Nick

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Era adorable verlo de esa forma, su boca cubierta, sus ojos vendados y sus manos atadas tras su espalda.

Sus gemidos eran agudos, una buena y caliente melodía mientras tenia su pecho pegado a la cama y mantenida su culo en alto con ese vibrador dentro suyo, había sido una sesión extensa y ver esos espasmos por los Juegos anteriores y esa pequeña vara dentro de su glande que le impedía correrse, era simplemente adorable.

-Eres un verdadero desastre, Nicky - me queje manteniéndome en mi silla con aquel hormigueo en mi entrepierna - eres jodidamente asqueroso.

Este solo se retorcía ante el aumento de velocidad, incluso sus caderas empezaban a moverse en busca de contacto, pero, si le daba lo que quería entonces no sería un castigo.

-Debe doler horrores, ¿no, bonito? - pero las respuestas eran solo gemidos - eres solo una puta que no conoce su lugar, ¿crees que mereces correrte? - este se encogía ante cada paso que daba para acercarme a el, pero terminó negando de forma lenta.

-Ahh~ a-ama~ p-por favngh! ~ - eso fue lo que recibí después de quitar la mordaza de su boca - no puedo, no puedo mas.

Mentiría si dijera que eso no me hizo sonreír, así que tome su mentón con fuerza haciéndolo voltear a verme y dejando que su cuerpo callera de lado ante la falta de estabilidad.

-No me importa - murmure en su oído, retirando la venda - no me tienes contenta, zorrita y el enojo no se irá aunque te disculpe lamiendo mis zapatos.

Sus ojos azules estaba llorosos pero no hacían más que reflejara su lujuria, ¿como podía ser tan lindo?

-Tal vez deba dejarte así hasta mañana - murmuré acariciando su espalda con mis uñas - ¿así aprenderás a comportarte?

Pero su respuesta fue un sonoro gemido apenas mi mano introdujo de golpe aquello que comenzaba a salir del juguete.

Podría hacer esto todo el día.

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