💦Capítulo 3-Afortunado💦

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Estábamos en los baños elegantes del lugar, rodeados de mármol y espejos que reflejaban nuestra imagen

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Estábamos en los baños elegantes del lugar, rodeados de mármol y espejos que reflejaban nuestra imagen. Jimin se movió con rapidez para poner seguro a la puerta, asegurándose de que nadie entrara y nos interrumpiera. Luego, se sentó encima del lavabo, mirándome a los ojos con diversión y un toque de misterio.

—Ya descubriste que estás aquí porque quise traerte —dijo, su voz baja y seductora—, pero te has preguntado, ¿por qué?

Me encogí de hombros, no tenía la menor idea.

—No tengo idea, Jimin... —admití.

Jimin suspiró, su expresión cambiando a una de decepción.

—Qué triste que no me recuerdes —dijo, con su voz llena de emoción—. El día que terminé con Yoongi me ayudaste, estabas bastante ebrio.

Fruncí el ceño, tratando de recordar.

—¿Qué? —pregunté, confundido.

—Y a juzgar por las imágenes que miré en el video que subió tu ex a internet —continuó Jimin—, supongo que fue ese mismo día...

Me sentí incómodo, sin saber qué decir.

—No sé de qué hablas...

Jimin suspiró, fastidiado y un poco indignado.

—¿Olvidaste que me llevaste a casa en un taxi? —preguntó, su voz llena de incredulidad—. ¿Olvidaste que nos besamos?

Me sentí como si hubiera sido golpeado en el estómago. ¿Qué había pasado esa noche?

—Diablos, lo olvidaste —dijo Jimin, su voz llena de desilusión—, y yo que me sentía en deuda contigo...

Traté de explicarme, pero las palabras se atascaron en mi garganta.

—Oye, el día que me acosté con... —comencé a decir—. El día del incidente con Marcus, él me llevó a casa en su motocicleta y...

Jimin se carcajeó, su risa llenando el baño.

—¿Bromeas, Jungkook? —preguntó, su voz llena de diversión—. ¡Yo te llevé a casa!

Me sentí confundido y un poco avergonzado.

—Lo siento, no recuerdo... —admití.

Jimin se acercó a mí, su mirada era intensa y seductora.

—Tal vez si te doy un beso logres recordar —dijo, con voz baja y provocativa.

Saltó del lavabo, acercándose a mí con decisión. Su boca se posó en la mía, y su beso fue exquisito, lleno de pasión y emoción. Me sentí como si estuviera flotando, sin poder pensar en nada más que en ese momento.

Y entonces, algo cambió. Algo en mi memoria comenzó a despertar, y recordé. Recordé la noche, el taxi, el beso... Todo.

 Todo

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El rostro de la vergüenza ||KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora