Capítulo 2: " Hasta los más risueños tienen cargas pesadas"
Me encontraba corriendo por un pasillo oscuro y sin salida. Podía escuchar los pasos de mi padre detrás de mí, cada vez más cerca. Intenté correr más rápido, pero mis piernas parecían pesadas y no podía moverme.
De repente, mi padre me alcanzó y me agarró del brazo. Me giró para enfrentarlo y pude ver todo su enojo en sus ojos. Me empezó a gritar y a acusarme de cosas que no recordaba haber hecho. Intenté defenderme, pero él no me escuchaba.
Luego, la escena cambió y me encontré en una habitación llena de espejos. Podía ver mi reflejo por todos lados, pero todos ellos estaban distorsionados y no se parecían a mí. Mi padre estaba detrás de mí, riendo y diciendo que yo era él culpable de cada una de sus desgracias.
Me desperté sobresaltado, con el corazón latiendo a mil por hora. Era solo una pesadilla sin embargo había sido tan real que aún podía sentir el miedo y la ansiedad en mi cuerpo. Me llevó varios minutos calmarme y recordar donde estaba. Mire a mi alrededor y observé la luz del sol cruzando mi ventana, me levanté de la cama con las piernas temblorosas, al querer abrir la puerta de mi cuarto llegaron flasblack de la noche anterior, mi mano temblaba y no tenía fuerza para abrir la puerta, respiré profundo y me dije a mi mismo que ya todo había pasado. Me tranquilice y abrí la puerta, escuché todo en silencio, revise el cuarto de mis padres Pero no había nadie, tampoco se escuchaba ruido en la planta de abajo.
Cuando bajé a la cocina, ví una nota en la mesa.
" Erick salí con Vanessa a comprar las cosas para la comida, ella no irá a la escuela, deje tu comida en el refrigerador y tu uniforme planchado en el sillón. Cuídate y échale ganas mi niño, te quiere mamá"Me pregunte, "¿Por qué no ira Vanessa?", pero luego entendí, que capaz mi hermana se sentía igual o peor que yo, así que tal vez no tenía los ánimos para ir a la escuela. Comí y me alisté, ya sabía la rutina de mis padres, sabía muy bien que no vería a mi padre, si no venía a comer entre semana lo más seguro que no lo viera hasta el sábado.
Pensar en eso me hacía sentir aliviado, por no tener que enfrentar a mi padre todavía. Sin embargo, la sensación de inseguridad y miedo que me había dejado las pesadillas me acompañaron durante todo el trayecto a la escuela.
Me sentía como si estuviera caminando sobre hielo delgado, sin saber cuándo se rompería. En el camino a la escuela, no podía sacudirme la sensación de ansiedad que me invadía.
Cuando llegué a mi salón, observé a todos los niños jugando y platicando en tre si, me proponía sentarme y esperar al que el profesor en turno llegara para tomar la clase como hacia habitualmente, nadie solia hablarme, ni prestar atención excepto un niño.
Kevin, el chico que siempre me molestaba, me estaba esperando sentado en mi lugar.
Lo observé con desprecio, veía que hablaba con Martin uno de sus habituales amigos, reían y bromeaban entre ellos, atrás de él se sentaba Melany una niña que me gustaba en la primaria pero nunca me atreví a confesarle mi amor.
"Kevin me puedes dar permiso, por favor", le indique mientras me acercaba.
"¡Ha hola, perdedor!", me dijo con una sonrisa burlona. Traté de ignorarlo, pero Kevin siguió provocándome, se puso de pie y me empujaba para que me alejará.
"Lárgate no ves que estoy platicando"
"Ese es mi lugar Kevin puedes hablar con Martin en otro momento", le contesté, con enojo.
" Y si no quiero ¿Qué?", me respondió, subiendo su tono de voz, en una forma amenazante.
Me empezó a empujar una y otra vez hasta que finalmente me hizo tropezar, observé como Melany y mis otros compañeros voltearon a vernos sin embargo la única que se acercó fue ella.
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Diario de un Depresivo
AcakErick no es distinto a tí, capaz su historia este más relacionada contigo de lo que pensarías, puede ser esa persona que vez todos los días con una sonrisa en el rostro, sin saber las luchas que ha pasado, la gente que ha perdido y las cosas que hub...