Abigail
Respira, respira, respira tengo que calmarme, pero en este momento mi cabeza no está fría, tal vez no debería estar aquí, comienzo a detenerme, pero el recuerdo del día de ayer regresa a mi memoria y eso me hace volver a caminar y hacerlo aún más rápido.
La enorme puerta blanca es mi objetivo y corro hacia ella, escucho las voces de Megan y Louis, sé que me están buscando, pero los ignoro, ellos pueden impedir que vaya y le reclame a ese maldito desgraciado por engañar a mi hermana y no se los voy a permitir, tengo que aprovechar ahora que estoy encendida.
Llego a la puerta y no lo pienso dos veces, la abro, aunque creo que lo hago con demasiada fuerza porque se golpean contra las paredes haciendo mucho ruido. Todos los invitados voltean a verme, bueno querías atención, ahora tienes atención, no me dejo intimidar y camino hacia los novios que están en el altar.
- Esta boda no se puede realizar, eres un hijo de puta, como te atreves a jugar con el corazón de mi hermana y creer que no va a tener a nadie que la defienda - le grito caminando hacia el novio que me mira con confusión - Maldito desgraciado, pero ni pienses que voy a permitir que te salgas con la tuya, vas a pagar por todo lo que le hiciste pasar a mi hermana.
Me dirijo hacia la novia.
- No te mereces casarte con una basura como esta, además te estoy salvando de un problema porque según lo que me contó mi hermana, me dijo que tiene un problema ahí abajo que la tiene pequeña y que ni siquiera le sirve porque ni dura mucho.
Algunos invitados lanzan un grito al unísono y escucho que otros comienzan a reírse.
- ABIGAIL, PARA - entra mi hermana corriendo hacia mí.
- No, aún no termino, este hijo de perr...
- ÉL NO ES ÓSCAR - me grita mi hermana y me deja fría.
No puede ser posible, miro al novio que tiene sus ojos puestos en mí, rojo de la furia, estoy seguro de que está a punto de saltar sobre mí y estrangularme, no lo culparía, acabo de arruinar por completo su boda. Mi hermana me agarra del brazo con fuerza para sacarme de ahí, grita disculpas a las todas las personas y que esto es una equivocación, pero no la escucho bien y simplemente me dejo guiar por ella sin decir nada. Todos los invitados comienzan a hablar entre ellos y veo como el padrino agarra al novio que venía hacia nosotras y le comienza hablar al oído.
Trágame tierra, veo como la novia sale corriendo llorando hacia una puerta y todo comienza a volverse un caos, mi hermana me sujeta de la mano y comienza a correr sin parar.
- Meg, para por favor necesito respirar un segundo - le digo sin aliento.
- Sigue corriendo, como pudiste hacer esto Abigail O'Connor.
Escucho como alguien corre detrás de nosotras, no me volteo a averiguar quién es, no hay que ser adivina para saberlo, el día de hoy me hice de muchos enemigos, cualquiera de ellos puede querer mi cabeza.
- Señoritas, alto ahí - un hombre nos grita a nuestras espaldas.
- No pares, Abi - me agarra más fuerte y aumenta la velocidad.
Mi hermana era parte del club de atletismo, pero creo que se olvidó que soy de las personas que es alérgica al ejercicio, aun así intento seguirle el ritmo, pero se me complica, mis piernas se enredan entre sí y termino tropezando, pero ella logra estabilizarme y seguimos hasta la puerta delantera donde está la camioneta de Louis encendida y lista con las puertas abiertas, mi hermana no duda ni un segundo y me lanza hacia los asientos traseros y cierra la puerta detrás de mí sin ninguna delicadeza, no tarda en subir a la parte delantera.
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ERROR APRISIONADO
RomanceAbigail O'Connor tuvo uno de esos momentos trágame tierra en la boda del famoso jugador de hockey Kendrick Brown, pensó que con una disculpa todo se solucionaría, pero a veces las cosas no son tan simples como uno creería. Kendrick necesita una esp...