-Ofrezco 91,000 pesos a que Jorge no está embarazado. ¿Alguien se atreve a aceptar la apuesta? -Arcaico sacó un billete arrugado y lo arrojó sobre la mesa de la sala de conferencias. Siempre le había gustado iniciar apuestas.
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Solo esta noche soy tuya, tuya Solo esta noche eres mía, mía
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—Ofrezco 91,000 pesos a que Jorge no está embarazado. ¿Alguien se atreve a aceptar la apuesta? —Arcaico sacó un billete arrugado y lo arrojó sobre la mesa de la sala de conferencias. Siempre le había gustado iniciar apuestas.
Feña negó con la cabeza, pensando que estos tipos eran increíblemente aburridos. "No organizar conciertos ni promocionar el último álbum" no significaba que no hubiera trabajo; alguien tenía que encargarse de las finanzas y la administración del conjunto. Al levantarse para irse, vio a Álvaro y Miguel buscando ansiosamente en sus carteras. Esta apuesta era inútil: solo había dos resultados posibles, o Jorge estaba embarazado o no lo estaba.
—Deberías apostar por Jacqueline y Cecilia. Conocen a Jorge a la perfección —sugirió Feña antes de cerrar la puerta de la sala de conferencias tras él.
—¿Jorge, embarazado? ¿Soy la única que piensa que esto es como cuando fingía ser un Alfa? —Cecilia, recién salida del estudio de grabación, estaba sentada en el apoyabrazos del sofá del salón, masticando distraídamente una barrita energética, sin apenas prestar atención a las noticias de Arcaico.
—¿Te lo dijo Jorge? No es probable, a menos que se hayan acostado juntos y seas el padre del bebé —Jacqueline levantó una ceja con incredulidad hacia Arcaico. Se había acostado con Jorge y sabía lo meticuloso que era su exnovio Omega con la anticoncepción.
—Rebusqué en su basura —Arcaico sacó cuidadosamente de su bolsillo una bolsa de plástico sellada con una prueba de embarazo y se la mostró a sus colegas. Dos líneas continuas: positivo.
—Lo encontraste porque Jorge quería que lo hicieras —dijo Cecilia, muy versada en las tácticas manipuladoras.
—O él sabía que yo sabía que dirías eso. Es un doble engaño —Arcaico se frotó la frente. Este intercambio de ideas finalmente había sembrado dudas en la mente de la pareja.
