Al despertar noté algo extraño, Renato no estába, había huido eso no era bueno no era buena señal.
—¡Lisandrooo! ¡Debemos huir escapó! —Lisandro estaba en modo oruga destacándose para luego ver al rubio todo acurrucadito del otro lado —¿Escapo? ¿Quién hay que agarrarlo?.
—¡Nadie, tú duerme! — lo peor fue que me hizo caso y se durmió. Mientras Lisandro dormía oliendole el cuello.
—¿Qué cosa loca no León? No lo vi -sonriendole a mi bebé que como buen madrugador se despertó primero y solo se reía diciendo; ¡Ata esta! ¡Ata esta! Jugando con un paño tapando su rostro, León caminaba un poco así que no podia quitarle los ojos de encima. En un momento estaba a lado mío y en otro estaba jugando con el rostro dormido de Renato y Lisandro.Mientras ellos seguían durmiendo aproveche para bañar a León a mi bodoquito.
Tome una palangana que había allí y le puse el agua tibia para él. Mientras el jugaba con el agua yo lo lavaba sus cabellos
—¡Extrañare tus cabellos y tu aroma a bebé!
—¡Mami! Mamá chichi chichi— haciendo con su manitos la señal de que quería pecho. —Por lo que ahí estaba lactando mientras lo secaba para luego prepararlo para nuestro tramo final nuestra despedida.
¡Mamá te ama! ¡Siempre lo hará!—¡Mamá amo!¡amo!
—Yo también, y mucho.No avise a Lisandro simplemente una vez que León estuvo listo, tome sus cosas y emprendí viaje hacia su destino.
Fue entonces que al salir, vi mi rostro empapelado en toda la ciudad
"SE BUSCA VIVO O MUERTO
SANTIAGO VILLALBA"
Cada paso que daba debía ser estrictamente cuidadoso. Aprovechando que las temperaturas eran cálidas sólo debia actuar normal.
Acaso un Alfa no podía salir a pasear con su hijo al centro, debido que la foto en la que aparecía diferia mucho de mi apariencia real. Ni siquiera sabía cuando me la tomaron, mi pelo era corto y tenía el rostro magullado.
Recordando que fue cuando me atacaron hacia años.
¡Los malditos del hospital me habían abierto carpeta!¡Mamá!¡Mamááááá! —La señora a lado mío en la tienda donde compraba algo para comer me miró con los ojos entrecerrados, como no si atrás mío había un cartel de su busca con mi rostro.
—La mamá nos abandono. -Trataba de controlar mis nervios ante su inquietante mirada. Yo quería irme pero León se aferraba a un juguete en exhibición. —Tetete, quero tetete.
—Son 20, con el juguete serían 40 —El problema no era el dinero, era el tiempo que tardabamos. Por lo que saque los 50. Y lo compre para acelerar la marcha porque seguro llamaría a la IMOAM.
Dicho y echo, mientras me ocultaba en el sótano de un edificio junto con León, la IMOAM rastrillaba la zona.
—Tetete, mamá tetete —Mostrándome contento su juguete, el cual sonaba al ser movido un sonajero muy vistoso.
....
La vida da vueltas, vueltas da la vida.
Ahora estaba en el mismo edificio donde conocí a Lisandro. Viendo el mundo avanzar fuera de este; y con ellos cientos de historias..
Por lo que serían días acalorados.Continuara...