ʕ⁠'⁠•⁠ᴥ⁠•⁠'⁠ʔ || Chapter Eight

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Nota: La segunda mitad de este capítulo contiene escenas +18, si no te gusta este tipo de contenido, puedes retirarte y esperar el siguiente.

Dmitry

Aquel momento fue, sin lugar a dudas, una gran sorpresa. Mis ojos se negaban a aceptar lo que estaban presenciando, pues en ningún momento mencionó que traería a alguien consigo. Pero más allá de eso, jamás habría imaginado que sería precisamente ese alfa quien lo acompañaría, y menos aún frente a mi tío. ¿Acaso había perdido la razón o simplemente deseaba provocarle un disgusto?

Observé al hombre que caminaba a su lado, aferrado a su brazo. La escena me resultaba tan irreal que no podía creer lo que estaba viendo. Nunca esperé verlo con alguien como él.

Sin embargo, tratándose de Caesar, no es del todo improbable. Es un hombre que siempre obtiene lo que desea, cuando lo desea. Aun así, no puedo sacarme de la cabeza la idea de que todo esto fue planeado con la intención de humillar a mi tío frente a todos.

—¿Qué crees que está tramando Caesar? —preguntó Leonid, que se había acercado a mí sin que lo notara.

Rodé los ojos al verlo a mi lado.

—No tengo la más mínima idea. Solo sé que mi tío no estará nada contento con esto.

—Deberías haberlo anticipado, idiota. Cuando mencionaste que estuvieron bailando juntos, debiste suponerlo, ¿no? —me dijo con tono burlón.

—Cállate, Leonid. No estoy de humor ahora —respondí, mientras observaba al par que seguía sosteniéndose del brazo, esbozando una estúpida sonrisa. Dios, ¿qué estará tramando este imbécil?

Mis ojos se abrieron de par en par cuando vi al hombre que finalmente llegaba. Esto, sin duda, terminaría de la peor manera. Luego dirigí mi mirada al par, que no parecía tener ni un ápice de respeto por el hombre que se acercaba a ellos, y que claramente no estaba dispuesto a darle una cálida bienvenida al joven alfa.

—¿Qué crees que suceda ahora? —inquirió Leonid, con una sonrisa, como si aquello fuera un espectáculo donde el Zar, el alfa que colgaba de su brazo, su padre y próximamente el omega fueran los protagonistas de la velada.

—Te veo muy entretenido.

—Vamos, un poco de drama al año no hace daño, y más si involucra a personas armadas. ¿No te parece emocionante?

—Maldito lunático, luego dices que soy yo quien está demente.

—Aún no llego a tu nivel, pero créeme, estoy mejorando, y este drama romántico me tiene expectante.

—¿Debería sentirme bien por eso?

—El que debería preocuparse es ese pobre chico. Míralo, aunque parece fuerte y seguro de sí mismo, sabe bien a quién se enfrenta —dijo, mientras yo observaba al albino de pies a cabeza. Vestía de manera impecablemente formal, lo que, al parecer, era lo suyo, pues no se veía incómodo. Al menos no lo había sacado de algún lugar de dudosa procedencia. ¿Debería tranquilizarme?

No, por supuesto que no debería hacerlo. Después de todo, estaban enfrentándose a mi tío, y por la mirada que le dirigía a su hijo, parecía evidente que las decisiones de Caesar tendrían graves consecuencias.

Me acerqué rápidamente a ellos, con la intención de evitar el conflicto que se avecinaba. Sin embargo, la mirada de Leonid me indicaba que no lo hiciera. No obstante, ¿cómo no intervenir? Después de todo, Caesar es mi primo. Aunque no me importaría lo que le sucediera a ese alfa que se prestó para esto, siento que debo irrumpir.

DON'T BLAME ME || CAESAR X ZHENYA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora