Era un bonito día allí en Seúl, el frío era casi imperceptible y una leve neblina cubría la ciudad de una manera preciosa. Los árboles parecían felices, desprendiendo un nostálgico olor a bosque, que por supuesto recordaba a París.
Las flores estaban como locas, coloridas y desprendiendo esa felicidad solo por verlas brillar en su plena naturaleza. Algunas amarillas, otras violetas, pero todas iguales de preciosas ante el ojo humano.
Se suponía que Felix, quien se sentía como en casa, debía estar encantado, pero había un pequeño problema; su novio.
Hyunjin, para los amigos, era un hombre enorme parecía poder romperte solo con la mirada, pero que en la realidad se la pasaba jugando videojuegos como un maniático adolescente, tenía vergüenza de decir la palabra sexo fuera de el y gritaba cada vez que su novio intentaba tocarlo pudorosamente. Su primer y último sexo había sido con Felix, porque si no fuese por el probablemente seguiría virgen hasta la tumba.
En cambio, Felix era un chico que necesitaba mucha atención y cuidados, espontáneo, alocado y muy impaciente. No podía quedarse un solo segundo quieto, siempre estaba buscando algo nuevo para hacer, cada vez peor. Lo más horripilante de todo esto era que, gracias a Hyunjin, estaba frustrado sexualmente.
El sexo con Hyunjin siempre era igual, sistemático. Besos, una larga lubricación y estocadas suaves que demostraban cuanto se amaban el uno al otro. Siempre la misma posición, en la cama, preferiblemente a la noche antes de dormir, un sábado. Quizás tenía un pene digno de admirar, pero realmente no sabía usarlo. Gracias a ello, sus últimos orgasmos habían sido los peores de su vida, y si eso seguía así probablemente acabaría terminando de una vez por todas con su novio.
─ ¡Jódete Minho, no pienso volver a revivirte nunca más! ─ Se escuchaban los gritos que Hyunjin le proporcionaba a su amigo por el micrófono del celular, mientras jugaban un juego de supervivencia en la Play Station.
Felix estaba seguro de que si tomaba a su novio distraído, iba a poder chuparle la polla con tantas ansias como quisiera, decidiendo el que hacer y que no. Lo mejor sería que Hyunjin, al estar entretenido con otra cosa, no diría nada hasta que fuese muy tarde.
─ Dios, juro que moriría por chuparte la polla mientras juegas videojuegos, Hyunjin ─ Pensó Felix mientras miraba a su novio desde la puerta de la habitación. Casualmente no había notado su presencia, realmente estaba metido en el juego.
Y como si de una víbora silenciosa se tratase, se sentó con mucho cuidado en la otra esquina del sillón en donde Hyunjin estaba, intentando no llamar la atención. Bajó la mirada y lamió su labio inferior con deseo, tenía muchas ganas de montarlo a su ritmo, salvajemente.
Se imaginaba a sí mismo con las manos en su pecho, saltando hasta no poder más, y cuando el lo pidiese, Hyunjin saldría a su rescate follandolo tan fuerte y tan rápido como él le exigiera.
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𝓖ɑming ৎ
Fanfiction꣑୧ㅤ hчunlıx dios mío, moɾiɾíɑ poɾ ɑɾɾodillɑɾme γ chupɑɾte lɑ pollɑ mientɾɑs juegɑs videojuegos. ﹕oneshot. ﹕hyun top ა lix bottom ﹕smut ა +18. ꒰๑ '' ๑꒱ adaptation ╱ ﹫gatmelon