Fluffy Pussy.- Luckity Boypussy

uno.

Warning;💘
Omegaverse, boypussy, boytits, creampie, felación.

Quackity estaba cansado, quería salir rápido de su trabajo y descansar toda la noche. Sabía que su hermoso novio estaba ahí y quería verlo.

Cuando la hora finalmente llegó recogió sus cosas con afán. Sentía que se le olvidaba algo pero si se le olvidaba es que no era importante ¿Verdad? Claramente el celo de su hermoso novio no era importante, podía solucionarlo con su hermosa vagina, por algo era omega. Para complacer a un alfa.

Cuando quackity llegó a su casa no olió nada ni vio nada. Estaba todo oscuro. Era raro ya que su novio siempre encendía las luces y estaba en el sillón para saludarlo dándole caricias. Pero ahí no estaba. Alexis caminó preocupado hacia la habitación que compartían y ahí fue cuando todo hizo click. Abrió la perilla y jamás pensó en encontrarse a su novio haciendo eso. Claro que sí fuera otra persona se estaría riendo pero quedó sumamente sorprendido al ver al alfa follandose la almohada que usaba él.

Alex sintió como una humedad bajaba por sus piernas. Dudó si acercarse, aunque finalmente lo hizo, entrando a la habitación y soltando un chillido, llamando al alfa. Luzu volteó la vista rápidamente, viendo como el menor estaba apoyado contra la puerta. -¿Trajiste los supresores?- preguntó con la voz ronca. Alex tembló en su lugar y negó con la cabeza levemente, cosa que hizo sacar un gruñido gutural. Quackity se acercó al mayor, poniéndose en la punta de la cama. Los ojos rojos veían con atención al omega quien solamente lo miró tímido. -yo, puedo ayudarte...- murmuró bajito.

A pesar de ser novios jamás habían llegado a la intimidad. Aquél tema asustaba un poco al menor pero al ver a su pareja tan desesperada necesitaba brindarle ayuda, además ya su coñito estaba lleno de lubricante por las feromonas ajenas. Se acomodó y quitó la almohada que tapaba la cadera ajena. Notó que el miembro palpitante tenía un condón.

-E-era para no manchar tu almohada.- murmuró avergonzado el alfa. Quackity lo quitó. -mierda.- notó como la punta estaba llena de líquido preseminal. Jadeó y pasó sus dedos dándole una suave caricia. Luzu gruñó. Alexis tuvo una idea y quitó su camisa, junto al pequeño Bra que cubría sus pechitos. No eran muy grandes, pero lo eran lo suficiente como para cubrir cada lado del miembro ajeno. Tomó un poco del líquido preseminal y lo esparció por sus tetitas. Finalmente se acercó lo suficiente, colocando los pechitos al rededor de la verga dura y venosa.

Luzu soltó un gemido, tomando los cabellos azabaches en un puño, buscando acercarlo a la punta. Sin una sola palabra el omega abrió su boquita, metiendo la punta hinchada, lamiéndola como si fuera una paleta. Con sus manitos apretaba los pechos, y su lengua se movía muy bien bajo la punta. Luzu gruñó y jaló con fuerza metiendo toda la.verga en la boca de su novio. Sus pechos finalmente separándose de él por la posición. Quackity se desesperó y sacó el miembro enseguida.

Luzu jadeó y recordó por un momento que se trataba de su dulce Quacks. -Mantén tu boquita abierta.- Alexis abrió tímidamente su boca, sintiendo como el miembro golpeaba contra su lengua para entrar en ella. Luzu embestía dulcemente la boquita ajena, eso hasta ver como su novio se acostumbraba a aquello. Sus embestidas cambiaron y Luzu podía jurar que sentía el mayor placer del mundo. Se separó cuando sintió su miembro palpitar, alejandose lo suficiente para que él menor obtuviera algo para respirar. Luzu tomó la base de su miembro y lo masturbó un poco.

Quackity jadeó nervioso al ver como la base del nudo estaba formada sobre las bolas del mayor, quien comenzó a correrse sobre su propio vientre. Luzu se agarró de la cama, jadeando y gruñendo mientras se corría con fuerza. Unos minutos pasaron para que por fin el alfa terminara de correrse.

No se esperó a que el omega se acercara y tomara todo lo que había caído sobre él. Los labios de Quackity besaban y chupaban la piel palida del castaño, tomando todo el semen y tragandolo. Alex admiró el miembro ajeno, la erección había caído flácida sobre los muslos ajenos y volvió a levantarse en poco tiempo igual de dura. Parecía como si se negara a quedarse así sin probar el virgen útero del menor.