Primera y única parte

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Ha pasado un tiempo desde esa última batalla, pero las secuelas que dejo aún permanecen en los paladines algunas visibles y otras invisibles a los ojos de los demás desde esa batalla ya nada ha sido igual Keith Shiro Lance y Pidge al igual que Hunk no volvieron a ser los mismos todo el universo cree que están bien pero muy en el fondo saben que no es así.

Coran los conoce muy bien y sabe que, aunque ellos digan a todo el mundo que están bien en realidad no lo están.

Esa batalla final dejó secuelas en todos, pero sobre todo en dos parejas de paladines en Lance y Keith y Shiro y Pidge los cuatro han tenido que aprender de nuevo no solo de sus relaciones sino también de ellos mismos.

Lance siempre ha sido el inseguro, pero desde esa última batalla su inseguridad ha alcanzado niveles increíblemente altos.

Todos saben que Keith siempre se exigirá sobre el resto quiere ser el mejor para poder proteger al universo a sus habitantes y a la única familia que le queda Lance su Lance su verdadero amor y por lo que él pelea, pero desde esa última batalla ha perdido la fe en sí mismo y le cuesta levantarse todos los días, aun así, lo hace va al centro de entrenamiento y se queda horas entrenando tratando de mejorar, pero por más que entrena siente que al contrario de mejorar simplemente retrocede.

En cambio, nuestra segunda pareja Shiro y Pidge pasaron de la comunicación a solo Hola, ¿Cómo estás?, tenemos una misión y adiós su relación va en declive Shiro se ha concentrado en ser un líder tanto para los paladines como para el resto del universo y se ha olvidado de ser él, de ser un amigo, un compañero, consejero, novio, pareja y amante se ha concentrado tanto en tratar de mantener al universo a salvo que debido a eso se ha olvidado de su verdadera familia y todo porque teme que se repita lo de aquel día lo de ese fatídico día.

Por otro lado Pidge se ha concentrado en sus inventos aunque ya no ve el mismo entusiasmo que antes se siente dolida e inútil y juzgada por ella misma ya no habla tanto con Shiro y con Hunk su confidente como siempre sigue siendo Lance pero también ha perdido mucho no solo ha perdido a su novio, pareja y amante también ha empezado a creer que no es tan valiosa para el equipo que no es tan inteligente como la creyeron y que sus inventos no funcionan, ha perdido la confianza y la seguridad en ella misma, así mismo teme haber perdido a su novio y amigo a su Shiro y también no solo haberlo perdido a él si no también la fe y la esperanza.

Por otro lado, aunque Hunk no tenga a su pareja aquí no significa que no la extrañe desde esa última batalla su novia Shay y él al contrario de Lance y Keith y Shiro y Pidge ellos dos hablan todos los días sin importar la hora, su comunicación ha sido más abierta, pero, así como todos Hunk también se ha juzgado a sí mismo se siente defraudado piensa que pudo haber hecho más, pero él sabe más que nadie que por más que quisieran haber hecho algo no era posible.

Era por la mañana como todos los días empezaba la rutina en el castillo de los leones, Hunk se dirigía a la cocina para preparar el desayuno, Shiro al puente de mando a verificar las últimas novedades de la espada, Pidge bajaba al hangar de los leones ahí en su laboratorio era hora de trabajar, para Keith durante las últimas semanas se había levantado temprano e iba a su León era hora de trabajar en reforzar su conexión, para Lance su día bueno su día no era muy diferente al anterior se levantaba e iba a entrenar como todas las mañanas.

Eran las 8 y al igual que todos los días los paladines regresaban a sus cuartos se cambiaban arreglaban desayunaban e iban ahí a ese lugar donde toda su aventura como paladines como Voltron empezó.

Iban a la estación de las cápsulas ese día Coran ya estaba allí -Buenos días paladines- les menciona El alteano -Hola Coran- le dice Hunk y todos asienten en respuesta.

Secuelas One shot VoltronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora