- ¡Estúpido fenómeno! No sabes hacer nada bien, ahora te vas a quedar en tu habitación hasta que aprendas la lección - Un hombre regordete agarro el cuerpo de un chiquillo azabache escuálido y pequeño.
Llevándolo a rastras hacia la alacena pequeña que estaba debajo de las escaleras. Esa era la habitación de Harry Potter el niño que vivió. Si los del mundo mágico viesen esto se les vendrían encima a los muggles.
El azabache estaba muy golpeado, tenía marcas del cinturón en todo su cuerpo, su cabeza estaba sumbida en un zumbido. Su cara llena de moretones y tenía dos costillas rotas.
¿Que había pasado? En resumen, Vernon había visto cuando a Harry le había llegado su carta de Hogwarts y le dijo que no iría y Harry le dijo que SI iría lo que comenzó a acabar con la paciencia de Vernon, llevándonos hasta aquí.
Harry no podía más, sentía que su cuerpo no respondía y su cabeza daba vueltas, su nariz sangraba demasiado y sus tripas rugían del hambre, hacia una semana que no se alimentaba.
Sentía que porfin se iría al cielo, donde podría descansar en paz aunque tenía miedo ya que sus parientes muggles siempre le habían dicho que todo lo que hacía mal era un pecado grande, asustando al niño.
Antes de poder caer desmayado, escucho como sus tíos discutían con lo que parecía ser un hombre. Harry comenzó a tener miedo ya que sus tíos gritaban del miedo, lo que lo despabilo del desmayo.
Decidió esconderse debajo de su "cama" si se le podía decir así, su cuerpo era lo suficientemente pequeño para caber allí dentro.
Se deslizó rápidamente, su cuerpo dolía como un infierno pero no quería morir a manos de nadie, prefería morir solo a ser asesinado brutalmente por un completo extraño.
Al esconderse de manera algo incómoda, unos pasos lentos y ligeros caminaron por fuera de la alacena. Haciendo que Harry supiese de inmediato que no era nadie de su familia, o lo que había sido su familia ya que sus cadáveres yacian en el piso. Incluso el de Dudley.
El hombre abrió la puerta de la alacena, todo estaba oscuro hasta que prendió la pequeña luz que le daba iluminación a todo el lugar, Harry chillo del miedo y dolor al mismo tiempo.
Y el miedo aumento cuando el hombre misterioso se acercó a su escondite y levantó su "cama" dejandolo al descubierto de su absurdo escondite.
Chillo aún peor cuando el hombre tiro una de sus largas manos hacia su camisa levantando lo de un solo tirón, el hombre dejo caer su antigua "cama" y lo cargo como princesa.
El hombre tenía pelo largo y liso hasta sus hombros. Ese cabello lucía realmente suave y Harry se moría por saber si se sentía igual al tacto. Pero su cuerpo cayó en un profundo sueño haciendo que todo se volviese negro.
[...]
Despertó lentamente sobre un lugar suave y acolchonado, pensó que ya estaba en el cielo hasta que abrió los ojos y se encontró con una habitación elegante.
Había una gran cama matrimonial en el centro de la habitación, las sabanas eran color verde opaco junto a un acolchado de color azul. Esos colores si quedaban bien.
A su derecha había una mesa de noche donde yacía una pequeña nota y lo que parecía ser un líquido de color extraño.
Decidió moverse un poco para descubrir que estaba totalmente limpio comparado a la suciedad con la que vivía. Tenía un pijama de rayas, color blanco y verde.
Alzó una mano y agarro la nota, que decía: "debes beberte esa poción apenas despiertes, es para que mejores tus heridas. Luego elige algo de ropa en el armario y baja por las escaleras hacia el pasillo derecho allí me encontrarás atte:SS. " Esa caligrafía era realmente elegante y bonita, pensó Harry.
Decidió tomarse la poción, que no tenía sabor lo cual le pareció extraño ya que pensó que iba a tener un sabor totalmente distinto a algo que había probado antes.
Se levantó de la cama y fue hacia el elegante armario, lo abrió y se encontró con un montón de ropa. Decidió ponerse algo verdaderamente sencillo, una camisa negra junto a unos jeans. Al estilo Harry Potter.
Camino silenciosamente por lo que parecía ser una mansión, hizo caso a la nota, la cual anteriormente había memorizado, y bajo rápida y silenciosamente las escaleras, y fue hacia el pasillo derecho con cautela.
No iba a negar que tenía miedo de esa persona, ya que había asesinado a sus tíos. Y eso lo hacía temblar y sentir miedo.
Miro por cada una de las puertas abiertas de ese pasillo a ver si encontraba a alguien. Hasta que llegó a la puerta número 7.
Dentro de esta estaba el hombre que había visto anoche en la casa de sus difuntos tíos. Lo que causó que mirase a penas por la puerta. El hombre estaba de espaldas, pero al sentir la presencia de alguien se volteo y vio a aquellos ojitos verdes mirarlo con miedo y curiosidad.
Sonrió levemente - Ven Harry, sientate y desayuna. Ya que no te an alimentado bien... Y luego resolveré todas y cada una de tus dudas - finalizó al ver cómo los ojos verdes amenazaban con irse lejos de allí por el miedo.
La pequeña figura se deslizó por lo que podía ser un comedor, sus pasos detonaban miedo e inseguridad por el lugar desconocido.
- No tengas miedo Harry, ven, sientate y come - sonrió con ternura, Snape. El cual sentía algo cálido alrededor de su pecho cada que se acercaba al niño, es como si lo quisiese como su propio hijo.
Harry pensó que si seguía negándose, el señor delante suyo se enojaría y lo golpearía, después de eso lo dejaría sin comer.
Así que decidió ir cautelosamente pero a un paso medianamente normal, se sentó sobre una de las sillas de madera negra. Mágicamente, en un parpadeo, la comida apareció frente a el.
Habían demasiados alimentos, como panqueques con miel, tarta de manzana verde, algo de fruta y unas deliciosas galletas. Harry se encontraba maravillado con la comida en frente suyo, pero se dijo a si mismo que debía comer poco para no molestar al señor.
Comenzó comienzo los panqueques, de manera lenta y bajo la mirada de reojo que le daba el hombre misterioso, al ver que este no le dijo nada cuando terminó sus panqueques decidió seguir con la tarta de manzana verde.
Estaba realmente deliciosa, tenía algo lo que parecía ser...dulce de leche. Ese condimento dulce era un arma secreta en los postres muggles. Era como magia en tu paladar cuando lo pruebas.
El señor extraño en ningún momento de su desayuno de dijo algo sobre que se había comido todo lo que había estado puesto en la mesa. Simplemente le dedicó una sonrisa orgullosa cuando terminó toda la comida, Harry puede ser que estaba fallando en cuánto a este hombre, pero no debía bajar la guardia.
- Ven Harry, sígueme - pidió amablemente el señor. Caminaron por el largo pasillo estrecho hacia una pequeña sala que estaba adornada por decoraciones doradas y verdes. ¿Que tendrá este hombre con el verde? Se cuestionaba el Potter.
Se sentaron en los sillones que eran individuales, el hombre misterioso hizo aparecer dos tazas de te con galletas. Harry tenía miedo de comer, porque ya había comido bastante en su desayuno y no quería comenzar a molestar al hombre. Ya que le había dado ropa limpia y comida sin pedirle nada a cambio, o aún sin pedirle nada a cambio.
Eso era lo que cruzaba la mente del elegido - Bien... Comenzaré con algo simple, mi nombre es Severus Snape, soy la persona que te saco de ese infierno en el que vivías- comenzó el hombre - lamento si querías a estos... Muggles pero los asesine - dijo como su nada, asustando un poco a Harry - no tienes porqué tenerme miedo, de hoy en adelante vivirás conmigo y yo seré como...una especie de padre para ti... Además, me gustaría contarte sobre algunas cosas del mundo mágico...-
Y así siguió el día, con Sev intentando explicarle su fama, la verdad sobre sus padres, como funcionaba la magia, como era Hogwarts, etc.
💚❤️💚❤️
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El principe y la princesa de Slytherin -(Drarry)🐍- [EN PAUSA]
RandomDónde Harry, al ser un chico maltratado y abusado por su familia muggle, es adoptado por Severus Snape. Entra Hogwarts donde no conoce a los Weasleys y se hace amigo de Draco Malfoy, el cual al verlo tan vulnerable y amable decide que se convertira...