CAPITULO 2

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Abigail

Esto es más bonito de lo que pensaba. Louis y yo tardamos un poco más de lo que me pensaba en llegar a la recepción de la boda, veo que hay mucha gente y los nervios vuelven a aparecer, pero los hago a un lado. Camino con mucha seguridad mezclándome entre los invitados, con el vestido verde largo que llevo puesta y el maquillaje de último momento que me hice, puedo pasar un poco desapercibida. Louis se quedó en la camioneta porque con el jean y la camiseta que traía de seguro llamaba demasiado la atención y todo se arruinaba.

Algunas personas me saludan y yo les devuelvo el saludo, aunque no tenga idea de quienes sean. Un mesero pasa con copas de champaña y aprovecho para agarrar más fuerzas, cojo una copa y me la tomo de un solo trago.

– Hola, hola, hola – dice alguien probando el micrófono, asiente satisfecho con el sonido – Excelente, buenas noches con todos, el día de hoy estamos aquí para celebrar el matrimonio de Juliana y Óscar, pido un aplauso para los novios.

Señala hacia una mesa que está más decorada que las demás, los invitados comienzan a aplaudir emocionados, pero yo solo estoy concentrada en los novios, bueno ahora esposos. La chica es muy bonita, parece una muñeca, el remordimiento comienza a aparecer de nuevo, no me gustaría lastimarla, ella solo es una víctima en todo esto como mi hermana, pero si no desenmascaro al desgraciado ahora, después puede ser demasiado tarde.

No te parece que ya es un poco tarde.

Mi conciencia no parece estar de mi lado en este momento, intente llegar para impedir que se casaran, pero ya sabemos que puedo llegar a ser un poquito despistada.

En serio, no me digas.

Basta, a veces puedo ser una perra conmigo misma. Miro al novio, saco mi teléfono y compruebo en una foto de mi hermana que sea él, no vaya a hacer que este tampoco sea el novio y me caiga con la misma piedra otra vez. Veo de la foto al novio y en definitiva es él, no hay manera que me pueda confundir esta vez.

– Felicidades a los novios, para conmemorar este grandioso día empezaremos con unas palabras del padrino y de la dama de honor, así que les pido que pasen al centro por favor.

Veo que una pareja se levanta y caminan al centro, comienza hablando la dama de honor sobre la novia y la alegría que siente por ella, pasan diez minutos y la chica termina el discurso más largo de mi vida, por un momento pienso que es mala idea lo que voy a hacer, pero cuando le pasa el micrófono al padrino y este le hace parecer al novio como el mejor hombre del mundo, mi conciencia deja de funcionar.

Miro hacia el fondo del escenario en un rincón algo oculto y veo lo que parece que es la consola de sonido, detrás de ella hay un chico que parece encontrarse muy aburrido, me acerco lo más discreta posible mientras el padrino sigue con su absurdo discurso.

– Hola – lo saludo con una bonita sonrisa.

Él me mira de la cabeza a los pies y se queda por un momento fijo en la abertura de mi vestido que muestra mi pierna desnuda, me saluda de vuelta.

– Disculpa me gustaría darle una sorpresa al novio, tal vez me podrías ayudar, por favor.

Vuelve a mirarme y esta vez se queda más tiempo de lo adecuado en mis senos, si no lo necesitara ya lo habría golpeado, se pasa la lengua por los labios y esto ya me está pareciendo una mala idea.

– Con gusto, preciosa, dime como te ayudo.

– Solo tienes que reproducir estos audios cuando yo te diga – intento no hacer una mueca de asco y le paso mi teléfono con los audios robados.

– Eso es fácil – toma mi teléfono, pero también atrapa mi mano en el proceso.

Trato de respirar, de verdad estoy a nada de darle un golpe, me suelto de su agarre lo más rápido y me alejo de él, cuando terminé lo que vine hacer me encargaré de él. Un mesero pasa a mi lado con más copas de champaña, aprovecho y agarro otra, pero solo me la tomo hasta la mitad.

ERROR APRISIONADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora