder responder.

-yo...eh..sí, bastante cómodo, nada comparado a mi antigua habitación.-

Ella dejo de acomodar sus ropajes para prestar atención con curiosidad.

-oh, ¿usted viene de otro palacio?.-

Yo negué ligeramente con una pequeña sonrisa.

-no, puede que yo venga de un pueblo algo lejano, ya sabes, suministrar, algo de carga pesada.-

Ella se sorprendió un poco con eso, pues, cambió su expresión alegre a una de asombro.

𝑺𝑶𝑳𝑶 𝑼𝑵𝑨 𝑶𝑷𝑶𝑹𝑻𝑼𝑵𝑰𝑫𝑨𝑫 (𝑺𝑶𝑵𝑨𝑫𝑶𝑾)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora