El Diario de un Depresivo

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   INTRODUCCIÓN             

Uno nunca sabe cuando la depresión llega a su vida, te das cuenta solo cuándo estás realmente dentro de ella. Cuando pasas noches de desvelo, días sin querer comer, sin querer salir, bañarte, ni arreglar tu casa o tu alcoba, cuando tus pensamientos son tus propios enemigos y tú vida se pausa en punto que no sabes si podrás salir.

En internet hay muchos "consejeros" que tratan de motivarte para salir de la depresión, pero sinceramente, te ayudan muy poco, te encuentras en un punto donde ni tus amigos más cercanos o tu familia pueden sacarte.

Entonces ¿En qué momento se va la depresión? Es irónico porque así como nunca te das cuenta cuando llega, no sabes cuando se va, en ocasiones sientes que tú vida va bien, que todo va mejorando, que vas progresando en muchas cosas y de la nada todo se derrumba, los bajones emocionales te controlan y vuelves al punto donde pensaste que ya habías salido.

La depresión no es un juego y una persona que lo padece mucho menos, hay personas que tienen guerras en su mente todos los días y la fingen con una sonrisa en la cara, hay personas que no se atreven a contar lo que estan pasando, hay quienes solo quieren que los escuchen y otros que solo quieren parar con su sufrimiento.

                       EPÍLOGO

Puedo decir que llevo entre seis a ocho años con depresión, no recuerdo realmente cuando llegó a mi vida pero lo que sí estoy seguro, es que no se ha ído, en mi punto más complicado de depresión tuve dos opciones dejarme caer o salir adelante.
Elegir cualquiera de las dos opciones fue complicada había noches que ya no quería seguír viviendo y días donde tenía la mayor energía para lograr todo.

Hubieron muchas personas que me trataron de ayudar pero yo no las dejaba, tenía días donde prefería estar solo y otros dónde sufría por vivir en la soledad. Las lágrimas se habían convertido en mis amigas constantes, la noche en mi tortura y el insomnio mi tormento.

Tenía días donde me costaba pararme de la cama, bañarme, comer, salir de mi casa hasta agarrar el teléfono, cosas tan cotidianas para mí, eran las más difíciles de hacer lo peor, que culpaba a mis amistades y familiares que no me "entendían" sin embargo ellos pensaban que solo me ponía en el papel de la víctima.

Me sentía sólo aunque estuviera rodeado de muchas personas, sentía que nadie me comprendía y solo me criticaban como si salir de la depresión fuera tan fácil, irónicamente la soledad se convirtió en mi única compañía.

Me gustaría que tomarás algo de este diario para que puedas avanzar o al menos sentirte entendiendo. Desde el rechazo social en la infancia, la ausencia de algunos de tus padres, la pérdida de la persona que más querías, la traición de una persona que le confiaste todos tus secretos, muchos ejemplos como estos son los que estarán redactados de forma cronologica.
Sigo luchando hasta la fecha contra la depresión, sigo teniendo pensamientos buenos dónde pienso que las cosas mejorarán y las cosas buenas ya vendrán, sin embargo igual hay noches donde mi propia mente me acaba y me hundo en los bajones, recordando mis errores, pensando en el "Ojalá"  o en el "hubiera" (No hubiera echó esto o si hubiera echó aquello).
No soy la víctima de todo, lo debo aclarar, hay personas que lastime y quienes me lastimaron, madurar es contar la versión de la historia hasta cuándo uno mismo falla.
Hay acciones de otras personas que nos afectan en forma directa e indirecta, pero también hay cosas que nosotros hacemos que dañan a otros, con nuestras acciones, nuestras palabras y aún que suena raro al igual si no hacemos nada.

Aún sigo en la lucha, aún sigo motivandome todos los días para lograr mis metas, aún quiero ser amado, aún quiero hacer muchas cosas, no me quiero rendir tan fácil y tampoco quiero que tú lo hagas.

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