4. El cereal.

468 76 16
                                    

— ¡Maldita sea!

— ¿Que pasa Bakugo?

— Que te importa, metiche.

— No seas así Bakugo, ¿Cuál es tu problema?

Una mirada asesina se poso en Kirishima.

— Que que me pasa? ¿¡Quieres saber cual es mi puto problema!? — Se acercó peligrosamente — Necesito saber quien se comió MI maldito cereal — Lo agarro del cuello de su camisa — De casualidad, ¿Sabes quien fue? — Paso su lengua por el labio inferior sonriendo de lado.

¡Su cereal favorito había sido devorado! ¿Por quien? Se encargaría de explotarle el culo al responsable.

— No se de que hablas Bakubro — Claro que si sabia, más no lo/la delataria.

— Chicos no esta permitido pelear en los dormitorios — Iida rápidamente hizo presencia.

— Carajo.

— No te frustres Bro, mañana me explotas en el entrenamiento — Intentaba consolar a su amigo, en parte lo entendía. Solo recibió un chasqueo.

Ese fin de semana se había quedado en los dormitorios de la UA. Notenía absolutamente nada que hacer además de entrenar por si mismo, leer algunos mangas de romance a escondidas o ver películas.

Pero el hecho de que su cereal favorito haya sido devorado y el responsable no haya aparecido lo mantenía con un ceño fruncido.

— ¿Tiene estreñimiento?

— Siempre ha sido así Todoroki.

El rubio estaba en los sillones de la sala común de brazos cruzados con un pronunciado ceño, más de lo normal.

— Siento que me esta mirando — Volteo hacia atrás — Si, soy rata muerta.

— Yo hice lo posible bro, no me mires. — Sero se cruzaba de brazos, que más podría hacer?

— Soy muy joven para morir, ¿Que dirá mi lecho de muerte?

— Murió por no reenviar este mensaje a quince personas — Mina aguantaba las ganas de reírse recordando ese día.

Un número desconocido le había enviado un mensaje a Kirishima sobre un Dios de los bajos mundos. El perfil solo tenía una cabra y mucho fuego, parecía ser una cadena pero las palabras escritas estaban en un idioma que no entendía, quizá hebreo. Del miedo decidió borrar el mensaje, le hablo al Bakusquad sobre eso y Mina empeoró todo diciéndole que por ignorar aquella cadena iba a morir. Desde eso reenvía toda cadena que le llega sin problema alguno.

— Eso no fue de hombres.

— Bakugo ¿necesitas ir al baño?

— ¡No me jodas Bastardo! — Sus ganas de explotar aumentaban — Si tan solo supiera quien se comió mis cereales.

— Un detector de mentiras podría ayudar, ¿no?

Algo hizo click en su cerebro.

— ¡Mina trae tu estupido juguete aca!

Katsuki sabía de la existencia de ese juguete, uno donde colocabas tu mano y te mandaba una descarga eléctrica si mentias, lo usaron en una de sus pijamas con el Bakusquad. Después de todo iba ser útil.

— ¿Puedo interrogar Bakugo~? — Mina estaba disfrutando de la situación. Mientras que sus demás compañeros salían con sus palomitas de la cocina.

¡Support Me! | Katsudeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora