Secuestro salvador

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Me levanté al día siguiente con la cabeza dándome vueltas. La resaca emocional de la noche anterior seguía colgando sobre mí como una nube negra. Me dirigí tambaleante al baño, con la esperanza de que una ducha rápida me despejara.

El agua caliente comenzó a correr, y mientras el vapor llenaba el cuarto, sentí que al menos una parte del peso en mis hombros se aliviaba. Sin embargo, el nudo en mi estómago permanecía firme, recordándome la boda que Ayoub había planeado sin mi consentimiento. Me apoyé contra el lavabo, mirando mi reflejo en el espejo. Mis ojos estaban hinchados y enrojecidos por el llanto de la noche anterior. Tomé una respiración profunda pero el aire se negaba a llenar mis pulmones como debería. Lavé mi rostro con cuidado, eliminando los restos de kohl y las marcas de mis lágrimas

Salí de la ducha y me envolví en una toalla, caminando hacia mi armario. La ropa que elegí era simple y cómoda; no quería darles la satisfacción de verme arreglada para esta mierda. Sabía que cada movimiento que hacía sería observado y juzgado, y lo último que quería era darles más motivos para pensar que estaba de acuerdo con todo esto.

Al bajar, encontré a Ayoub en la cocina preparando café. La tensión en el aire era palpable. Me acerqué lentamente, tratando de mantener la calma y no provocar una pelea antes de que el día siquiera comenzara

—Buenos días —dijo sin levantar la vista del café—. Espero que estés lista para hoy

—Buenos días —respondí, intentando sonar neutral. Mis manos temblaban ligeramente, así que decidí esconderlas en los bolsillos de mi bata

La atmósfera en la cocina era tan densa que podía cortarse con un cuchillo

El desayuno se baso en un silencio tenso. Cada uno de nosotros estaba perdido en sus propios pensamientos. Ayoub sorbía su café ajeno a la tormenta de emociones que me consumía mientras yo hacia el esfuerzo para comer algo, y mi estómago se rebelaba ante la idea de ingerir cualquier cosa

Ayoub se levantó y salió de la cocina, dejándome sola con mis pensamientos. Me levanté lentamente, sintiendo el peso de cada paso mientras subía las escaleras de nuevo a mi habitación

Me senté en la cama mirando el vestido  colgado en la puerta del armario. Era hermoso, pero en ese momento solo lo veía como una trampa dorada

Mi mente vagó a la noche anterior a la conversación que habíamos tenido. Ayoub había sido claro: esto era lo mejor para la familia, para nuestra posición. No importaba lo que yo quisiera.

La habitación se sentía pequeña, opresiva. Me levanté y comencé a caminar de un lado a otro, tratando de calmar la ansiedad que crecía en mi pecho. Recordé las palabras de mi madre, siempre diciéndome que debía ser fuerte, que debía hacer lo que fuera necesario por la familia

Pero a qué costo? Mi propia felicidad? Mi libertad?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un golpe en la puerta. Y prono note que era mi hermano con una expresión seria en el rostro

—Estás bien? —preguntó, aunque ambos sabíamos la respuesta

—No, pero no creo que eso importe ahora —respondí con una sonrisa triste

Él asintió y se sentó a mi lado, poniendo una mano en mi hombro que fui respondida por mi creacion de distancia entre ambos

—Sé que esto no es lo que querías, pero tal vez... tal vez con el tiempo puedas encontrar alguna forma de ser feliz. Nizar no es un mal hombre.

—No es cuestión de si es bueno o malo —dije sintiendo las lagrimas luchar por salir—. Es cuestión de que yo no tuve elección

Él suspiró, sabiendo que no había mucho más que decir. Pasamos un rato en silencio, simplemente compartiendo la compañía del otro. Finalmente, él se levantó y me dio un abrazo antes de salir de la habitación

Quedé sola de nuevo, con el peso de la decisión que otros habían tomado por mí aplastándome. Miré el vestido una vez más y supe que no tenía opción.

Te vas a casar quieras o no

Me vestí con cuidado con un movimiento mecánico, casi robótico al sentirme controlada . Cuando terminé, me miré en el espejo. La mujer que me devolvía la mirada parecía fuerte, pero sabía que era solo una fachada. Por dentro, me sentía como una hoja en el viento...

sin control sobre mi propio destino

Bajé las escaleras una vez más, lista para enfrentar lo que viniera. Nizar estaba en la sala, hablando con algunos invitados que ya habían llegado

Su apariencia cambio bastante desde la ultima vez que lo vi

Se volvio un hombre de presencia imponente de 23 años. Su estatura superaba el metro ochenta y contaba con una complexión robusta que parecía esculpida por años de ejercicio disciplinado. Su piel era de un tono bronceado, tenia el pelo negro , corto y bien cuidado, siempre peinado hacia atrás, lo que le daba un aire de elegancia casual

Sus ojos eran de un marrón profundo, , y transmitían una mezcla de inteligencia y misterio. Parecían ver más de lo que mostraban, siempre evaluando. A menudo, una sombra de barba oscura bien depilada adornaba su mandíbula fuerte, añadiendo un toque de rebeldía a su apariencia cuidada

Vestia con un estilo que combinaba la tradición y la modernidad. Solía llevar 9shabat la mayoria de tiempo en colores sobrios, y no dudaba en combinarlas con accesorios modernos como un reloj de diseñador, zapatos de cuero hechos a medida, y un anillo de plata en el dedo índice de la mano derecha

Me acerqué a él y, por un momento, nuestras miradas se encontraron. Había algo en sus ojos que no podía descifrar mientras clavaba su mirada en mi y en mi apariencia

Gure mi mirada hacia la sala y note que estaba perfectamente decorada para una boda

La gente comenzaba a llegar, felicitando a Nizar y mirándome con curiosidad

Prisionera en un espectáculo, forzada a desempeñar un papel que no había elegido

El imán comenzó la ceremonia, recitando las palabras mientras yo apenas podía concentrarme. Mis pensamientos seguían volviendo a la conversación con Enes y como habia llegado a Istambul para ver a su padre

Cuando llegó el momento de dar mi consentimiento, sentí que el mundo se detenía. Todas las miradas estaban sobre mí, esperando mi respuesta

Senti que mi voz se había quedado atrapada en mi garganta, incapaz de articular las palabras que se esperaban de mí el "acepto" no salia , no era capaz de salir

Miré a mi alrededor buscando alguna salida, una manera de escapar de este destino que no había elegido y pronto el sudor frío comenzó a formarse en mi frente mientras mi mente luchaba por encontrar una solución

Hasta que un ruido sordo rompió el silencio, seguido por el eco de varios disparos. La sala se sumió en el caos en cuestión de segundos

Los gritos y el pánico que se apoderaba de la multitud llenaron el aire mientras un grupo de hombres vestidos de negro irrumpían en la sala. Mi corazón latía con fuerza, y el miedo me paralizó por un momento hasta que uno de ellos con solo unos ojos azules al descubierto se me acerco al notar la falta de atencion en mi y su olor me confirmó que era él

Alhamdouli الله ya rbi

En..?— intente mencionar su nombre peor acto seguido me interrumpio

— Callate — me susurro cojiendome para sostenerme encima de su hombro y llevarme lejos hasta una camioneta negra y acto seguido pisarle al acelerador y alejarnos cada vez mas de la sala

NasibDonde viven las historias. Descúbrelo ahora