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— Monterrey — digo suspirando una vez bajo del avión, hace tiempo no estaba por aquí.
— Abbie! — escucho una voz conocida y giro, era Ari, mi hermana. Sonrió y corro a abrazarla, la extrañaba mucho.— Pequeña, como estas? — pregunta una vez nos separamos
— Mejor ahora que por fin me llevaras a tomar una siesta — le digo y ella ríe, aunque no lo decia en broma, si necesitaba tomar una siesta
— Okey, ya vamos — dice tomando una de mis maletas para después ir a su auto, una vez abri su maletero deje mis maletas ahi no sin ante sacar mis audífonos para poner un poco de musica.
Estaba por ponerme mis audífonos hasta que escucho a Ari hablar de vuelta
— No culera — yo la miro confundida.— No te pondras tus audífonos que después te hablo y no escuchas nada — yo río y asiento subiendo del lado del copiloto.
Estuvimos un largo rato calladas, por más que queria mucho a mi hermana no eramos tan unidas, tal como lo son ella y Ama. Después de como 5 minutos de silencio "incomodo" Ari hablo
— Y estás soltera? — pregunta sin dejar de mirar el camino, yo río y asiento
— No quiero nada serio por el momento — digo restandole importancia.— Y tu que tal con Juan? — le pregunto ahora yo
— Muy bien — dice ella con una sonrisa.— Oye, hoy tendre una reunión con unos amigos y a mi me gustaria que te conozcan, obvio si tu no tienes problema.— me dice ella y yo asiento
— Esta bien, sirve asi tomo un poco — digo y ella niega.— Órale culera
— Tas chiquita — me dice riendo y yo la miro ofendida.
— Tis chiquiti — la remedo riendo.— Ama si me dejara — digo y luego pienso.— No tengo que pedirles permiso ya soy mayor culera
— Pendeja — dice ella riendo y luego estaciona el auto enfrente a su casa. Nuevamente me ayuda con mis maletas y al entrar a la casa siento como tiran confeti.
— Bienvenida! — dicen Ama y Juan al unísono, yo río y me acerco a abrazar primero a Ama y luego a Juan.
— Tu ve a descansar para esta noche — me dice Ari mientras Ama me ayuda con mis maletas.— Acomodate, luego podemos ir a buscar algunas cosas para decorar tu habitación.— me dice ella y asiento mientras me recuesto en la cama.
