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2 - La cena

Después de hacer una ruta de 15km llegué a casa. No debería haber corrido tanto pero la cabeza me iba a mil. Volver a ver a Jennie fue raro pero me encantó. A veces no sabes lo importante que es una persona para ti hasta que vuelves a verla. Pero verla con otra persona.. Agg eso no me gustó tanto. La cabeza me iba a explotar de tantas teorías que me había montado yo sola.

Subí a mi cuarto. Me tomé una pastilla para el dolor de cabeza y decidí ducharme y arreglarme para la cena que mi madre había organizado con los Kim.

Esto no iba a ser fácil pero allá vamos...

Bajé al salón y la madre de Jennie ya estaba allí.

- Lisa!! Estás guapísima. Qué mayor te veo - sonreí - en el buen sentido, hija. Más adulta y espero que también más madura.

- Eso espero yo también señora Kim - y la abracé. Eso esperaba, la verdad. Me fui de aquí porque no supe gestionar ciertas cosas pero he aprendido que la vida te hace crecer y madurar. Solo espero que no sea demasiado tarde.

En ese momento tocaron a la puerta.

- Abre tú cariño - me dijo la señora Kim - debe ser Jennie. Yo voy a ayudar a tu madre.

Abrí la puerta y no sabía que unos shorts cortos y una camiseta blanca podían quedar tan bien en alguien.

- Lisa - me saludó de manera cortante.

- Jennie - le devolví el saludo de igual manera sin querer. Pero intenté arreglarlo - te ves muy bien.

Pasó de largo.

Nos sentamos a la mesa y como era de esperarse, mi madre y la de Jennie contaban una y otra vez las mismas anécdotas de siempre mientras Jennie y yo nos lanzabamos miradas asesinas. Bueno, ella en realidad. Yo la miraba como una tonta.

- y te acuerdas de la primera vez que Lisa vio a Jennie? - comentó su madre a la mía.

- Que si me acuerdo? Madre mía. No se separaba de ella ni un segundo.

- Mamá, basta... - dije avergonzada. Le habéis contado la historia a Jennie mil veces.

- Nunca son suficientes - respondió Jennie.

Flashback

Mis padres y la familia Kim eran vecinos. Más que eso. Eran familia. Desde el momento en que mis padres se mudaron a Corea desde Tailandia ellos les ayudaron en todo. Yo tendría unos 4 años aproximadamente pero al venir aquí y mis padres no saber bien el idioma fui repitiendo cursos hasta que al final supe hablarlo correctamente. Recuerdo que las clases se me hacían agotadoras. Ahora mismo tengo 30 años.

Y cuando tenía 5, recuerdo que mi madre se levantó un día más temprano de lo normal para decirme que tendría una hermanita.

- Lis, cariño. Despierta - se metió en mi cama.

- Mami? Qué hora es? Tengo sueño. No quiero ir al cole.

- No es eso cielo, la señora Kim está de parto. Está en el hospital.

- Qué es estar de parto?

- Recuerdas la tripa grandota de la señora Kim? - asentí - aquella que tocabas y se movía?

- Sí. Es malo? Tiene un monstruo y por eso está en el médico?

- No cielo - se rió - es un bebé. Una niña. Vístete, vamos a ir a verla.

Hice caso a mi madre y caminé ilusionada a ver al bebé. No sabía muy bien qué es lo que era un bebé. Pero mi madre estaba muy contenta así que yo también lo estaba.

Cuando entramos, la señora Kim tenía algo en sus brazos.

- Lis - me llamó la señora Kim - ven, acércate a conocer a Jennie.

- oh! Oh, oh, yo.. - dije al verla - Umm, qué tengo que hacer? - le pregunté a mi madre.

- Saludala, cariño.

- Hola bebé.

- Mira - me dijo la señora Kim - dale la manita. Y Jennie me agarró el dedo.

- Ala! Es de verdad! Mami que se mueve. Que se mueve!

- Claro! - dijeron las dos a la vez.- Jennie será como tu hermana Lisa. Tú serás la mayor y deberás cuidarla siempre - me dijo su madre.

Esas palabras de su madre me calaron bien profundo. Tal vez demasiado en el futuro. Todos los días me levantaba pensando en ver al bebé.

Mamá, ya podemos ir a ver al bebé?. Mamá, el bebé está ya despierto? Podemos ir ahora? Es mi hermana. Tengo que jugar con ella. Si llora qué hay que hacer? Por qué no puedo darle mis chuches?

Tenía a mi madre mareada con tanta pregunta. Realmente me impresionó ver algo tan pequeño.

Actualidad

Mi madre y la señora Kim se estaban riendo mientras Jennie, a pesar de haber escuchado la misma historia 100 veces, seguía atenta por si decían algún detalle nuevo.

- y la obsesión que le dio? - decía mi madre.

- Totaaal. La pequeña Lisa se pasaba el día al lado de la cuna. - continuaba la madre de Jennie.

- y cuando llegaba a casa - continuó mi madre - se la pasaba diciendo "bebé, mía", "Jennie, mía" era tan adorable - prosiguió mientras me agarraba de las mejillas.

- Mamá, ya está bien - estaba realmente avergonzada. Me levanté - voy a salir a tomar el aire. Vuelvo enseguida.

- Jennie - llamó la señora Kim a su hija - anda, ve a buscarla. Nos hemos pasado avergonzándola esta vez.

Salí al jardín. Me traía muy buenos recuerdos. Pero algunos no tan buenos. Como cuando vi aquella vez cómo Jennie se daba su primer beso con aquel chico popular de su clase.

- Lisa - me llamó Jennie a mis espaldas mientras se sentaba conmigo en el chill out. - no vengo porque quiera. Mi madre me ha dicho que te busque.

- Vale, volveré en 5 minutos. - le respondí cortante.

- Si no volvemos juntas sospecharán que algo pasa entre nosotras.

- Tienes razón. Las hermanas no deben discutir.

- No es que hayamos discutido, Lisa. Es que has pasado de mi desde que te fuiste.

- No es lo que tú te piensas. - respondí apenada.

- Ah no? Pues entonces explícamelo. - me pidió de manera arrogante.

- Quién es la chica con la que estabas corriendo hoy? - pregunté intentando esquivar a su pregunta.

- De verdad, Lisa? Te vas sin despedirte. No contestas a mis llamadas. No te dignas ni siquiera a decirme que vuelves y lo primero que me preguntas es quién es Jisoo?

No dije nada. Tenía razón pero antes de explicarle todo debía aclarar ciertos puntos. Si esa chica era su novia no tenía sentido que le dijera nada.

- No vas a explicarte? Lo tuyo es increíble. - me dijo enfadada.

- Está bien - respondí mientras se levantaba para irse. - te lo contaré todo.

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Continuará.