El pequeño zombi con ansiedad social obligado a vivir al aire libre

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Los que vinieron desde lejos a saludarlos eran tres hombres y dos mujeres; uno de los hombres y una de las mujeres parecían tener aproximadamente la misma edad que Xu Fang y su grupo, unos veinte años, mientras que los otros tres parecían tener unos treinta años según sus rasgos.

Vestían ropas de algodón y lino, de color blanco o gris, bordadas con hilos de seda de colores formando intrincados patrones.

Todas estas personas tenían la piel amarilla, y los dos hombres de unos treinta años parecían un poco más oscuros.

Las sonrisas en sus caras eran sinceras y fueron muy cálidos y entusiastas en su saludo.

Shen Xiuzhe y los demás fueron los primeros forasteros que vieron; viviendo en el bosque, desconocían la situación en otras ciudades, y muchos habían pensado al comienzo del apocalipsis que este era un desastre dado a su ciudad por los dioses.

Anteriormente, la abuela Wu había mencionado que la gente de Ciudad Espíritu del Bosque rara vez salía de sus hogares y eran muy cálidos y hospitalarios, y les gustaba escuchar sobre las aventuras de los forasteros.

Fue sólo cuando los conocieron que supieron que realmente eran muy hospitalarios.

Los jóvenes y las mujeres parecían muy curiosos, los miraban una y otra vez y sólo sonreían cuando les devolvían la mirada.

Lin An se apresuró a correr detrás de Shen Xiuzhe en el momento en que los demás se acercaron; solo podía permanecer tranquilo frente a sus compañeros, todavía incapaz de manejar a extraños y prefiriendo esconderse detrás de personas familiares.

Fue sólo cuando llegaron a la base del gran árbol que descubrieron un hueco natural en el fondo del tronco, incluso con escalones de barro y madera construidos en el exterior.

"Poco a poco, del hueco del árbol salen más personas, todas vestidas de manera similar. Algunas se quedan en la entrada observando, mientras otras bajan las escaleras para saludarlas".

"'¿Quiénes son?'"

"¿Son exploradores de fuera?"

"Son seis; ¿cómo llegaron aquí?"

"Los lugareños parecen sentir mucha curiosidad por ellos y siguen a los que van delante cuando entran en el hueco del árbol. Al principio esperaban que hubiera oscuridad en el interior, pero se sorprenden al descubrir que es muy diferente a lo que esperaban".

"En el centro de este gigantesco tronco se ha excavado un gran espacio, como si se hubiera tallado un agujero desde la base hacia arriba. Las paredes del hueco del árbol están salpicadas de numerosos agujeros pequeños con forma de panal. Aunque en el contexto del árbol gigante son solo agujeros pequeños, en realidad cada uno de estos agujeros tiene un diámetro de varios metros".

"Entre cada agujero había escalones de madera tallados a mano, como esculturas en relieve, que conectaban los agujeros dentro del árbol".

"Parecía que esta gente vivía dentro de estos huecos".

"Su visión era tan clara porque el interior del hueco del árbol estaba iluminado con plantas y minerales brillantes".

"Racimos de hongos de color verde pálido, manojos de cristales minerales de color amarillo pálido y plantas blancas brillantes".

"En el hueco del árbol, originalmente oscuro, estas luces eran como estrellas, perfectamente dispuestas y titilando por todas partes".

"La escena onírica les hizo detenerse a la entrada del hueco con asombro, suspirando con admiración".

"Lin An también lo encontró hermoso. Plantas y minerales tan brillantes eran raros en el bosque. Para encontrarlos, uno tenía que estar muy familiarizado con el bosque. La gente de la ciudad de Muling, que había vivido en el bosque desde la infancia, lo conocía mejor que nadie".