★Piloto; Dos años antes del último internado de Dahlia.
🦋💙
«A Jade no le queda mucho tiempo, lo siento señora Agnes y Dahlia...»
Las palabras del doctor retumban en mi cabeza, una y otra vez. Solo volteo a ver a mi hermana de quince años sonriéndome como siempre. Una lágrima me traiciona y ella limpia la misma con su suéter de tela color verde.
—Jade... —intento hablarle, sin embargo, mis palabras quedan estancadas en mi garganta.
—Lia, no pasa nada. Estoy bien, me siento viva. —responde y mis lágrimas terminan de caer y la abrazo fuerte.
—Vamos mis niñas, todo estará bien. —la abuela nos toma de la mano a las dos para salir del consultorio.
El gorrito de lana con una rosa mantiene la cabeza de mi hermana cubierta, su hermoso cabello dorado no existe desde el primer día de la quimioterapia. Caminamos por el pasillo lleno de tristeza y solo observo la campana de superación de la quimioterapia y radioterapia. No puedo sentir un nudo en mi estómago y ver el sueño de ambas destrozado.
Tomo la mano de Jade y la acerco a mí. Nuestra abuela nos sigue atrás de nosotras. Al final del pasillo está la secretaria, ella no dice nada y nos deja irnos sin darnos problemas.
En el estacionamiento, mi abuela llama a nuestro conductor para irnos a casa cuando antes. Sujeto con fuerza su mano y atraigo su cuerpo a mí. Ella esconde su rostro en mi hombro como siempre desde pequeñas y dejo mis lágrimas salir.
—Jade... Espérame, te juro que voy a conseguir tu cura. No me dejes en este momento. Solo me quedan dos años de carrera. —digo mientras el llanto se apodera de mí.
—Lia, recuérdame siempre. Recuérdame en la Mariposa Morphus que llevas en tu gorrito, en tu broche, viendo el mar, la lluvia y todos mis dibujos. Tienes que vivir por las dos, siempre sonríe y dale el brillo a todos los que puedas. Siempre me verás en la lluvia y el mar, siempre estaré a tu lado. —dice ella con lágrimas.
—Jurame ante mi memoria en este momento, que serás la misma Lía que siempre me inspiró a ser como ella, y vas a encontrar esa cura para no tener que volver a ver a nadie despedirse de su familia. ¿Me lo juras, mi Mariposa Azul? —intento calmar mi llanto y sus manos me toman del mentón, observo sus ojos verdes y puedo ver mi reflejo en ellos.
—Jurame que siempre llevarás nuestro símbolo, lucirás tu broche, por qué eso eres tú. La Mariposa Morphus es única y la más hermosa de todas. Cuando veas una, siempre me verás ahí. Sigue brillando para que ese brillo me llegue al cielo, no llores por mi partida, hermana. No quiero verte más triste, cuando levantes ese título de medicina, solo mira al cielo y ahí estaré yo. Cuando el cielo este lleno de nubes, será nuestra señal de que sigo detrás de ti. —lloro con más fuerza y nuestra abuela nos abraza a ambas.
—Te lo juro, Jade. Te juro que seré feliz y viviré por ambas. Llevaré nuestro símbolo con honor y encontraré la cura. Estaré viendo el cielo siempre esperando tu señal... Iré al mar por ambas, estaré en la lluvia por las dos y voy a salvar vidas por ti... Te veré siempre en tus dibujos y cuadros... No lloraré por tu partida, sino lo tomaré como un impulso. No te olvides de mí, Jade. Siempre háblame en el cielo y sabré que sigues conmigo. Jurame tu también. —le pido mientras lloro con fuerza.
—Te lo juro, Lía. Ahora jurame tú, no caer y ser lo que ambas hemos querido siempre.
—Te lo juro, Jade. —ambas cruzamos los dedos meñiques, ella depósito un beso en el mío y yo en el de ella. Así juramos cuando la promesa es para siempre.
«Siempre estaremos juntas, Lía. Estamos juntas hasta después de la muerte.»
***
Después de dos meses, el cuerpo de Jade empezó a perder fuerza, su brillo comenzó a apagarse, no podía caminar y siempre estaba en la cama. Sus ojos siempre estaban cerrados y parecía dormida. La abuela Agnes intentaba hacerla feliz y yo también.
Un día comenzaron a llegar los doctores a verla a cada hora y darle medicamento. Solo iban a darle Morfina y ver sus signos vitales.
Siempre regresaba más temprano de la Universidad para tomarle de la mano con la esperanza de verla con los ojos abiertos y nunca tenía suerte.
Un día regrese un poco más tarde de lo normal y ella estaba hablando con la abuela. Corrí dejando mi mochila tirada apenas escuché su voz y solo sonríe.
—Jade... Te extrañe. —me acerco a ella, sus ojos verdes estaban apagados y muertos. Podía ver a mi hermana llorando y yo intento no hacerlo. Hoy se cumplía los cuatro meses de vida pronosticada de ella.
—Jade... —intento calmarla. Abrazo su cuerpo y está temblando.
—Lía, tengo frío y miedo. No te quiero dejar sola... Pero, ya no aguanto más, estoy cansada y me duele mucho. —confiesa y yo suelto mis lágrimas.
—Ve tranquila, mi niña. No pienses en mí, estaré bien. Descansa, cierra los ojos y duerme. Yo estaré bien aquí con la abuela Agnes y siempre estaré feliz. —me acuesto con ella en mi pecho y siento sus sollozos.
—Lía, perdoname.
—No hay nada que perdonar, recuerdas nuestra promesa. La tienes que cumplir y yo voy a cumplir mi parte. ¿Siempre juntas? —le pregunto y ella besa mi meñique y yo el de ella.
—No me olvides, Lía. Te volvería a escoger en todas las vidas... Te amo mucho hermana. —besa mi mejilla y mis lágrimas salen.
—Te amo más Jade. Ahora cierra los ojos y duerme tranquila. Aquí estaré contigo hasta el final. —le digo para acomodarla de nuevo en mi pecho y sentir su respiración y ritmo cardíaco acelerado.
Acaricio su cabeza cubierto por su gorrito de lana verde y observo a mi abuela llorando a mares. Ella se acerca abrazarnos ambas y las dos le damos valor a Jade y luego de un rato, ya no siento su respiración ni su ritmo cardíaco.
La recuesto mejor en la cama y beso su frente, colocando su gorrito mejor y observo su rostro lleno de tranquilidad. Un grito desgarrador sale de mi garganta y golpeo el suelo con fuerza. Mi abuela me abraza y lloramos las dos.
Levanto la vista a la ventana y la lluvia está llenando las calles y solo corro a las afueras de la casa. Caigo de rodillas dejando la lluvia mojarme por completo y empapar mi uniforme de estudiante.
Levanto mi rostro, dejando que la lluvia se fusione con mis lágrimas y grito con todas mis fuerzas. La imagen de la sonrisa de Jade atraviesa mi vista y solo puedo llorar más y más.
La lluvia me llena el alma en este momento, estoy como ella y yo estamos siempre a escondidas de la abuela. Abrazo mi cuerpo y le pido perdón por no poderla salvar y beso mi meñique, aquí empieza mi parte de nuestra promesa...
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La Mariposa Azul ©
Teen Fiction★; La brillante estudiante Dahlia por fin le queda solo un internado más para poder graduarse de la carrera de Medicina, gracias a sus excelentes calificaciones, sus trabajos de investigación y voluntariados, logro llamar la atención del Director de...